Mis escenas favoritas – El rey del juego

Magistral secuencia de El rey del juego (The Cincinnati Kid, Norman Jewison, 1965), con todos los prolegómenos y la preparación de la espectacular partida final, con su tensión creciente en tono sereno y pausado que contiene y desarrolla las bases de la inminente intriga resolutoria de la trama. El reparto es magnífico: Steve McQueen, Edward G. Robinson, Karl Malden, Tuesday Weld, Ann-Margret, Joan Blondell, Ripo Torn, Jack Weston, Cab Calloway y Jeff Corey, entre muchos otros. Una obra maestra.

Las reglas de poker descubierto o poker de Montana consisten en jugar poker de 5 cartas. La primera se reparte tapada, decidiendo el jugador si la destapa o no, repartiendo tapada o no, según su decisión, la carta siguiente. Solo puede haber una tapada, no hay descartes, y las apuestas se hacen de la misma manera que en el poker clásico.

¿Te dejas engañar por un farol?

Cine en serie – El rey del juego (The Cincinatti Kid)

THE CINCINNATI KID(DVD66986)

POKER DE FOTOGRAMAS (I)

Retomamos el ritmo habitual tras el merecido periodo vacacional con una nueva entrega de Cine en serie compuesta de doce capítulos y dedicada en esta ocasión a abordar las relaciones entre el cine y el juego, y más concretamente, al apasionante, turbio y sugestivo mundo del poker, juego de cartas que tantos y tan vibrantes momentos ha vivido gracias a la pantalla grande. No sólo es adecuado pensar que sin la influencia del cine probablemente no estaríamos hablando de uno de los juegos de naipes más conocidos y practicados del mundo, sino que también podemos afirmar que el poker, por su facilidad para ser tomado como metáfora de la propia existencia humana, por su aire épico tan cercano al western clásico como al mejor cine negro, ha protagonizado alguno de los momentos más recordados del cine con mayúsculas. En ello pretende incidir la sección que hoy comienza.

Abrimos fuego, o mejor dicho, repartimos juego, con este clásico de 1965 dirigido por Norman Jewison (¡Qué vienen los rusos!, En el calor de la noche, El caso de Thomas Crown, El violinista en el tejado, Jesucristo Superstar, Hechizo de luna, Huracán Carter…), con toda seguridad su mejor película y probablemente también la mejor película sobre poker. Kid (un eficaz Steve McQueen) es un joven entusiasta, capaz, dinámico y algo inconscientemente seguro de sí mismo, tan aficionado a las cartas como a otros placeres mundanos, incluso contraproducentes para su principal hobby, que acude a una partida de poker que se celebra en Nueva Orleans para enfrentarse al mejor jugador del momento, “El Rey” Lancey Howard (espléndido, magistral Edward G. Robinson en su recreación del jugador profesional veterano, orgulloso y un tanto soberbio, en un personaje escrito inicialmente para Spencer Tracy), con la esperanza de arrebatarle el prestigio de ser reconocido como el número uno. Alrededor de ellos van a darse cita toda una serie de personajes de lo más variopinto, comenzando por la propia novia de Kid, Christian, (Tuesday Weld), una chica ingenua y sencilla que pretende disfrutar de una vida serena y apacible junto a su amor y que por ello intenta por todos los medios que abandone el mundo de noche y humo, de copas y tensión, que poco a poco lo está separando de ella. En lo que parece el último capítulo antes de su victoria definitiva, tiene que luchar por Kid frente a Melba Nail (magnífica Ann-Margret), prototipo de mujer fatal más propia del cine negro que de los lances de cartas, partidaria de hacer trampas en la mesa y en sus relaciones con las personas, que intenta utilizar al chico una vez más para satisfacer su crueldad con Shooter, su esposo y también el mejor amigo de Kid (Karl Malden, soberbio en su composición de hombre bienintencionado, cándido y pusilánime). Junto a ellos, la fantástica Lady Manitas (Joan Blondell, que se lleva la película de calle con su inolvidable interpretación), el pérfido Slade (estupendo Rip Torn), y la trouppe de acólitos (Jeff Corey, Jack Weston o el soulman Cab Calloway) que desean sacar un buen puñado de dólares del gran duelo o, simplemente, asistir a una lucha sin cuartel entre el veterano y el joven aspirante al título que seguro será memorable y que en el futuro podrán contar a quien quiera escucharles.
Continuar leyendo «Cine en serie – El rey del juego (The Cincinatti Kid)»