2 comentarios sobre “In memoriam – John Guillermin”
Aunque no lo parezca, este director tiene una filmografía extensísima, eso sí, mediocre, muy mediocre. Pero le respeto porque cuando yo tenía diez años me hizo estar clavado en la butaca del cine en El coloso en llamas y allí descubrí a Newman y McQueen, y luego vino todo lo demás. improviso un poema con los títulos que tengo, más o menos en la memoria. Ahí va, tío.
No fue un King Kong del cine,
ni El cóndor del festival de Sundance,
su gran aventura fue hacer
La gran aventura de Tarzán
y Tarzán en la India, y él
haciendo el indio con el celuloide.
Yo fui el doble de Montgomery, dijo,
Toda la verda.
Menuda Tormenta.
No fue El mayor mujeriego, ni fue
Las águilas grises.
Disparó Cañones en Batasi,
aunque él nunca supo donde esta eso.
En geografía un cero, porque llevó a
Shaft a África, la Muerte al Nilo, y
Sheena la reina a la selva (¿cual?)
Prendió fuego un rascacielos y seguíamos
enamorados de la Faye Dunaway
y de su tremendo escote.
Todo ha caído como un
Castillo de naipes por
La senda del crimen.
John Guillermin…
Hasta el último aliento.
Mi querido Paco, los poetas no se ganan la vida como poetas, va con el cargo… A mí me parecen despedidas entrañables, una vida de cine, una vida como director y otra como espectador. Un trago por ellos.
Aunque no lo parezca, este director tiene una filmografía extensísima, eso sí, mediocre, muy mediocre. Pero le respeto porque cuando yo tenía diez años me hizo estar clavado en la butaca del cine en El coloso en llamas y allí descubrí a Newman y McQueen, y luego vino todo lo demás. improviso un poema con los títulos que tengo, más o menos en la memoria. Ahí va, tío.
No fue un King Kong del cine,
ni El cóndor del festival de Sundance,
su gran aventura fue hacer
La gran aventura de Tarzán
y Tarzán en la India, y él
haciendo el indio con el celuloide.
Yo fui el doble de Montgomery, dijo,
Toda la verda.
Menuda Tormenta.
No fue El mayor mujeriego, ni fue
Las águilas grises.
Disparó Cañones en Batasi,
aunque él nunca supo donde esta eso.
En geografía un cero, porque llevó a
Shaft a África, la Muerte al Nilo, y
Sheena la reina a la selva (¿cual?)
Prendió fuego un rascacielos y seguíamos
enamorados de la Faye Dunaway
y de su tremendo escote.
Todo ha caído como un
Castillo de naipes por
La senda del crimen.
John Guillermin…
Hasta el último aliento.
PD: Sé que nunca me ganaré la vida como poeta.
Abrazos mil.
Mi querido Paco, los poetas no se ganan la vida como poetas, va con el cargo… A mí me parecen despedidas entrañables, una vida de cine, una vida como director y otra como espectador. Un trago por ellos.
Abrazos