Mis escenas favoritas: Apocalypto (Mel Gibson, 2006)

Hay que reconocerle al discutido (por tantas cosas) Mel Gibson su talento como director, en particular su brío y su destreza en las secuencias de acción, además de señalar y recuperar algunas de sus buenas interpretaciones, ya sea como héroe apocalíptico, ya como periodista australiano o incluso como un, a priori, improbable Hamlet en un reto superado con solvencia.

Apocalypto atesora momentos vibrantes (como los dos que ofrecemos a continuación, la larga secuencia de los sacrificios humanos y el impactante final) más allá de las críticas (acertadas) recibidas respecto a las inexactitudes históricas y antropológicas que su largo metraje (dos horas y cuarto) puede contener. Una película que crece con el tiempo y que, si bien puede llegar a resultar desagradable a los espectadores más delicados, da evidencia de la pericia de Gibson tras la cámara y, junto a otros títulos o determinados fragmentos de ellos, avala la categoría como director de un actor tirando a discreto y, en otras facetas, un individuo incluso siniestro.