La pesadilla de la caza de brujas iniciada por Joseph McCarthy salpicó a grandes nombres de la cinematografía norteamericana: Gary Cooper, Humphrey Bogart, Ronald Reagan, Joseph Losey, Arthur Miller, Robert Taylor, Charles Chaplin, John Garfield, Bertold Brecht, Marc Blitzstein, Dashiel Hammett, Edward G. Robinson, Sterling Hayden, Elia Kazan (cuya legendaria delación propició su pésima fama como persona y su obra maestra, La ley del silencio), Burl Ives, Jeff Corey, o Jack L. Warner, por citar algunos.
Los primeros llamados a declarar en el Comité de Actividades Antiamericanas son conocidos como «Los diez de Hollywood». Este grupo lo conformaron ocho guionistas, John Howard Lawson, Dalton Trumbo, Albert Maltz, Alvah Bessie (célebre ex-brigadista en la guerra civil española, lo cual facilitó su condena), Samuel Ornintz, Herbert Biberman, Ring Lardner Jr. y Lester Cole, un productor, Adrian Scott, y un director, Edward Dmytryk, el autor de Encrucijada de odios o El motín del Caine.
De ellos, unos consiguieron seguir trabajando un tiempo bajo pseudónimos, otros fueron rehabilitados por su innegable competencia y calidad, y el más contestatario, Herbert Biberman, se marchó a Nuevo México a rodar una película subversiva que rebosaba de propaganda de izquierdas. La sal de la tierra se considera una de las primeras películas independientes del cine norteamericano, hecha por supuestos comunistas, y por tanto, ideológicamente parcial. Utilizando actores no profesionales, mención especial para ese cañón que es Rosaura Revueltas, narra la ficticia historia de un conflicto minero entre los trabajadores mexicanos y sus patronos yanquis, pero se recuerda sobre todo, por defender valores feministas totalmente ausentes del cine oficial de aquella época. A modo de Aristófanes, son las mujeres las que cogen las riendas de la situación cuando los hombres empiezan a flaquear en su lucha social. Aunque la película parece ingenua, pasada de moda, su mensaje igualitario y reivindicativo de los mínimos derechos laborales que aún no están reconocidos en la mayor parte del mundo, sigue siendo poderoso y su enfoque sigue resultando inteligente, y con toda la vigencia a pesar de estar realizada en 1953. Además, resulta muy entretenida y sobrecogedora. Absolutamente recomendable su visionado.
Mucho tiempo después, en 2000, el director inglés Karl Francis realizó En el punto de mira, coproducción hispano-británica protagonizada por Jeff Goldblum, en la que se narra la historia de Herbert Biberman y las peripecias de la gestación, el rodaje y el estreno de La sal de la tierra, una película que en Europa fue muy exhibida y premiada, y que sin embargo en Estados Unidos, la tierra de la democracia, fue censurada hasta 1965.
Primero de mayo – La sal de la tierra
39escalones 
Joseph Raymond McCarthy, durante sus 10 años en el Senado, McCarthy y su equipo se hicieron famosos por sus investigaciones agresivas sobre personas en el Gobierno de los Estados Unidos y otros sospechosos de ser agentes soviéticos o simpatizantes del comunismo infiltrados en la Administración pública o el Ejército(…)
De Wikipedia.
Saludos
Gracias. Este McCarthy no desentonaría en el gobierno americano actual. Un saludo.
Herbert Bibermant fue un gran director y un buen tipo. Cuando ves «La sal de la tierra» entiendes la importancia de su cine y lo mucho que ha influido en directores después.
Y el título es precioso.
kisses,
Pues sí. Y fue el que mayor precio pagó de todos los defenestrados del McCarhysmo. Otros, como Dalton Trumbo, volvieron por la puerta grande, pero él nunca volvió a ser ni la sombra de lo que fue. Otra injusticia más contra un buen tipo.
Besos.
las ratas ricardas ansiosa de dinero y poder seguirán sangrando a «la sal de la tierra» hasta que esta lo impida.
¿Gary Cooper y Ronald Reagan también estuvieron en el bando de los demonizados?
Bueno, mucha gente tuvo que declarar, Carlos, no quiere decir que todos fueran sospechosos de comunismo: otros iban, simplemente, a acusar a otros (como Elia Kazan) o a testificar confirmando acusaciones (como Edward G. Robinson).
Como el mundo es una veleta…por eso lo decía.
