Casablanca, poco después de la Segunda Guerra Mundial. El gerente del Gran Hotel ha muerto en extrañas circunstancias. Para ocupar la vacante, es contratado Ronald Kornblow, que abandona de inmediato la posada que dirige en un oasis. Allí Ronald entra en contacto con Corbaccio, un extraño sujeto que se dedica a estafar turistas a través de su Compañía de Camellos Amarillos.
Que tal Alfredo!
Sus películas, sus libros, sus programas de radio…¡que vivan los Marx!
Saludos!
Muy buenas, Fran. ¿Qué podría decir Groucho a eso? Pues, sin duda, que el hermano más gracioso es, a todas luces, Karl.
¡Saludos!
Saludos de un «marxista2 hasta la médula.
Pocas cosas mejores que ese «marxismo». Aunque, ciertamente, no sé a cuál de ellos le deberían encajar mejor las comillas…