Música para una banda sonora vital: Val del Omar, de Lagartija Nick

En palabras del propio grupo granadino, «justo después de editar Omega, disco en el que junto a Morente abordamos e poemario del más famoso poeta granadino Federico García Lorca, decidimos emprender un trabajo orientado a la figura de José Val del Omar (1904-1982). Una especie de Leonardo da Vinci, poeta, cinemista, desarrollador y creador tecnológico casi totalmente desconocido entonces y casi ahora. José Val del Omar fue un gran creador de un talento artístico y tecnológico extraordinario. Trabajó en la Misiones pedagógicas de la II República, fue contemporáneo de Federico García Lorca, Josep Renau etc. Recuerdo que ya habíamos tenido muchos problemas con nuestra discográfica de entonces, Sony, en 1995 para poder editar Omega, a lo que negaron en rotundo, así que sospeché que seguramente al pedirles que editaran Val del Omar nos echarían de inmediato. Así fue. Siempre he pensado que cuando estás en una gran compañía debes hacer tus trabajos más arriesgados, es la obligación de todo artista, aprovechar que tienes más difusión para mandar un mensaje claro a todo el mundo, estamos por el arte. De todas formas pienso que esa situación hizo posible que editaran uno de los trabajos más arriesgados y transgresores tanto de nuestra carrera como de su historia. Teníamos que abordar sus poemas de forma tecnológica y mística, buscar y encontrar en trance en cada canción. También fue en el disco donde por última vez trabajamos discográficamente con Morente, él canta conmigo una de mis canciones favoritas «Celeste», de hecho a mi hija le puse ese nombre debido a esa canción. Los problemas con la discográfica no eran solamente por el cambio de estilo que supuso para Lagartija Nick, sino que estaban seguros que nos habíamos inventado el personaje. Para ellos era imposible que hubiese existido alguien así y que nadie en absoluto lo conociera. Recuerdo aquella reunión, no me lo podía creer, si me hubiese imaginado una historia así mi sitio no estaba en aquella oficina si no en Hollywood. El disco empezamos a elaborarlo con la complicidad de María José Val del Omar, hija del genial artista granadino. Ella estaba encantada con la idea, ya entonces estaba muy delicada de salud. Nos ofreció más poemas de lo que ya teníamos gracias al libro «Ojalá» editado por la Diputación de Granada en 1992, que comprendía tanto su obra gráfica como poética. Teníamos ya todo lo necesario, un personaje único y unos poemas que para mí son los mejores del siglo XX. El resto era intentar estar a la altura. Desgraciadamente María José muere y con ella se fue una aliada que miraba nuestro trabajo con un cariño especial. Su marido Gonzalo Sáez de Buruaga fue el que nos acompañó el resto del trayecto. Siempre le gustó la música con que arropábamos los textos valdelomariamos y prestó mucho interés a nuestro punto de vista.»

Con motivo de la retrospectiva dedicada a Val del Omar en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía se programó un concierto del grupo granadino. Hoy puede visitarse el estudio de Val del Omar en la planta calle del museo.

6 comentarios sobre “Música para una banda sonora vital: Val del Omar, de Lagartija Nick

  1. Joder con el Lagartija ese, y encima el director del vídeo se llama Rayos. Muy heavy ¿no? Parecen surgidos del mismísimo infierno. Lo he puesto mientras me tomaba el primer café de la mañana y me ha alterado mucho más que la cafeína. Joder, me estoy haciendo viejo. Con lo que me gustaba a mí el heavy.

    Abrazos mil.

    1. Efectivamente, creo que esa era la intención de este grupo de Granada, amargarle el café a todo hijo de vecino. Si te has quedado con ganas, puedes buscar el disco que le han dedicado hace nada a «Un perro andaluz», de Luis Buñuel. Yo creo que se aburren mucho y que además van de culturetas por la vida, además de revienta-cafés.

      Abrazos

  2. No sé, no sé. No soy muy amigo de esas cosas, es decir, de coger pelis clásicas y ponerle una banda sonora gratuita y oportunista como hizo Queen con «Metrópolis». Si les dieran ahora por hacer esto a todas las películas del periodo mudo sería como coger los negativos y tirarlos a la basura, si es que queda algún negativo dentro de una lata. No sé, imagínate “Y el mundo marcha” de King Vidor poniéndole música de relleno Loco Mía. O «Avaricia» de Stroheim, la Beyoncé esa. Me da hasta miedo escribir esto, no vaya a ser que esté dando ideas a este mundo completamente seco de ellas pero con ansias de innovar.

    Más abrazos mil.

    1. No, a mí tampoco me gustan esas marcianadas. Pero no se trata de eso, sino un disco inspirado, o eso dicen, en la película. Por ejemplo, hay una canción, una apoteosis de ruido sin el mayor asomo de armonía por ningún sitio, que adapta este poema de Buñuel:

      PALACIO DE HIELO

      Los charcos formaban un dominó decapitado de edificios de los que
      uno es el torreón que me contaron en la infancia de una sola ventana
      tan alta como los ojos de madre cuando se inclinan sobre la cuna.

      Cerca de la puerta pende un ahorcado que se balancea sobre el abismo cercado de eternidad, aullando de espacio. Soy Yo. Es mi esqueleto
      del que ya no quedan sino los ojos. Tan pronto me sonríen, tan pronto
      me bizquean, tan pronto SE ME VAN A COMER UNA MIGA DE PAN
      EN EL INTERIOR DEL CEREBRO. La ventana se abre y aparece una
      dama que se da polisoir en las uñas. Cuando las considera suficientemente afiladas me saca los ojos y los arroja a la calle.

      Quedan mis órbitas solas sin mirada, sin deseos, sin mar, sin polluelos, sin nada;

      Una enfermera viene a sentarse a mi lado en la mesa del café. Despliega un periódico de 1856 y lee con voz emocionada:
      “Cuando los soldados de Napoleón entraron en Zaragoza en la VIL ZARAGOZA,
      no encontraron más que viento por las desiertas calles.
      Solo en un charco croaban los ojos de Luis Buñuel. Los soldados de Napoleón los remataron a bayonetazos.”

      Un abrazo

  3. Sí, está en «Escritos de Luis Buñuel». Me parece que ahora han vuelto a editar este libro en Cátedra.

    Él solía decir que era ágrafo, pero nunca me lo creí. Fíjate cómo están escritos sus guiones, sus diálogos, sobre todo el de Tristana y Viridiana y cómo está en sus entrevistas.

    Miles de abrazos.

    1. Más o menos. Jordi Xifra, responsable del Centro Buñuel de Calanda, ha reeditado en Cátedra «La obra literaria de Luis Buñuel», que publicara Agustín Sánchez Vidal en 1982 con el periódico Heraldo de Aragón, con todo un nuevo cuerpo de notas y algunas correcciones sobre datos erróneos que había en la primera publicación. «Escritos de Luis Buñuel», que sacó Páginas de Espuma, contiene muchos textos de Buñuel, pero no todos los que figuran ahí.

      Buñuel decía muchas cosas, como que no le importaban las críticas y que no las leía nunca, o que no había simbolismo alguno en sus películas. Cuando murió, sin embargo, encontraron en su casa de México álbumes enteros con críticas de sus películas, con subrayados y anotaciones.

      Pura contradicción. Y eso, precisamente, es lo bueno.

      Abrazos

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