– ¿Entiendes, Viernes? El diablo es el enemigo de dios en el corazón del hombre. Usa toda su malicia y poder para destruir el reino de Cristo.
– Pero señor, has dicho [a] Viernes que dios [es] mucho más poderoso que [el] demonio.
– Sí. Mucho más fuerte que el diablo. Está por encima del diablo. Por eso le rezamos a dios.
– Entonces, ¿por qué no mata [al] demonio para que no haya mal?
– ¿Qué cosa, Viernes, qué cosa dijiste?
– ¿Por qué no lo mata?
– Pues, ¿sabes por qué? Sin el demonio no habría tentaciones ni pecado. El diablo debe existir para obligarnos a escoger entre el bien y el mal.
– Entonces, dios quiere que el demonio nos tiente.
– Mmmm, sí.
– Entonces, ¿por qué se enoja dios si pecamos?
Robinson Crusoe. Luis Buñuel (1952).