El nombre de Jack Conway figura en el crédito como director, pero David O. Selznick, entonces a sueldo de la Metro Goldwyn Mayer, estaba en la producción, y ya se sabe lo que eso significa: control pleno y diseño visual repleto de grandiosidad, lujo y suntuosidad formal marca de la casa, tanto del estudio como suya personal. El concurso de Cedric Gibbons en el diseño artístico se completa con la concepción y dirección de las secuencias de la Revolución por parte de la pareja Val Lewton-Jacques Tourneur, que no tardarían en dar la campanada formando equipo para producir excelentes películas de terror para la RKO en la década siguiente.
Hola Alfredo!
Pues precisamente no hace mucho volví a verla. Esos momentos son realmente asombrosos, destacaría también todo el momento en el juicio. Sin duda una extraordinaria pelicula.
Saludos!
Me alegro. Estas cosas nunca deberían pasar de moda.
¡Saludos!