¿Qué son los 39 escalones?

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«Es el nombre de una organización de espías que recoge información para el Ministerio de Asuntos Exteriores de…[disparo]«. El disparo nos priva de saber realmente qué son los 39 escalones, acabando con la vida de Mr. Memory, la mayor atracción de los teatros de variedades londinenses, a quien Richard Hannay (interpretado por Robert Donat), hace tan extraña pregunta, cumbre del llamado MacGuffin, es decir, de ese pretexto poco importante y apenas desarrollado que va a servir de hilo conductor a una trama que posibilite una interacción entre personajes y el establecimiento del drama, que para Hitchcock es lo realmente importante en una película, más allá de la verosimilitud de la historia. En este caso, el orgullo profesional de Mr. Memory, un hombre que lo sabe todo y para todo tiene respuesta, pesa más que la necesidad de ocultar la trama de espionaje de la que él mismo forma parte memorizando los informes secretos que han de salir del país, y siente que su deber es contestar a la pregunta aunque eso suponga su muerte.

Para la mayor parte de los críticos es el mejor Hitchcock de su etapa inglesa, e incluso el lugar donde pone ya de manifiesto lo que van a ser los temas recurrentes de sus obras (como el inocente falsamente acusado, el temor a la policía, el romanticismo, el sentido del humor, aunque personalmente creo que estos detalles ya estaban apuntados en The lodger, El enemigo de las rubias, de 1925). Esta película de 1935 supone, tras varios intentos fallidos y un avance lento pero seguro, la primera obra maestra del genio tras dieciocho películas ya rodadas. Es además, el punto de arranque de un éxito que se prolongó durante tres decenios y cuyas cimas resultan todavía inalcanzables, la base de todo el cine que irá desarrollando posteriormente, lo que claramente se ve en North by northwest (Con la muerte en los talones, 1959).
Lo más destacable es la confusión de identidades y la persecución de un inocente, elemento clave del cine de Hitchcock y de todo el suspense. Hannay es un ciudadano canadiense que pasa una temporada en Londres, donde conoce a una mujer asesinada en extrañas circunstancias. Las únicas pistas que conducen al esclarecimiento del crimen son un mapa de Escocia con lugares marcados y algo llamado «Los 39 escalones» que ella ha nombrado justo antes de expirar. A partir de ahí Hannay se verá involucrado en una historia de espionaje, persecuciones por parte de la policía y del malvado (al que le falta una falange del meñique), y en una historia de amor en la que cae por casualidad, al ser esposado por la policía junto a la mujer que le ha denunciado (Madeleine Carroll). Precisamente es en esta relación donde Hitchcock explota su particular sentido del humor (por ejemplo la escena en que dos vendedores de lencería coinciden con un cura en el mismo compartimento del tren, o el improvisado discurso que tiene que pronunciar Hannay cuando le confunden con un candidato electoral), misógino y mordaz, con frases de diálogo brillantísimas y de alta comedia. Lo principal de la película, en lugar del descubrimiento de la trama de espías, termina siendo el flirteo de los protagonistas, cómo crece su romance, cómo desemboca. Hitchcock utiliza las esposas policiales como feroz metáfora del matrimonio (de hecho, aunque acaban de conocerse, los protagonistas ya discuten como un viejo matrimonio), con continuas insinuaciones y dardos envenenados entre ellos. Todo ello aderezado con un ritmo endiablado, sin respiro, sin aliento, ágil y vibrante, y de un suspense fascinante.
Reproducimos a continuación algunas frases del magnífico guión, de uno de los mejores colaboradores de Hitchcock, Charles Bennett, basado en la novela de John Buchan:

PRESENTADOR DEL TEATRO: Tengo el placer de presentarles a uno de los hombres más excepcionales del mundo…
MUJER DEL PÚBLICO: Ah, ¿pero queda alguno?
(…)

HOMBRE DEL PÚBLICO: ¿Cuál fue el último campeón inglés de los pesos pesados?
OTRO HOMBRE DEL PÚBLICO: ¡Enrique VIII!
(…)

[Reiteradamente] HOMBRE DEL PÚBLICO: ¿Cuántos años tiene Mae West? ¿Cuántos años tiene Mae West?
MR. MEMORY: Lo sé, pero soy un caballero.
(…)

