60º aniversario de Los pájaros (The Birds, Alfred Hitchcock, 1963) en La Torre de Babel de Aragón Radio

Nueva sección de cine en el programa La Torre de Babel de Aragón Radio, la radio pública de Aragón, en esta ocasión dedicada al 60º aniversario de uno de los títulos más recordados de Alfred Hitchcock, también su último gran éxito de taquilla, aunque no, ni mucho menos, su última gran película. Una comedia de costumbres que deriva en película de terror y que, como trasfondo, hace una corrosiva crítica social a la opulenta, complaciente y demasiado satisfecha de sí misma sociedad americana de entonces.

(desde 21:26)

10 comentarios sobre “60º aniversario de Los pájaros (The Birds, Alfred Hitchcock, 1963) en La Torre de Babel de Aragón Radio

  1. En cada nuevo film de Hitchcock, se plantea la necesidad de insistir sobre su forma magistral de transmitir ideas, provocar sensaciones y emociones en el espectador, utilizando siempre métodos estrictamente cinematográficos. Y consiguiéndolo de manera precisa, noqueante a veces, “inventando” si era necesario para sus propósitos, nuevas y audaces formas expresivas que hicieran avanzar las cosas en la dirección que él deseaba. Por debajo de los mecanismos de suspense consustanciales al género por el que se le reconocía, discurrían paralelas, sin poder emerger, las aguas torrenciales de su inquietante universo personal que, sin embargo, llegaban ocasionalmente a filtrarse, impregnando de un sentido especial lo que veíamos en la pantalla, enrique­ciendo contenidos, haciéndonos perder el equilibrio al borde de vertiginosos abismos. Estremecién­donos, en cualquier caso.
    Si en “PSICOSIS” había roto el esquema y los nervios de millones de espectadores, en la que ahora nos ocupa quiso y consiguió llegar más lejos, avanzando varios pasos en su demostración de que el orden es precario, la calma, sólo aparente y el caos, agazapado, acecha nuestras confiadas existencias. Esto, evidentemente, no lo sospechaba la confiada y petulante Melanie desde su privilegiado status. Así, el film comienza con todos los elementos de una comedia sofisticada para ir decantándose gradualmente (pequeños avisos van poniéndonos en guardia) hacia el desencadenamiento de apocalípticos acontecimientos, tanto más aterradores al sernos sustraída su “explicación”, pero que servirán como doloroso vehículo para el tránsito moral de la heroína: su purificación. Todo ello, a través de una portentosa puesta en escena, plena de hallazgos visuales y geniales soluciones expresivas.
    Un saludo.

    1. De lo que no suele hablarse es de las similitudes entre Buñuel y Hitchcock en cuanto al sentimiento de culpa burgués, detalle que en esta película es clave, o una clave, para «explicar» o «leer» lo que ocurre.
      Saludos.

  2. Sí, ya lo apuntabas en esa entrevista radiofónica y no te digo que no. Bueno, esta película no tiene una “lectura” unívoca, más bien todo lo contrario, liberándonos así de ese corsé. Pero ya puestos, en ese juego de semejanzas Hitchcock-Buñuel al que aludes quizás debiéramos incluir también el cine de algún otro director como, no sé, Claude Chabrol. No obstante, en LOS PÁJAROS creo que prima sobre otras cuestiones esa constante que recorre muchas películas del maestro Hitch; me refiero a la figura dominante y condicionadora de la “madre” que ya aparecía en títulos como ENCADENADOS, EXTRAÑOS EN UN TREN, ATRAPA UN LADRÓN, CON LA MUERTE EN LOS TALONES, PSICOSIS, MARNIE… Luego, aquí, están los pájaros como elemento perturbador y desencadenante de todo lo demás (el primer ataque que sufre Melanie al llegar a Bahía Bay en su acercamiento a Mitch es el de una gaviota (femenino). Ahí lo dejo.
    Un saludo.

    1. Hombre, Chabrol es hitchcockiano de la primera hornada.

      Pero no olvidemos que el cine de Buñuel también está lleno de madres (empezando por la Virgen…), y que el lugar que en Hitchcock ocupan los pájaros, en Buñuel lo representan los insectos. Sus paralelismos son fascinantes.

      Saludos,

  3. ¡Mi querido Alfredo, todavía no me ha dado tiempo a escucharte y seguro que lo cuentas! Pero a mí me gusta un montón también el relato de Daphne du Maurier de donde saca la idea de la película. Es inquietante, se centra en una familia y no hay rastro de humor negro, pero sí ese final inconcluso y maravilloso.

