El actual lugar común define a Wes Anderson como un director de gran perfección técnica (porque usa la simetría para los encuadres), con un estilo propio muy marcado (porque usa mucho colorete), y que elabora sofisticadas y originales comedias de apariencia estrafalaria pero de inteligencia refinada y sutil (lo que viene a ser comedias que provocan, como mucho, alguna sonrisa de vez en cuando). Siendo, probablemente, uno de los directores más sobrevalorados de la actualidad, al menos en Academia Rushmore fabrica uno de sus habituales videoclips, que algunos llaman puesta en escena, con un temazo, Here Comes My Baby, en la versión original de Cat Stevens, que hicieron mundialmente famosa The Tremeloes.
Ja,ja,ja,ja.
Pues a mí, la única película que he visto de Anderson, Grand Hotel Budapest, me gustó bastante, aunque es cierto que no he visto otra y hace ya tiempo de mi estreno andersionano….
Un abrazo.
Esa es justo la única que a mí me gusta, además de una de animación, Isla de perros, de lo más curiosa y estimulante.
Un abrazo.
Ay, mi querido Alfredo, me cachis, que ya sabes que a mí Anderson me toca la patata bastantes veces, jajajaja. Vamos, que disfruto de sus pelis… y de sus bandas sonoras también.
Besos
Hildy
A mí me parece que forma parte de esa (larga) nómina de falsos autores de nuestro tiempo. De esos que necesitan que sus colorines y sus musiquitas y sus cositas resalten en pantalla para que cronistas gafapásticos digan que tienen estilo, y así todos crean que son buenísimos, unos porque creen que tienen estilo y otros que se creen buenos porque saben verlo. Y la verdad es que el estilo cinematográfico, cuando es bueno, cuando es de verdad, NO SE VE.
Besos
Negar que Wes Anderson tiene un estilo propio y distinguible frente a los demás directores actuales, me parece pura tozudez y no creo que merezca la pena ni entrar a discutirlo. Otra cosa bien distinta es que su propuesta pueda gustar, interesar más o menos o incluso que llegue a cansar por lo repetitivo de la misma.
A mí, Gran Hotel Budapest me pareció magnífica. Me gustó la historia, me pareció divertida, me encantaron los escenarios, los colores, los encuadres…
French Dispatch me gustó también (menos, está claro) aunque reconozco que se me atragantó alguna de las historias.
De las anteriores, a parte de Isla de Perros que no tiene nada que ver con éstas, únicamente recuerdo Moonrise Kingdom, y si bien su estilo está ahí desde el primer minuto, la película me pareció más «regulera» y de un segundo visionado más que improbable.
En todo caso, por mi parte, el señor Anderson puede seguir dirigiendo este tipo de películas con exceso de «colorines», con encuadres perfectos, de tono ligero y que me hagan sonreir, siempre que quiera. Al menos me parece algo distinto a lo que ofrecen los demás.
Saludos!
Efectivamente, es ocioso discutir que el emperador va desnudo. Como decía Woody Allen en una de sus películas (este sí que tiene estilo), si alguien sale al escenario del Carnegie Hall y vomita ante el público, siempre habrá alguien que lo considerará arte.