De todas formas, es curioso, comentas que la denuncia a este Alvah Bessie se vio corroborada por haber colaborado en nuestra guerra civil en el bando republicano, y si no recuerdo mal Gary Cooper protagonizaba una peli basada en Hemingway interpretando a un brigadista…¿me equivoco?
Porque me da en la nariz que Cooper sería el simbolo del americano ideal ¿no? Como me cae bien, espero que no fuera un delator…
No, no te equivocas. Pero, en cambio, durante la guerra, el presidente Roosevelt prohibió la filmación de películas sobre el conflicto español (una protagonizada por Henry Fonda se vio cancelada una vez empezada). «Por quién doblan las campanas», protagonizada por Cooper e Ingrid Bergman o «Las nieves del Kilimanjaro», con Gregory Peck y Ava Gardner, son ya posteriores, una vez terminada la guerra y una vez que los EE.UU. apadrinaran la dictadura fascista de Franco por su anticomunismo y el interés de situar bases militares en España.
Cooper era uno de los «buenos chicos» americanos, en efecto, aunque en la guerra estaba empezando y aún no tenía forjada esa imagen del todo, al menos no tanto como más adelante; el número uno en este aspecto ya era John Wayne. De hecho, Wayne, que todavía era un segundón pero con mucho éxito gracias a sus primeros westerns (estaba a punto de rodar «La diligencia» con Ford), presidió el comité de apoyo a Franco en Hollywood durante la guerra, mientras que Charles Chaplin no aceptó presidir el comité pro-republicano. Durante la caza de brujas, décadas más tarde, Cooper, Wayne, Robinson fueron a testificar, mientras que otros como Bogart, Mitchum, etc., fueron a exculpar a compañeros y a cagarse en McCarthy. Y Chaplin se tuvo que exiliar por culpa de las acusaciones de comunismo, y eso que intentó no postularse demasiado claramente, razón por la que rechazó presidir el comité pro-republicano en Hollywood.
Curiosidades del politiqueo de las estrellas…
Me alegro por Bogart (y esposa) y por Mitchum. Alguna vez te he dicho que me son muy simp´ticos. Sí, aunque no haya intimado con ellos.
Bueno, si hubieras intimado, Carlos, a lo mejor no te eran tan simpáticos. Nunca se sabe… Por cierto, ¿sabías que Mitchum editó un disco en el que cantaba calipsos (ése estilo de música consistente en cantar con maracas, camisas hawaianas y pantalones pirata canciones cutres mientras bailas descalzo por la playa)? Vamos, el antiMitchum total…
Asombroso!…pero bueno, no me es dificil imaginármelo de esa guisa, no…Un aspecto así un poco marciano, como con el sombrerito ése del asesino en El Cabo del Terror, y debajo un tipo frío. Bueno, eso en su lado malo, que también me gustaba de bueno como en El Dorado , La hija de Ryan ó Solo Dios lo Sabe.
Ya, Carlos, pero uno de los tipos duros por excelencia como precursor de Georgie Dann…
Exagerao! Quizá se pareciera más a Elvis, que me parece que tenía alguna película disfrazado así… Oye pero ¿tenía buena voz al menos?, Michum, digo…
Psé. Si te repones del shock cuando sabes que es Mitchum… Lo que pasa es que los calipsos dan poco juego.
Con tu amor al baile…Tú has bailado esto seguro. En alguna juerga playera, me apuesto una uña.
Has perdido una uña, Carlos.
¡ Muy buenas tardes, intrepido Marinero, amante del buen Cine Social…! Desde «Radiopolis. Sevilla»: Radio de la Ciudadanía. (www.radiopolis.org ), me ha parecido muy interesante y ameno, el artículo dedicado a esta gran película y su director, que une de modo admirable y comprometido: ficción y una realidad de los trabajadores latinos de minas en N.Mexico. La vi en Barcelona a comienzos de los 80 en la Filmoteca y se abrió un espontaneo debate-forum al final con mucha participación e interés, acabamos con una muy grata tertulia en un café. ¿ Sabes si está editada en DVD y quién la edita. ?. Si te parece bien y quieres conversar con nosotros, facil, contacta conmigo y hablamos. ¡ Mis felicitaciones por tu estupendo Blog_Bitácora, que voy descubriendo y seguimos en buena conversación, mis saludos ! Antonio Ayala
Muchas gracias.
Lo está, amigo Antonio, desde 2005, a cargo de Sherlock Films S.L., de Madrid. Aunque ya no puedo asegurarte que esté en el mercado, visto cómo algunas películas aparecen y desaparecen de catálogo.