Recurrimos de nuevo a otra secuencia de esta magistral comedia del zaragozano José María Forqué, una parodia del cine de atracos tan en boga en la época que reúne a algunos de los más importantes nombres de la comedia española de aquel tiempo. El personaje de José Luis López Vázquez, Fernando Galindo, y su coda «un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo» son no solo patrimonio imperecedero del cine español, sino impagables muestras de valor sociológico sin plazo de prescripción.
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Mis escenas favoritas – Atraco a las tres
Dos de los fenomenales momentos de esta obra maestra absoluta del cine español y notabilísima comedia de cualquier cine, repleta de pasajes memorables, con interpretaciones soberbias de lo mejorcito de nuestra comedia por aquel entonces (que sigue siendo lo mejor de nuestra comedia), dirigida por el aragonés José María Forqué.
Parodia tanto de las cintas negras de atracos, tipo La jungla de asfalto (The asphalt jungle, John Huston, 1950) o Atraco perfecto (The killing, Stanley Kubrick, 1957), como ejemplo vivo de la tradición picaresca española, además de constituirse en un ácido y veladísimo testimonio sociológico de la España de la dictadura, una vez superada la autarquía y ya prisionera del espejismo del desarrollismo (que nos dura hasta hoy, «dctadura sociológica», «espejismo» y «desarrollismo», todo a la vez), se trata de una película colosal, una obra mayor, como todas las buenas, brillante, imperecedera y por siempre disfrutable.
Diálogos de celuloide – El día de los enamorados
SAN VALENTÍN: No me diga que no es aficionado al fútbol.
DEPENDIENTE: Me gusta, ya lo creo que me gusta. Con locura. ¡Pero no me toque el fútbol!
SAN VALENTÍN: ¿No acierta en las quinielas?
DEPENDIENTE: Eso es lo de menos. Es mi novia, que no se hace cargo y…
SAN VALENTÍN: A ella no le gusta.
DEPENDIENTE: No solamente no le gusta, sino que quiere que a mí no me guste, y como a mí me gusta todo lo que le gusta a ella, y a ella no le gusta todo lo que me gusta a mí… Aunque me gusta ella, pero no lo que a ella le gusta. ¿Me entiende?
SAN VALENTÍN: Sí, está clarísimo… Pero tratándose de una chica como ella…
DEPENDIENTE: ¿La conoce?
SAN VALENTÍN: Naturalmente, su novia es una muchacha preciosa.
DEPENDIENTE: La conoce.
SAN VALENTÍN: Encantadora, ocurrente, lista, graciosa.
DEPENDIENTE: La conoce…
SAN VALENTÍN: Dulce, sumisa.
DEPENDIENTE: No la conoce. ¡Es una fiera!
El día de los enamorados. Fernando Palacios (1959).