Mis escenas favoritas – Dos cortos de George Méliès

melies-georges-39

La linterna mágica (La lanterne magique, 1903), escrito, producido, dirigido y protagonizado por George Méliès.

El diablo negro (Le diable noir, 1905), igualmente escrito, producido, dirigido y protagonizado por George Méliès.

8 comentarios sobre “Mis escenas favoritas – Dos cortos de George Méliès

  1. Hola, Alfredo, buenos días; alguna que otra pieza de Meliès había visto con anterioridad, pero estas dos, en particular, no las conocía, y son muy, muy curiosas. Recuerdo que uno de los aspectos que más me agradó de La invención de Hugo, de Scorsese, fue su entusiasta (yo diría que incluso devoto) retrato del personaje de Meliès (no sé si también fidedigno, dentro de lo que marcan los cánones dramáticos de la ficción, claro).

    Un abrazo y hasta pronto.

    1. Fidedigno en parte, parcialmente dulcificado, teniendo en cuenta el triste final de Méliès en su ancianidad, su estado de abandono y marginación. A mí lo que más me gustó de la cinta fue cómo Scorsese, por vez primera desde que existen los sistemas 3D (que son casi tan antiguos como el cine, no nos dejemos engañar), supo ponerlo en valor otorgándole una carga narrativa, un sentido más allá de su mero carácter técnico o de simple formato: Scorsese utilizó el sistema 3D para intentar sorprender, cautivar, atrapar, a través de la magia de las imágenes, la sensibilidad soñadora del espectador, lo mismo que Méliès buscaba en el público de hace algo más de un siglo con sus trucajes visuales. Ese paralelismo me gustó, más allá de la historia de la película, que me convenció menos.
      Abrazos

  2. Así que el Cine es eso: dentro de una cámara están todos los personajes…ja,ja,ja,
    Francamente graciosos y entrañables estos Cortos. ¡Cuánta imaginación! Desde luego es impresionante cuánto ha cambiado no ya el Cine, también la concepción del espectáculo, la ingenuidad de lo mostrado y del propio espectador que asistía a ello, ¡Todo! en estos cien años.
    Merecidísimo el homenaje que quiso tributarle a Melies en su película de hace dos o tres años el director MArtin Scorsesse con La Invención de Hugo

    1. Tú lo has dicho, Carlos, ingenuidad, pero también valentía, pasión, humor, magia potagia… Un cine que todavía no había perdido la inocencia, como en la infancia más pura. Hambre por contar, por hacer sentir, por impresionar, por trastocar una realidad incómoda… Ilusionismo, atracción de feria, espectáculo ambulante… Y como consecuencia: el arte. Y también un negocio, desde luego. Pero fíjate qué concepción tan distinta del mercantilismo actual…

    1. Uno se pone en la piel de aquellos primeros públicos, mi querida Hildy, y se le pone la carne de gallina. Imagínate lo que era para la solemne gente decimonónica, o para las pobres masas proletarias, asistir a este tipo de espectáculo. ¿Por qué ya nadie aspira a eso?
      Besos

  3. Lo que me atrae de este tipo es la inocencia del pionero, es decir, la magia y la creencia de que todo era posible:Vivir, no del cine, sino dentro del cine, lo que hoy no podemos hacer los simples espectadores cuando pagamos una cuantiosa entrada en nombre de la nada.Pienso en los directores actuales (no conozco a ninguno, o me es imposible memorizar sus nombres por lo fugaz), lo poco que viven dentro de la realización de sus bodrios.

    Un fuerte abrazo

    1. Suscribo todo lo que dices. Yo, sin embargo, sí recuerdo algunos nombres de directores de hoy, porque me gusta pensar, ya que no tienen nombres de directores de cine, en qué puñetas les encaja mejor: por ejemplo, Breck Eisner, el mendrugo que hizo «Sahara», tiene nombre de mecánico de Indianápolis. Y mejor no pongo ningún ejemplo español…
      Abrazos

Replica a 39escalones Cancelar la respuesta

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.