Bob Fosse se autorretrata sin contemplaciones, medias tintas ni paños calientes en este oscuro musical extrañamente premonitorio, que contiene uno de los finales más impactantes y sugerentes de su género, una de las más alegóricas y bellas representaciones de la muerte de la historia del cine.
Mis escenas favoritas: All That Jazz (Bob Fosse, 1979)
39escalones 
Siento debilidad por este musical. Y siempre me emociono cuando veo el último número. Como dices es una representación de la muerte única, y más en este género.
Es una película poderosa y potente, y pude comprobarlo otra vez este verano en una pantalla gigante en un cine de verano.
Beso
Hildy
Caramba… ¿Gigante? Desde luego, no parece a priori una película para proyectar en un cine de verano, estación asociada normalmente a otros tonos y otras formas más, digamos, optimistas. Aunque cualquiera lo diría, con la que nos está cayendo.
Una película fascinante por muchas cosas. Por ejemplo, su construcción, su estructura, su montaje. Asombrosa para un musical.
Besos
Confieso mi pura envidia de Hildy que ha tenido ocasión de verla en pantalla grande hace poco: cuando la ví de estreno, puedo decir que ése final nos dejó a todos pazguatos, alucinados, ojipláticos: después de lo que ya habíamos visto, un cierre magnífico que, con el tiempo y el conocimiento de la vida de su director protagonista, se eleva, ciertamente como dices, Alfredo, a una categoría casi única, pues no recuerdo ningún biopic semejante y mucho menos con un cierre más que alegórico profético.
Un abrazo.
Esta conclusión es de una potencia enorme. Mira que el biopic llega a ser tan a menudo un género acartonado, a veces de lo más complaciente y otras de lo más burdo en la desesperada ansia de polemizar, criticar o «revelar». Pero este caso, como dices, de musical autobiográfico-profético sin ahorrar miserias ni confesiones íntimas, es completamente impactante por todos esos motivos que señalas.
Un abrazo
Hola Alfredo!
Absolutamente magistral, película y banda sonora por igual.
Saludos1
Desde luego. Nada que ver con esos musicales coloristas y propagandísticos de la etapa clásica. Saludos, y a cuidarse.