Título original: War horse
Año: 2011
Nacionalidad: Estados Unidos
Dirección: Steven Spielberg
Guión: Lee Hall y Richard Curtis, sobre la novela Michael Morpurgo
Música: John Williams
Fotografía: Janusz Kaminski
Reparto: Jeremy Irvine, Emily Watson, Peter Mullan, Niels Arestrup, Tom Hiddleston, David Thewlis, Benedict Cumberbatch, Celine Buckens, Toby Kebbell, David Kross, Nicolas Bro, Leonhard Carow, Eddie Marsan, Patrick Kennedy, Liam Cunningham
Duración: 146 minutos
Sinopsis: Historia de la amistad entre un joven y su caballo en el marco de la I Guerra Mundial.
Comentario: Da la impresión de que Steven Spielberg ha querido sintetizar en Caballo de batalla las dos vertientes de su filmografía, el cine infantil y juvenil, en el que es un maestro, y sus películas, digamos, “maduras”, en las que tradicionalmente casi siempre se queda corto o resulta fallido. En esta ocasión adapta una novela convertida en obra de teatro con un protagonista muy particular, Joey, un caballo sacado de su plácido hogar en la campiña para ser utilizado por el ejército británico en los combates de la Gran Guerra.
Filmada con elegancia, lirismo y corrección formales, la película adolece, por un lado, de personajes que superen las fronteras de lo arquetípico o de lo decorativo, lo cual acarrea que los intérpretes, siendo eficientes, no destaquen especialmente (a excepción, quizá, de Peter Mullan como padre del protagonista humano), y por otro, de un verdadero interés que no dependa del mero sentimentalismo. Construida sobre una estructura episódica, de pequeñas historias que, con Joey como hilo conductor, nos presentan distintos personajes y situaciones, unos domésticos y otros bélicos, que poco o nada tienen que ver entre sí y que fragmentan la narración con saltos de ritmo y rupturas de tono, ninguna de ellas resulta verdaderamente profunda o intensa en lo puramente narrativo, ya que sirven únicamente como pretexto emocional de la trama, esto es, la separación y el reencuentro de dos amigos, uno humano y otro equino, con un trasfondo bélico en cuyas causas, historia y consecuencias apenas se entra.
La simpleza emocional y narrativa de la cinta no se traslada a la puesta en escena, de dirección artística sobresaliente y con un gran trabajo de ambientación y un impecable tratamiento de primer nivel en la recreación de las secuencias y de los escenarios bélicos [continuar leyendo]
39escalones 
Seguro que está muy bien hecha y visualmente es espectacular… pero de momento me da una tremenda pereza… Trataré de superarla.
… Me voy a ver otra también con un caballo como protagonista. A esta me enfrento con incertidumbre… Es EL CABALLO DE TURÍN de Bela Tarr.
Besos
Hildy
Me reconforta mucho tu tibieza, porque la tuve a tiro este finde pasado y decidí dejarla pasar porque cuando ví el tráiler hace días me dió muy malas vibraciones.
Película con jovencito y mascota, por grande que sea, seguro que es un ataque sentimentalista y no me apetecen… 😉
Un abrazo.
A mí me daba muchísima pereza, Hildy, pero es que ya no tenía otra cosa que ver… Entiendo y confirmo lo de la pereza.
Besos
Es que he decidido ser bueno con Steven, Josep, porque me dicen por ahí que soy muy intransigente con él. Aunque, si lees entre líneas, la tibieza no es tanta, creo. En cualquier caso, es una película que no es preciso ver antes de morir.
Un abrazo
Pues yo también, compa Alfredo, estoy de acuerdo con el compa Josep en lo de la tibieza: creo que te has ahorrado un par de botes de cera que, en otras circunstancias, probablemente le hubieras aplicado al bueno de Steven. Pobrecillo, con lo que él nos quiere a los cinéfagos… La peli no la he visto, pero la verdad es que tampoco me tira demasiado, fundamentalmente por temática y enfoque (y conste que te lo dice uno que, como bien sabes, es bastante spielbergiano, y que le aprecia incluso en sus propuestas más flojitas). En fin, habrá que pensárselo.
Un fuerte abrazo y buena noche.
P.S. por cierto, si hay una lista de pelis que hay que ver antes de entregar la cuchara, me gustaría contar con ella. Teniendo en cuenta mis oceánicas lagunas, igual con ésa me aseguro algo parecido a la inmortalidad…
Pues fíjate que me pasa como a Hildy ¡que pereza!.Normalmente después de leer un comentario tuyo de una peli o me entran unas ganas tremendas de verla o me quedo fría.Es el caso.
Saludicos
«Spielberg, una vez más, pone de relieve sus virtudes y defectos. Gran creador de películas de entretenimiento infantil y juvenil, resulta tibio, superficial y hueco cuando de grandes dramas humanos se trata (…)»
Pues ya está, ya lo has dicho tú.
Ay, Manuel, si está claro que lo que os va es la leña…
Me acojo al comentario de Raúl para contrarrestar esas acusaciones de tibieza sin más.
Del amigo Steven habría mucho que hablar, a favor y en contra. Pero que cada vez se hace más pequeño e imperfecto, está claro.
En cuanto a esa lista, la hay: «1001 películas que deberías ver antes de morir». Es un libro-invento poco aconsejable, más que nada porque como van sacando sucesivas ediciones con actualizaciones, al final se convierte en una criba bastante absurda. Pero al menos, si tienes la suerte de hacerte con la primera edición que sacaron (con mi careto en el lateral y con Janet Leigh padeciendo la ducha de «Psicosis» en la portada), la fórmula no está todavía tan pervertida como ha llegado a estarlo después.
Mi lista personal, eso sí, distaría mucho.
Abrazos
Me alegra servirte de catalizador, Carmen, para arrastrarte a la sala o apartarte de ella, según toque. Ahora, a veces me da cosa poseer tanta influencia: mira que si me da por gastarte un bromazo…
Saludos
Gracias, Raúl, por recordarme que no soy tan tibio.
No te creo poseedor de tanta maldad,me encajas mil veces más en una peli de chicos buenos.
Saludicos
Uy, tú fíate de la Virgen y no corras…
Además, tú mira siempre lo que dicen los actores: que es más divertido hacer de malo.
Besos
George Lukas acaba de producir una superproducción sobre los aviadores de la segunda guerra mundial.Puro espectáculo,grandiosos efectos visuales y efectos sonoros que augura romper más de un tímpano.Y ahora Spielberg con otra superproducción de historia insulsa,ñoña,en fin,un bodrio cargado de escenas espectaculares donde no dice nada.Estos tipos necesitan de estas producciones superlativas para dejar al espectador anestesiado por lo puramente visual capitaneado por la espectacular banda sonora del gran John Williams.Ni historia ni nada,sólo un magnífico storyboard con puestas de sol y un mediocre homenaje a Lo que el viento se llevó.Ay,son tantas las cosas que se ha llevado el viento.
Un abrazo,amigo.
Bueno, es que Lucas y Spielberg no dejan de ser niños grandes. Y claro, hacen cosas como niños para niños. Cuando pretenden hacer cosas de adultos, suelen fallar estrepitosamente. Este último Spielberg es una curiosidad intrascendente. Es como un publirreportaje de un producto que al final ni siquiera se anuncia.
Abrazos