2 comentarios sobre “Palabra de Mel Brooks… sobre Cary Grant

  1. ¡El bueno de Mel! Un gran tipo. Ya no quedan grandes tipos. ¡El viejo Mel tiene 97 tacos! ¡Noventa y siete! Productor chiflado, médico loco, cineasta demente… sí, Mel Brooks es todo eso. Pero debajo del hombre divertido se encontraba un director ambicioso que intentaba salir a la luz. No está demasiado reconocido pero el mundo ya no está para reconocer a los grandes tipos. ¡Y tiene noventa y siete tacos! ¿Has leído su autobiografía “¡Todo sobre mí! Mis memorables gestas en el universo mundo del espectáculo.” A mí me fascinó. Me encantan los judíos del viejo Brooklyn. ¡Hola Woody! ¡Hola Paul Auster! Espero de todo corazón que te recuperes.

    Mel se casó con una mujer de aúpa: Anne Bancroft. Yo la conocí hace ya muchas películas en “El graduado” y quedé flipado. Allí hace el papel de la seductora señora Robinson y cada una de sus bocanadas de humo equivalía a una peligrosa insinuación sexual. Ay, la señora Robinson. Yo era todavía un imberbe pero me sedujo. La señora Robinson sabía exactamente lo que quería, pero por su parte, Benjamin (un poco yo) no sabía exactamente por dónde empezar. Así estaban las cosas. Luego tuvieron un hijo llamado Max Brooks que se dedicó a escribir novelas de zombis. Ahí tenemos «Guerra Mundial Z». Sí, curiosa familia.

    Ay, ¿qué podría decir de Cary Grant? Verás, a mí nunca me gustó mucho Robert De Niro, Al Pacino o el DiCaprio ese. ¿Y sabes por qué? Porque no ves a los personajes que interpretan sino a ellos y eso nunca me apetecía ni me apetece. A Cary Grant le ocurre lo mismo pero siempre me gustó y me sigue gustando. El vigor y la fuerza como actor de cine consiste en su capacidad para transmitirnos la sensación de duda y desconcierto que se oculta bajo su sólido y seguro aspecto. La postura no libra a un hombre de tener que elegir entre el bien y sus otras alternativas. Esa es la razón de que parezca sonreír con una cierta sabiduría interna, y de que de cuando en cuando resulte amargo y maligno. Un productor americano quiso producir “Ladrón de bicicletas” de Vittorio De Sica pero con la condición de que la interpretara Cary Grant. De Sica dijo que nanay de la China; no por ser mal actor, sino porque era Cary Grant. Cary pedaleando por las calles de Roma hubiera sido la hostia. Al bueno de Lamberto Maggiorani le quedaba fatal su vestimenta y era como tenía que ser. Esa misma ropa al contacto con el cuerpo de Cary se hubiera puesto las pilas para acoplarse a la perfección a él. Cary Grant dijo en “Sospecha” que no se veía con un mono de trabajo puesto y una pala en la mano. Cary corriendo por las calles con aquella gabardina en “Charada”, poniéndose una camisa en “Con la muerte en los talones” o bañándose en la playa en “Atrapa a un ladrón”, es Cary Grant y punto. Y eso mola. Se lo tengo dicho a mis padres: cuando sea mayor quiero ser como Cary Grant.

    Abrazos mil.

    1. Querido Paco, hasta a Cary Grant le habría gustado ser Cary Grant… Hay una fotografía suya montando en burro durante el rodaje de Orgullo y pasión que no tiene desperdicio.

      Anne Bancroft es favoritísima. El milagro de Anna Sullivan, o una de mis favoritas escondidas, El prisionero de la segunda avenida. Y Siete mujeres, y… Mel Brooks, depende, algunas cosas suyas son desternillantes, pero otras… Incluso en la misma película, gags afortunados y verdaderas chorradas. De todas formas, siempre me ha caído bien, y tiene un entusiasmo y un ánimo contagiosos.

      Abrazos

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.