Mis escenas favoritas – Cinema paradiso

Por si alguien no ha visto la película de Giuseppe Tornatore (caso que tiene delito), Salvatore, el hombre maduro que se apresta a ver una película, es un director de cine cuya pasión por el séptimo arte nació en su pueblo de Sicilia gracias al proyeccionista (de nombre Alfredo) del Cinema Paradiso, la sala de cine del pueblo, el cual además era el encargado de eliminar bajo las instrucciones del párroco, censor oficioso de la localidad, los pasajes «pecaminosos» que los plácidos habitantes del pueblo no debían ver por su alto contenido licencioso, cortes que son la herencia que Alfredo deja a su añorado pupilo cuando deja esta vida para irse para siempre al Olimpo de celuloide. Un diez para la música del maestro Morricone.

Esta escena nos sirve también como forma de agradecimiento sincero a todos aquellos que han hecho superar a esta humilde escalera las 50.000 visitas, especialmente a quienes nos obsequian con sus comentarios, y a quienes, aunque no comentan, sabemos que diariamente, o casi, se dejan caer por aquí y comparten con nosotros este mundo de hermosas mentiras que es el cine. Millones de besos para todos.