Un científico construye una nave, la Excelsior, y recluta una tripulación para viajar a Marte.
Producida por Nordisk Film y escrita por Ole Olsen y Sophus Michaelis a partir de su propia novela.
Cine de verano: Viaje a Marte (Himmelskibet, Holger-Madsen, 1918)
39escalones 
¡Qué preciosidad de cartel! Lo colgaría en la pared de mi comedor si no fuera porque tenemos una foto grande de mis suegros en el día de su boda (color sepia). Me gusta esta película porque adoro la ciencia ficción. Marte ha sido siempre el planeta más habitado y colonizado del sistema solar en la imaginación de los escritores y directores de cine. Es muy similar al nuestro; quizá un pelín más pequeño y con un frío que es para cagarse. La atmósfera es de hierro oxidado y su tonalidad es rosada, psicodélica (a los drogatas les vendría de perlas). La palabra “marciano” viene de Marte y “marcianada” de las películas españolas de la época del destape. Los que no saben del género llama a cualquier extraterrestre «marciano» y no es correcto. La palabra «lunático» se ajusta mucho mejor a cualquier persona de la Tierra. Conociendo al ser humano contemporáneo y su deriva mental, ver ahora «Viaje a la Luna» de Méliès o «Viaje a Marte», se nos antoja menos descabelladas porque podemos imaginar lo que sería si tuviéramos que llevar a cabo en estos momentos esos aterrizajes.
¿Sabes por qué no hemos llegado todavía a Marte? Porque cuando llegaron las primeras sondas nos mostraron un desierto pedregoso y un frío que pela. Fue decepcionante. Pero, si las imágenes nos hubieran mostrado playas azuladas con palmeras cocoteras, chiringuitos, piña colada y tipas con unos culos tan salidos que podrían ejercer de barra de bar, supermercados con precios de ganga, centros comerciales de diseño vintage, tapas gratis de papas bravas por cerveza y tiendas junto al mar de flotadores con forma de caballito de mar, toallas con estampados de Spiderman, chanclas, bañadores hawaianos, gafas de buzo… bueno, ya me entiendes; habríamos llegado allí hace ya mucho tiempo. Por cierto, esto sería una paradoja, es decir, otra película de ciencia ficción.
Abrazos mil y buen finde.
Bueno, me parecía más adecuado poner aquí el cartel que la foto de tus suegros, pero todo se puede hablar.
Siempre se han usado otros planetas para mostrar lo que no nos gusta del nuestro, de nosotros, y formular utopías sobre lo que debería, deberíamos, ser. Ya Cyrano pretendía viajar/haber viajado a la luna en un globo remolcado por gansos. No sería mal viaje. Lo que está claro es que al lugar donde lleguemos lo estropearemos, de eso no hay duda.
Abrazos