Diálogos de celuloide: El dormilón (Sleeper, woody Allen, 1973)

-Las soluciones políticas no funcionan. No importa quién esté en el poder. Son todos terribles. ¿Por qué me miras así?

-Creo que me quieres de verdad.

-Claro que te quiero. De eso se trata. Y tú me quieres a mí, lo sé. Y no te culpo, preciosa. Y no estoy criticando a Erno, es estupendo si te gusta el tipo alto, rubio, prusiano, nórdico, ario y nazi.

-Pero, Miles, las relaciones serias entre hombres y mujeres no duran. La ciencia lo ha demostrado. Verás, hay una sustancia química en el cuerpo que hará que nos pongamos de los nervios tarde o temprano.

-Ciencia. Yo no creo en la ciencia. La ciencia es un callejón sin salida intelectual. Un montón de tipos con trajes de lana cortando ranas, viviendo de becas y…

-Ya. No crees en la ciencia. Y tampoco crees que los sistemas políticos funcionen, y tampoco crees en Dios, ¿no?

-Eso es.

-Y entonces… ¿en qué crees?

-En el sexo y en la muerte. Dos cosas que sólo pasan una vez en mi vida. Por lo menos, después de la muerte, no resultas repugnante.

(guion de Marshall Brickman y Woody Allen)

Música para una banda sonora vital: Missouri (The Missouri Breaks, Arthur Penn, 1976)

Missouri (The Missouri Breaks, Arthur Penn, 1976) ha terminado siendo considerado un western de culto, no tanto por su perfección formal ni por la historia en sí, algo tópica (unos rancheros acomodados contratan a un asesino a sueldo para que elimine al pretendiente de su hija, un antiguo ladrón de ganado reconvertido en granjero), como por la célebre y extravagante caracterización que Marlon Brando hace de su personaje, el pistolero (llega a travestirse, por ejemplo, y algunos de sus diálogos y varias de sus escenas son, tal vez involuntariamente, descacharrantes), y por lo complicado y caótico que fue el rodaje, con un Brando y un Jack Nicholson pasadísimos, incapaces de memorizar sus frases, de actuar con coherencia y solidez, absolutamente idos, anárquicos, ingobernables, impredecibles. Una juerga.

Se trata, sin embargo, de una película estimulante, que, entre otros alicientes, cuenta con la música de John Williams justo antes de zambullirse en épicas espaciales. A la partitura compuesta por Williams pertenece este Love theme.

Diálogos de celuloide: El dormilón (Sleeper, Woody Allen, 1973)

Resultado de imagen de el dormilón
– ¿Cree usted en Dios?
– ¿Que si creo en Dios? Yo soy lo que se llamaría un ateo teológico existencial. Creo que hay una inteligencia en el universo, excepto en ciertas partes de los Estados Unidos.
El dormilón (Sleeper, Woody Allen, 1973). Guion de Woody Allen y Marshall Brickman.

Mis escenas favoritas – El dormilón (Sleeper, Woody Allen, 1973)

El dormilón_39De un plácido presente entre música de clarinete y comida naturalista, Miles Monroe salta doscientos años en el tiempo para enfrentarse a una América opresora y policial. Comedia de ciencia ficción muy pegada a la realidad de su momento, que contiene momentos impagables. Y es que los peligros de la tecnología -y de los programas de deportes- acechan.