Quincy Jones compone la música para esta película, un thriller que retoma el personaje de Virgil Tibbs (Sidney Poitier) que se hiciera célebre en la anterior En el calor de la noche (In the Heat of the Night, Norman Jewison, 1967), y que tendría otra entrega posterior, El inspector Tibbs contra la organización (The Organization, Don Medford, 1971), si bien ninguna de las dos se acercaba a la obra de Jewison. En las dos últimas películas, Tibbs se encarga de resolver sendos casos en el lugar donde desempeña habitualmente su trabajo como teniente de Homicidios, la ciudad de San Francisco.
Siempre tengo la sensación que los cinéfilos (yo el primero) tenemos en un injusto olvido al grandísimo Quincy Jones que casi nunca defrauda. Un día, lejano, alguien le pondrá en el lugar que merece. La película, como apuntas, flojita, especialmente si vas con el recuerdo de la primera aparición de Tibbs.
Un abrazo.
Y la tercera, igual de flojita. Una pena, porque Gordon Douglas es uno de esos tipos que no figuran en la agenda de casi nadie, y sin embargo tiene un buen puñado de títulos que ya querrían algunos con más cartel.
Quincy Jones es un fenómeno total. Por muchas cosas, pero ya va faltando un reconocimiento por su trabajo para el cine.
Abrazos