Mis escenas favoritas: Algunos hombres buenos (A Few Good Men, Rob Reiner, 1992)

El sobrevalorado Aaron Sorkin logra una de sus pocos grandes aciertos en esta recordada secuencia de este drama jurídico-militar que, por otra parte, no puede ocultar sus carencias y trampas morales y políticas bajo la cortina del thriller de investigación y el falso cuestionamiento de la actuación de las cloacas políticas de Washington al tiempo que se apunta al discurso neoliberal conservador del momento. Jack Nicholson y la frase «¿ordenó usted el Código Rojo?» poseen ya un pequeño espacio en la historia del cine de juicios merced a este tour de force dramático.

Diálogos de celuloide: Algunos hombres buenos (A Few Good Men, Rob Reiner, 1992)

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-¡Tú no puedes encajar la verdad! Vivimos en un mundo que tiene muros y esos muros están vigilados por hombres armados. Yo tengo una responsabilidad mayor de la que tú jamás podrás imaginar. Lloras por Santiago y maldices. Tienes ese lujo. Pero la muerte de Santiago salvó vidas y mi existencia, aunque grotesca e incomprensible para ti, salva vidas. En zonas de tu interior de las que no charlas con los amiguetes, tú me quieres en ese muro, me necesitas en ese muro. Nosotros usamos palabras como honor, lealtad, que son la columna vertebral de una vida dedicada a defender algo y no tengo ni el tiempo ni las mínimas ganas de explicarme ante un hombre que se acuesta con la manta de la libertad que yo le proporciono y después cuestiona el modo en que lo hago.

(guion de Aaron Sorkin)