HOMBRE DEL PÚBLICO: ¿Cuándo ganó la copa el Chelsea?
MR. MEMORY: El Chelsea no ha ganado una copa en toda su vida.
(…)

MUJER ESPÍA: ¿Ha oído hablar de los 39 escalones?
HANNAY: ¿Qué es, un bar?
(…)

– Le presento al sheriff. En realidad es el sustituto del sheriff. También es el juez. Le condena a seis meses con sólo mirarle.
(…)

HANNAY: 20 millones de mujeres en esta isla y tengo que estar atado a usted.
(…)

HANNAY: ¿Quiere que me cuelguen por un crimen que no he cometido?
MUJER: Con tal de que le cuelguen me da igual que lo haya cometido o no.(…)

HANNAY: ¿Qué es lo siguiente en el guión?
MUJER: Quitarnos esto.
HANNAY: ¿Tiene algo en el bolso que podamos usar, unas tijeras o unas horquillas?
MUJER: Tengo una lima de uñas.
HANNAY: Muy útil, tardaremos unos diez años pero podemos intentarlo.
(…)

HANNAY: Mientras siga encadenada a mí tendrá que acostarse conmigo.
MUJER: Déjese de bromas.
HANNAY: ¿Bromas? ¿Se imagina la impresión cuando me levante mañana y vea esa cara junto a mí sin maquillar y sin lavar?
(…)

HANNAY: Me parece que dentro de poco podrá ir con sus nietos al museo de cera para verme.
MUJER: ¿En qué sección?
HANNAY: Es pronto para decirlo, todavía soy joven.

(…)

Pero además, esta película crea escuela. Hitchcock, como otros grandes, se plagió a sí mismo. A priori, ¿qué pueden tener en común un canadiense de viaje en Londres, con un publicista de Nueva York, y con un ornitólogo de viaje en el Caribe? Parece que nada, pero vamos a rascar un poco. Hannay es un tipo refinado, guapo, culto, encantador, irónico, mordaz, dinámico, envuelto en una trama de espionaje repleta de emoción, persecuciones, cambios de escenario, mujeres atractivas, romances, malvados encantadores, cultos y con estilo, con alguna tara física reconocible, etc. Es la base de Con la muerte en los talones, en la que la trama se asienta sobre otra confusión; la organización de espías confunde a Roger Thornhill (Cary Grant), un directivo de publicidad de la Quinta Avenida, con George Kaplan, un agente secreto inventado por el gobierno americano para despistar a sus enemigos y cuyas notas son sus continuos viajes, sus trajes caros, su encanto personal (pese a que nadie la ha visto), su fama de conquistador, etc. La confusión será aprovechada por todos para poner cara real al famoso agente secreto, y esa no será otra que la de Cary Grant, que dará el perfil estupendamente.
Precisamente, el nombre de Cary Grant salió a relucir como protagonista de la primera película sobre un famoso agente secreto, esta vez británico, con similar carisma y encanto que el ficticio George Kaplan, y que fue creado por el escritor Ian Fleming y bautizado con el mismo nombre y apellido que el de un ornitólogo que Fleming conoció en las Bahamas: James Bond. Podemos decir, sin equivocarnos demasiado, que el personaje de Richard Hannay, padre de Thornhill-Kaplan, es el abuelo cinematográfico del James Bond encarnado por Sean Connery, y siguientes.
Por tanto, el germen creador del estereotipo de James Bond no está en Sean Connery, sino en Robert Donat y en las notas con que le rodeó ese genio del cine que se llama Alfred Hitchcock.

12 comentarios sobre “¿Qué son los 39 escalones?

  1. Te animo a que la veas. Verás muchas escenas que luego se han repetido hasta la saciedad, y lo que es más importante, verás a Hitchcock en estado puro de genialidad por vez primera en su carrera, y ya no pararía hasta los 60-70.
    Un saludo

  2. magnífico artículo, qué diálogos, qué película… no sabía de dónde provenía el nombre de 007, tiene mucha gracia, «soy Bond, el ornitólogo James Bond…» Saludos

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