Música para una banda sonora vital: Érase una vez… en Hollywood (Once Upon a Time in… Hollywood, Quentin Tarantino, 2019)

Una vez más, Quentin Tarantino sabe cómo sacar partido a temas semiolvidados de la música con los que dar empaque audiovisual y adecuada promoción a sus películas. Este clásico instantáneo de 2019 va acompañado de un montón de joyas musicales, entre ellas este Out of Time de The Rolling Stones.

Música para una banda sonora vital: Searching for Sugar Man (Malik Bendjelloul, 2012)

Una película llena de sorpresas este documental sueco que recupera a Sixto Rodriguez, figura olvidada de la música estadounidese, aunque de origen mexicano (dos discos sin apenas recorrido a principios de la década de los setenta), que sin embargo llegó a ser, sin saberlo, una auténtica estrella en la Sudáfrica del apartheid (una Sudáfrica muy reducida: la minoría blanca opuesta al régimen racista), más popular en algunos momentos que los mismísimos The Rolling Stones.

La segunda sorpresa viene al descubrir la calidad de las canciones de Rodriguez, verdaderamente impresionantes. Para muestra, la que motiva el título de la película, excepcional.

 

Música para una banda sonora vital – El regreso (Coming home, Hal Ashby, 1978)

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Esta historia de amor entre un ex sargento americano destinado en Vietnam que ha regresado a casa paralizado de cintura para abajo y la enfermera voluntaria que lo cuida en el hospital de veteranos, esposa a su vez de un capitán que está en el frente, es una de las cimas de la estimable filmografía de Hal Ashby, uno de los adalides del Nuevo Hollywood de los setenta prematuramente desaparecido. Además de un poderoso drama, romántico sin empalagos, políticamente crítico sin aspavientos, y de unas excelentes interpretaciones (Globos de Oro y Óscares para Jon Voight y Jane Fonda, además de premio en Cannes para él), la película contiene otra gran virtud inesperada: en su banda sonora, además de la música de George Brand, conviven armónicamente algunos de los más importantes y célebres temas de los Beatles y los Rolling Stones, como Strawberry fields forever y Jumpin’ Jack Flash, aunque hay unos cuantos más.

Música para una banda sonora vital – Mick Jagger & The Rolling Stones

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Uno. Mick Jagger, que ha trabajado como actor para cineastas como Nicolas Roeg, Tony Richardson o Ivan Passer, interpreta a una especie de Godzilla (mucho más temible que el original nipón, y todavía más feo) en el clip de Love is strong.

Dos. Michel Gondry dirige a Patricia Arquette en el video de Like a rolling stone, versión de los Stones de la canción-madre de Bob Dylan.

Tres. El bueno de Jagger tira de falsete, y de más morritos que nunca, en Sweet thing, tema grabado en solitario, para intentar distanciarse del sonido del grupo, cosa chunga cuando tú eres la voz…

Cuatro. Junto a Lenny Kravitz (que también ha hecho sus pinitos como actor), más roquero y, por tanto, más innecesario Stones aparte, God gave me everything.

Y de propina, Simpatía por los Stones:

Música para una banda sonora vital – The Rolling Stones

Simpathy for the devil es uno de los más importantes clásicos de la música popular del siglo XX. Además de su aparición, quizá en su mejor interpretación, en The Rolling Stones rock and roll circus (1996), en 1994, Neil Jordan la incluyó, en la versión de Guns N’Roses, en la banda sonora de Entrevista con el vampiro, esa colección de metrosexuales diabólicos interpretados por Tom Cruise, Brad Pitt, Antonio Banderas y Christian Slater a los que se merendaba en la pantalla una jovencísima Kirsten Dunst.

The Rolling Stones, seguramente la mejor banda de rock de todos los tiempos venidos y por venir, son fijos en las bandas sonoras de centenares de directores de todo el mundo, de Scorsese a Gimme Shelter, de Godard a David Fincher, lo cual acrecienta los royalties que reciben desde hace décadas por sus inmortales composiciones. Otro de sus temazos, Paint it black, fue escogido con muy buen tino por Stanley Kubrick como rúbrica a su magistral La chaqueta metálica (1987).