Alfred Hitchcock presenta – La soga (Rope)

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Esta breve pero compleja obra del genio Alfred Hitchcock rodada en 1948 tiene mucha tela que cortar a pesar de sus breves ochenta minutos de duración. En primer lugar, la película pretende ser un golpe sobre la mesa del propio Hitchcock ante su tortuosa relación con David O. Selznick, el productor que le había llevado de la mano a Hollywood. Como ya se ha dicho en otras entradas de esta misma sección haciendo un poquito de historia, las dificultades para el entendimiento entre ambos propiciaron que Selznick cediera al director inglés a otros estudios a cambio de sustanciales ingresos. Enfurecido por el fracaso de El proceso Paradine (1947), Selznick cerró otro acuerdo de cesión con Universal, y ésta, de buen grado, le dio plenos poderes a Hitchcock para que hiciera la película que quisiera. Y Hitchcock volvió a rodar una joya.

La película está basada en una exitosa obra teatral de la época, del mismo autor que Gaslight, también llevada al cine en 1944, (titulada en España Luz que agoniza) y que tras la adaptación por Hitchcock volvió a ser llevada al cine en 1959. La historia es conocida: dos antiguos compañeros de instituto que comparten piso y mucho más (John Dall y Farley Granger) acaban con la vida de un tercero para experimentar emoción intelectual, siguiendo los oscuros postulados de un antiguo profesor de filosofía, Rupert Cadell (James Stewart), entre cuyas enseñanzas había perlas como que «el asesinato es un arte y como tal debería seguir siendo privilegio de los seres superiores». Con apenas disimulada idolatría por su antiguo profesor, deciden seguir sus enseñanzas, y autoadjudicándose el carácter de seres superiores ahorcan a David (impactante primera imagen de la película, en una inverosímil forma de ahorcar a alguien) e introducen su cuerpo en un viejo arcón adquirido en un viaje por Italia. Pero la obra maestra de su superioridad intelectual consistirá en dar una cena en el piso, precisamente a la que el muerto, sus padres, su novia, un antiguo novio de ésta, y el propio Rupert, están invitados. Cuando se les ocurre utilizar el arcón como mesa para disponer el servicio, el círculo de su rocambolesco ensayo queda cerrado, como un altar del sacrificio, donde David es el homenajeado, aunque los invitados no lo sepan.

Pero al maestro no le interesaba tanto la trama como las enormes posibilidades técnicas y las innovaciones que podría poner en práctica en el rodaje, la mayor parte de las cuales eran producto de sus estancias en la UFA alemana durante los años veinte. Hitchcock decidió rodar una película teatral, con un único decorado por el que constantemente estuvieran moviéndose todos los personajes, en un alarde coreográfico tan complicado o más que en el género musical. De hecho, el suelo del estudio estaba repleto de marcas de colores que señalaban la trayectoria de cada actor, de cada técnico, además de todos los asistentes que con un complicado engranaje de cuerdas, sogas (valga la ironía) y poleas movían las paredes, muebles y demás decorados para permitir la colocación y el transporte de las pesadas cámaras en la perspectiva que interesara en cada momento a Hitchcock sin por ello tener que detener el rodaje, fórmula desquiciante para los actores, más pendientes de sus movimientos por el estudio que por su papel (no son pocos los momentos de desconcierto reales, sobre todo del limitadísimo Farley Granger, que se perciben en los actores, si bien Hitchcock decidió no cortarlos porque repercutían positivamente en la trama como formas de sugerir la inquietud de los propios personajes). Pero además decidió rodarla como si filmara una obra de teatro, es decir, sin aparentes cortes y sin que el montaje fuera percibido por el espectador. Por tanto, la película tiene ocho rollos y en la misma se producen solamente siete cortes que, camuflados en primeros planos de una espalda o en rincones oscuros logran transmitir al espectador la sensación de que la película transcurre en tiempo real.