    Beso
    Hildy

    1. Mi querida Hildy, bastante me has tenido que escuchar ya…

      El relato está muy bien, pero apunta para otro lado, interesante pero, en mi opinión, menos que la película en cuanto a los asuntos que apunta. En cualquier caso, al margen de adaptaciones, todo lo que he leído de ella me gusta mucho.

      Besos

  4. Mira que llego a ser tontolaba. Siempre que pones el reproductor de audio de tus intervenciones en la radio he interpretado mal eso de “(desde 21:26)”, por ejemplo, escuchando desde el principio hasta el 21:26, y me decía: “Aquí no habla Alfredo”.

    Escribir sobre la vida y el cine de Hitchcock en un artículo o peor aún, en un comentario es complicado, amigo Alfredo, porque sabemos de sobras que el universo Hitch es inabarcable por su contenido, riqueza y complejidad. Es lo que tienen, no los directores de cine, sino los artistas, porque director quiere decir simplemente un tipo que hace pelis y se acabó. Hitch es enorme (no lo digo por su “gordinflura”), sino por su enigmática y fascinante dimensión artística. Cualquier película de Hitch contiene un amplio abanico de miradas, detalles, humor, miedos, perversidades, enamoramientos enfermizos, biografía… Hitch hacía el amor con sus actrices con la cámara: las peinaba, las vestía, era como John Ferguson (Jimmy Stewart) en “Vértigo”. Esto no lo ha hecho nadie nunca porque no hay suficiente talento. Me río (y lo sabes de sobras) del cine negro de los 90, ante las obsesiones románticas, por ejemplo, de “Vértigo”: una mujer real (“Con la muerte en los talones”), que protege a un hombre imaginario (justo al contrario que en “Vértigo”). La mayoría de sus personajes ven cómo el mundo se derrumba a su alrededor, envolviéndoles en situaciones de auténtica pesadilla. Esas pesadillas no tienen, sin embargo, una base social; no se centran en las relaciones de los personajes con el mundo exterior, sino, más bien, en la fragilidad de su propia personalidad e identidad, y en los horrores que pueden encontrar en lo más profundo de su psique.

    Dijo Federico Fellini de “Los pájaros”: “No es una película; es un poema filmado”, y es como la he visto siempre, como un poema visual alucinante. Melanie Daniels está acostumbrada a comprar todo lo que desea, incluyendo los hombres; persiguiendo a su última conquista con dos periquitos enjaulados, aprende la dura lección de que el dinero no es un buen seguro de vida. Por cierto, en “Atrapa un ladrón” vemos a Gary Grant en un autobús sentado junto a una jaula con un lorito.

    Su genio y figura tenía un poder visual extraordinario, fuera de lo común. Cuando Hitck se dio cuenta que el público esperaba ver sus cameos de tal manera que se despistaban del argumento, Hitch no tuvo más remedio que ponerlos al principio de sus películas.

    He releído lo que he escrito y no he dicho absolutamente nada de Hitch, ni de su poema “Los pájaros”. Por cierto, el cuento de Daphne Du Maurier es fascinante por todo lo que no dice y la película de Hitch por todo lo que dice.

    Abrazos mil.

    PD: El «desde 21:26» ya lo he pillado.

    1. Bueno, Cary Grant está sentado junto a un loro en una jaula… Y junto a Hitch.

      Ay, todo se queda corto para hablar de Hitchcock (ahora estoy con un artículo sobre su cine y el de Buñuel, para una revista que tú y yo conocemos), pero la radio todavía más. Siempre me dejo más de la mitad de los contenidos en el tintero. La radio es muy gratificante, pero también muy frustrante cuando no te cabe todo aquello de lo que quieres hablar, o no puedes hacerlo como tú habías pensado.

      Me gustaría hacer una ‘performance’ de las suyas -de las de Hitch- en el programa de radio, o para anunciarlo. Las de «Los pájaros», por ejemplo, eran muy divertidas. En fin, a Fellini le he oído hablar muy bien de tres directores, italianos aparte (Rossellini, especialmente): Buñuel, Bergman y Hitchcock.

      Abrazos

  5. El verdadero pájaro era Hitch. Se suele hablar de las similitudes que habían en el cine de Buñuel y de Hitch. A Buñuel no le gustaba nada el cine de Hitch y el gordinflas no paraba de hablarle en aquella mítica reunión en la casa de Cukor sobre la pobre pierna de Tristana, por cierto, Buñuel tenía una perrita que le puso de nombre Tristanita. Así están las cosas, amigo mío, un lío monumental y genial.

    Algún día hablaremos sobre esas similitudes que par mí no son tantas. Las hay, por su puesto, pero…

    Más abrazos miles

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