Cine y monarquía británica en La Torre de Babel de Aragón Radio

Como resaca de los fastos por el funeral de Isabel II de Inglaterra y anticipo de la ceremonia de coronación de Carlos III, un repaso por el retrato que el cine, sobre todo británico y norteamericano, ha hecho de las principales figuras de la monarquía británica a lo largo de los siglos. Historia, grandes interpretaciones, buenos textos, elencos de lujo y el despliegue habitual de dirección artística propio del cine británico son las señas características de las películas que han reflejado los avatares históricos de sus monarcas más populares.

Música para una banda sonora vital: ¿Qué tal, Pussycat? (What’s new Pussycat?, Clive Donner, 1965)

Esta desaprovechada comedia de 1965, que gira en torno a la obsesión por el sexo de un conocido playboy y director de una revista de moda parisina (Peter O’Toole) y del psiquiatra que lo trata (Peter Sellers), tuvo una consecuencia inesperada: su guionista, cuando comprobó cuánto había cambiado el resultado final respecto al argumento, los personajes y los diálogos que él había diseñado, tomó, desencantado, irritado, la decisión de volver al cine únicamente cuando tuviera garantizado el control total del material y el acabado absoluto del proyecto. Su nombre: Woody Allen.

Una decepción, teniendo en cuenta el nivel de los nombres implicados en la producción (además de Allen en el guion y de O’Toole y Sellers encabezando el reparto, Romy Schneider, Howard Vernon, Ursula Andress, Capucine, Paula Prentiss o Richard Burton en papeles de diversa importancia, con el gran Burt Bacharach en la música y United Artists en la financiación). Queda el recuerdo de algunas buenas situaciones y diálogos, algo de vergüenza ajena y la canción de Tom Jones.