Pero no sólo resulta interesante la truculenta trama y la capacidad técnica de Hitchcock para regalarnos esta obra tan inteligente, sombría y divertida al mismo tiempo. Hitchcock no es capaz de sustraerse a su habitual sentido del humor, e introduce toda una serie de ingeniosos diálogos (obra de Hume Cronyn, actor con Hitchcock en The shadow of a doubt, de 1943), emulando al tipo de comedias de crímenes estilo Arsénico por compasión (Frank Capra, 1944). Hay toda una serie de riquísimos diálogos («¿qué hace ahora?», «es editor», «¿algo interesante?», «Rupert edita libros de filosofía», «letra pequeña, palabras elevadas: mal negocio»; «¿te gusta este cuadro? es de un americano de la escuela primitiva», «conozco a un miembro de esa escuela: mi hermana pequeña tiene cuatro años, y lo que pinta es muy primitivo»…) que en esta ocasión Hithcock reserva para los papeles femeninos, completamente alejados de los típicos retratos eróticos de las heroínas de sus películas: la novia de David (Joan Chandler), irónica y mordaz, la criada de los dos muchachos, lo que se conoce popularmente como ‘maruja’, y la tía de David (el padre de David, interpretado por el gran actor Sir Cedric Hardwicke acude a la cena con su cuñada ya que su esposa está en cama con catarro, hilo argumental aparentemente caprichoso pero que más tarde justifica una serie de entradas y salidas a telefonear que descongestionan el cuadro de personajes y espacios), una enloquecida vidente que no para de decir insensateces en todo momento (excepto cuando predice a Granger, al autor material de la muerte, y pianista profesional, «estas manos le harán un hombre famoso»). Además está el componente homosexual, apenas velado, algo muy transgresor para la época que despertó muchas suspicacias (no era nueva la curiosidad de Hitchcock por los homosexuales, al menos desde que conoció a Ivor Novello en Inglaterra se sintió tremendamente atraído por ellos, no en un plano sexual, sino en cuanto a su imagen social). En ningún momento se dice que la pareja de jóvenes sea una pareja en sentido estricto, pero todo lo indica desde el primer momento: existe una relación de dependencia demasiado estrecha entre ambos, viven juntos pero siempre se refieren «al dormitorio» (ha de entenderse único) cuando alguien pregunta dónde está el teléfono, y lo que cuentan los propios personajes permite suponerlo sin necesitar mucha imaginación («me lo llevo al campo para que practique»). Por último, está el componente ideológico. Hitchcock, como otros intelectuales de la época, horrorizados por las tragedias de la Segunda Guerra Mundial, sobre todo con respecto al exterminio de judíos, al que Hollywood, repleto de ellos, siempre fue muy sensible, se sentía atraído por el cuerpo dogmático en el que pudo apoyarse semejante barbarie, en las ideas de superhombre, los planteamientos de Nietzche y demás patochadas. Precisamente la tesis de hombres superiores e inferiores que ha defendido Rupert ha desencadenado la locura homicida de los muchachos, aunque el propio Rupert, representando finalmente la verdadera superioridad intelectual abomina de sus teorías cuando los jóvenes, deseosos de que su admirado (da la impresión de que en más de un sentido) profesor, sea partícipe de sus logros en el campo de la práctica de sus ideas, le ponen en bandeja el descubrimiento del pastel.

Intenso drama psicológico, entretenido juego del ratón y el gato, batalla dialéctica entre rectitud moral y el asesinato aristocrático de las novelas anglosajonas de brillantes detectives, supone una obra de primer orden que, aunque considerada menor por el propio Hitchcock en la medida en que su interés terminaba en los límites de las posibilidades técnicas, es una auténtica maravilla para disfrutar, concisa, concreta, breve, pero demoledora visual e intelectualmente. Un placer intenso que permite, aun viéndola más de una vez y por tanto conociendo lo que va a ocurrir, disfrutar con el truculento episodio que sucede en un lujoso piso de Nueva York; como siempre le interesó a Hitchcock, tras las cortinas echadas de cada casa, están sucediendo cosas extrañas que no podemos ver, y que por eso mismo, resultan inquietantes.

