Nueva entrega de la sección de cine en el programa La Torre de Babel, de Aragón Radio, la radio pública de Aragón, en este caso dedicada al centenario de Nosferatu (Nosferatu, Eine Symphonie des Grauens, F. W. Murnau, 1922), que se ha cumplido hace pocas fechas.

Porque no son horas, ahora, pero te escucharé… ¡Jo, Nosferatu ¡qué maravilla… Todos los tópicos que se dicen sobre la magia que provoca su visionado son ciertos; la primera vez que la vi fue en una copia bajada de Internet a la que habían puesto una banda sonora electrónica…me molestaba tanto aquella anacronía que quité el sonido y aquel desfile de fotogramas sepia o azulados silenciosos en la oscuridad fue una de las experiencias cinematográficas más emocionantes que yo he vivido. La segunda tal vez sería «Wampyr, la bruja vampiro», que tuviste la gentileza de ofrecernos en un «cine de verano» y por lo que aún te estoy muy agradecido.
Mejor escúchalo para coger el sueño…
Aquel cine tenía algo especial, sin duda, producto de la obligación de contar una historia sin palabras. ¿Cómo provocar esa sensación de terror solo con imágenes? El resultado es un puñado de obras maestras, como esta o la que citas, y algunas más, que ni con el sonido integrado ni con la música se han podido superar. Si acaso, igualar.
Un placer escucharte, mi querido Alfredo.
Qué bueno que el propio apellido de Max Schreck quiera decir susto…
Y esa leyenda urbana alrededor de su figura… de que era un vampiro.
Así como que el proyecto de Nosferatu naciera de una productora… que le interesaran los temas del ocultismo y sobrenaturales…
Nosferatu cumple 100 años, pero es un placer verla.
Una puerta a lo grande para descubrir a F.W. Murnau.
Beso
Hildy
Bueno, es una leyenda bastante absurda, teniendo en cuenta que Schreck ya había hecho antes media docena, al menos, de películas y que era relativamente conocido porque había pertenecido a la compañía de Max Reinhardt, y solo la distancia y la pérdida de la memoria han alimentado ese falso mito. Pero ciertamente todo lo que rodeó a la moda del psicologismo y al ocultismo tras la guerra, y que no afectó solo a los productores de esta película o a los alemanes, sino también a los británicos (en personas tan ilustres como H. G. Wells o Conan Doyle), y que antes del conflicto ya interesaba al mismo Bram Stoker, son una parte importante de los condicionantes que nutrieron el expresionismo y su interés por lo extraño, lo absurdo, lo delirante, lo enrarecido. Probablemente sin la guerra y los estados mentales colectivos derivados de ella no habría existido, al menos en la forma en que lo conocemos, como ocurrió tras la Segunda con el noir.
Besos
¡Qué penica que dure tan poco…
Bueno, y yo me pregunto y me extraña la dimensión internacional de la decisión de ese tribunal…¿dónde denunció Florence Wellcombe ¿En Inglaterra Y a pesar de que Alemania era un país derrotado ¿tanta influencia tenía esa justicia «internacional.
Y otra cosa, alguna vez he leído que un director de cine español cuyo nombre no recuerdo encontró en los años setenta aquí en España una copia muy completa…casi parece raro que hubiera aquí interés por esa película en los años veinte…¿qué hay de cierto
Bueno, tan poco… Según. Cuando es uno el que habla…
Florence Balcombe presentó su demanda en Alemania, que es donde tuvo lugar la infracción, aunque estuvo representada por la Sociedad Británica de Autores. Los mecanismos de la Justicia de 1922 eran tan lentos como ahora, pero las relaciones internacionales, en Europa al menos, y más en cuestiones recaudatorias, aun despacio, funcionaban divinamente. Recuerda, por ejemplo, el pleito que Padilla le ganó a Chaplin en Estados Unidos por el uso indebido que este hizo de «La violetera» en «Luces de la ciudad», y hablamos de pocos años después, 1931, y de un compositor español que demandó a un todopoderoso cineasta de Hollywood.
En cuanto al hallazgo en España de una copia de Nosferatu, con alguna escena eliminada del montaje distribuido en Alemania (la partida de cróquet), se debe a Luciano Berriatúa en 1977, en Filmoteca Española. Investigando esta copia en comparación con otras existentes en la Cinemateca Francesa, también halló una copia completa y en perfecto estado de la película tirada a partir del negativo original, que es la que se empleó a partir de 2006 para redistribuir la versión restaurada. Además, Berriatúa publicó el libro casi casi que definitivo sobre Nosferatu, muy cotizado hoy día, y rodó algún documental sobre el tema.
¡Ah, es verdad…lo de Padilla, digo.
Ahora, el juez sería muy profesional y un digno representante de la Justicia pero, a poco talante artístico moderno que tuviera, ¡vaya compromiso para su moral artística y económica (pensando en la recién creada empresa cinematográfica local, tan prometedora
¡Pues muchas gracias por las explicaciones
Bueno, si es un juez profesional, su moral artística y económica particular debería importarle muy poco, y aplicar estrictamente la ley. En todo caso, la moral artística y económica también incluye, o debería, el respeto a la propiedad intelectual y a los derechos de autor.
Gracias a ti.