Música para una banda sonora vital – Wayne’s world y Bohemian rhapsody

El grupo Queen ya había participado en algunas bandas sonoras de películas (Flash Gordon, Los inmortales…), y uno de sus integrantes, el guitarrista Brian May, ha desarrollado una pequeña carrera como compositor para el cine. El mundo de Wayne, o Wayne’s world ¡Qué desparrame!, en la tradición tan habitual ahora de poner títulos estúpidos a las comedias, dirigida por Penelope Spheeris en 1992, es una de esas películas de culto que uno no sabe por qué lo son. Traslación a la gran pantalla de un compendio de sketches de dudosa gracia creados gracias al programa Saturday Night Live, hizo famoso a Mike Myers, al que hubo que aguantar luego en la saga Austin Powers, y poco más.

Una de las pocas cosas positivas del film es que popularizó entre el gran público americano la Bohemian rhapsody de los británicos Queen, canción que vivió una segunda etapa de esplendor norteamericana gracias a la inclusión de este tema en una conocida secuencia inicial en la que los personajes, peludos y bastante guarros, de esta cinta hacen el play-back melenudo de la canción mientras marchan en coche por la ciudad. Mejor nos quedamos con los caretos de Freddie Mercury, Brian May, John Deacon y Roger Taylor.

Música para una banda sonora vital – Los amigos de Peter (I)

La banda sonora de esta película de Kenneth Branagh es un compendio de rock y pop de los ochenta que incluye nombres como The Pretenders, Cyndi Lauper, Paul Young, Eric Clapton, Elton John, Queen, Terence Trent D’Arby, Prefab Sprout, Tina Turner, Deacon Blue o The Pasadenas, con la incursión añadida de una clásica del jazz como Nina Simone.

Sin duda, rescataremos más temas esta banda sonora. En esta ocasión nos quedamos con la canción que abre la película, Everybody wants to rule the world, de los británicos Tears for fears, que actúa como hilo narrativo entre el prólogo de la película, situado en 1982, y el reencuentro de los protagonistas diez años después que constituye el motivo de la trama, mientras por la pantalla van desfilando acontecimientos de la vida pública británica acaecidos durante ese tiempo: la elección de Margaret Thatcher como primera ministro, la guerra de las Malvinas, las huelgas mineras, la boda de Carlos y Diana, las tragedias mortales en distintos campos de fútbol, la elección de John Major…

Y además, otro clásico, Hungry heart, de Bruce Springsteen, que engrosa la parte americana de la banda sonora.