Música para una banda sonora vital – Marilyn Monroe

Paradojas de la vida: Marilyn Monroe, el icono de la sexualidad femenina por antonomasia, hoy, en tiempos de mofletes huesudos, hombros y rodillas picudas y globos inflados de plástico adosados a costillares enclenques, no se comería un rosco y no hubiera pasado de los circuitos eróticos y pornográficos de su época de Norma Jeane Baker. Cosas de una humanidad que ya no sabe mirar, pensar ni sentir más allá de cuatro o cinco minutos de videoclip o de ciento cuarenta caracteres llenos de faltas de ortografía.

En fin, como diría ella misma: Pupupitú…

Canciones provenientes de Con faldas y a lo loco (Some like it hot, Billy Wilder, 1959) y El multimillonario (Let’s make love, George Cukor, 1960).

10 comentarios sobre “Música para una banda sonora vital – Marilyn Monroe

  1. Fansntástica,estupenda,con curvas,super sensual.Una pasada de mujer.
    Y con curvas.Da asco ver la pasarelas repleta de cadavéricas lolitas.
    Un pedazo de mujer.Pupupitú…
    Saludicos.

  2. … cuando estaba en EGB -ya tenía yo el cine en las venas, creo que desde que vi una imagen en movimiento me convertí en incondicional-, me compré una cinta con canciones de Marily. Y me encantaban. Las escuchaba una y otra vez. Ya más mayorcita me compré unos cds. Y los sigo escuchando. Por cierto ahora que acabo de leerte me voy a poner uno de los cds.
    ¿Que te explique racionalmente y con razones de peso por qué me gusta escucharla…? Sólo decirte o escribirte que me sigue gustando escucharla.

    Respecto al fenómeno Marilyn que sigue aún al pie del cañón. No se deja de escribir (ficción, novela, cuentos, teatro, canciones, poesía, ensayo, libros de fotografía, artículos, columnas y reportajes…) ni de filmar (documentales, películas sobre su vida…) ni de reproducir su imagen en pósteres, camisetas, bolsos, distintos accesorios o ser inspiración de obras de arte y no arte… Es el claro ejemplo del ser humano que deja de serlo y se convierte en icono y representación.

    Muchas miradas me interesan. Marilyn el símbolo sexual… trágico. Ella encarnó a la mujer que se niega a ser únicamente objeto y cómo la industria que la aupó para ganar y ganar a su costa… luego no tuvo problema alguno de vomitarla y hundirla. Y seguir ganando con ella después de su muerte en soledad. Sigue dando beneficios…

    Besos
    Hildy

  3. Y mucho mejor actriz, Carmen, de lo que nos han querido contar. Inconstante, irregular, pero con muchísima hambre.
    Saludos

    Sin duda, mi querida Hildy, es el paradigma de juguete roto. Y se rebeló, luchó con uñas y dientes… Pero todos a su alrededor jugaban en contra. Su desgracia fue confiar en personas que nunca la quisieron, o no como ella necesitaba, y que se aprovecharon de ella y/o de su cuerpo.
    Besos

  4. Tengo -en vinilos, porque soy más veterano- varios discos de Marilyn y he de confesar que prefiero escuchar cómo canta imaginándola, porque las coreografías que le hicieron bailar no me acaban de gustar mucho.

    Prefiero verla como actriz tanto de comedia como dramática y jamás olvidaré la impresión que me causó viéndola en The Misfits en una noche cinéfila del UHF en v.o.s.e., hace muchísimo tiempo ya.

    Un abrazo.

  5. Es que bailar, bailar, digamos que no era lo suyo… Y maldita falta que le hacía.
    En «Vidas rebeldes» es más ella misma que nunca, está realmente soberbia. Le da doscientas vueltas a sus compañeros, que no son mancos precisamente.
    Un abrazo

  6. Pues conmigo Mariltyn se seguiría comiendo todos los roscos hoy en día. En este número lleva el mismo vestido con el que le hizo el amor a Tony Curtis, sin quitarle la ropa, en una escena que le hizo sudar… Desde luego ese vesitdo, en los cincuenta o en la actualidad, no pasa desapercibido. Un abrazo Alfredo.

    1. Bueno, ya veo que te van las ancianas, porque ahora Marilyn tendría… ¿86?
      Siempre han dicho eso de la famosa escena; yo nunca me lo he creído. Y creo que Curtis tampoco se lo llegó a creer nunca.
      Un abrazo

  7. Bueno, compa Alfredo, que conste que yo abomino de las ‘queitmoses’ y demás arquetipos de belleza femenina actual basados, básica y generalmente, en el más lamentable raquitismo (que se pretende hacer pasar por delgadez elegante y fina…). Pero no por eso Marilyn es mi tipo, ni en lo físico ni en lo artístico; no le discuto su potencial ‘erótico-festivo’, brutal (no dudo que fuera capaz de poner a hacer zanjas a un pelotón de eunucos…), pero, en fin, como decía hace mucho tiempo una compañera de un foro ‘internetero’, ‘cauno’ con sus ‘caunás’…

    Un fuerte abrazo y buena semana.

  8. Suscribo tu comentario, Manuel, al cien por cien. Pero a cada uno lo suyo: si no fuera por Marilyn, no sé si las mujeres llevarían vaqueros. Probablemente, no. «Río sin retorno».
    Abrazos

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