35 comentarios sobre “Alfred Hitchcock presenta – La soga (Rope)

  1. Vaya obra maestra nos presentas hoy Alfredo, una de mis películas favoritas del maestro, y eso, teniendo en cuenta que el Sr.Hitchcock es mi director favorito de toda la historia del cine, con lo que ello conlleva, es mucho decir. Una demostración técnica, de encuadre, de suspense en un lugar tan cerrado y carente de recursos gratuitos para hacer avanzar la narracion, que se convierte por si misma y todos los elementos que la forman en una obra perfecta, sin fisuras en mi opinión, de esas que convierten el cine en arte, más allá del entretenimiento que toda película de este orondo genio siempre llevaban consigo.
    No hay palabras para describir tan excelsa pieza de orfebrería.
    Un abrazo

  2. Sí, es una obra maestra. Digno de estudio no sólo para futuros cineastas, guionistas, cámaras, también para siquiatras y demás personal. Yo siempre que la ponen en la tele digo… voy a ver un poco nada más, total, ya me la conozco, y al final la veo entera. Unas 6 ó 7 veces la he disfrutado, y ahora mismo la volvería a ver. Yo creo que lo de mejor de Hitchcock está aquí. Sí, ya sé, ya sé que es arriesgado lo que digo, pero para mí esto es un trabajo de joyería, lleno de dificultades resueltas con maestría. Y lo digo yo que no soy fan del maestro del suspense. Aunque confieso que gracias a Sir Alfredo II estoy conociéndolo mejor y apreciando algunas cosas. Aunque sigo aborreciendo algunas pelis.

    Kisses sin soga, of curse

  3. Iván, sin embargo para él (con las debidas precauciones, porque era un poco embustero), esta película no pasaba de la mera curiosidad, y decía no haber tenido interés alguno por la trama principal. Yo estoy de acuerdo contigo, y creo que Hitch no decía toda la verdad. Pero, así era él.
    Abrazos

    Entrenómadas, cuéntame qué pelis de Hitchcock aborreces, a ver si consigo que cambies de idea (déjame adivinar, una es «Psicosis», otra «Marnie», y otra más «Los pájaros»… ¿puede ser?).
    A mí ésta me encanta, es de mis favoritas, y su sentido del humor es absolutamente negro. Por cierto, los actores salieron hasta el gorro; en su siguiente film, «Atormentada» («Under Capricorn», 1949), repitió la misma técnica, y fue la última vez: los actores casi se amotinan.
    Besos, of course

    Juansintierra, gracias por asomarte a esta escalera. Buena peli.
    Saludos

  4. una obra maestra de Hitchcock, quizá uno de los directores con más obras maestras de las historia del cine… ¿qué decir de Vértigo, por ejemplo, que ha influido en multitud de cineastas como Chris Marker por ejemplo, y cuya atmósfera aún no ha sido siquiera contorneada? Felicidases una vez más y saludos.

  5. Pues si, Hitchcock tenía un sentido del humor muy marcado, no olvidemos que era británico y ese humor es muy especial. Por cierto, se me olvidó comentar que con esta película desarrollé un análisis personal desmenuzando los aspectos técnicos y de montaje, analizando sus recursos visuales y de progresión narrativa, cosa que adoraba hacer con el gran genio que es este cineasta. Es tremenda la película, como otras de este director, siendo mi favorita, y creo que ya he comentado alguna vez, «La Ventana Indiscreta». Que delicia hablar de este director, de verdad.
    Saludos!

  6. Lo has dicho: desquiciante… Una dirección tan sui generis, tan inverosímil, que pareciese querer sacar de quicio a los autores. Pobrecitos: valdría mucho el detrás de cámaras: es decir, cuando dejan de rodar y se va por un café: o a dormir: ¿qué llegarán a pensar de Alfred?

    ESto del tiempo real lo he vuelto a ver en Suwa en Una Pareja Perfecta. Creo que es sencillo pensar que no hay nuevo en la película: no ha que ir a cine, poque de seguro es solo abrir las páginas de un periódico: y ahi está. Es siempre bueno preguntarse, y creo que ahí está la clave: ¿qué es vida real?

    – Y ayer me vi The War Zone: durísima. Contundente como pedía. De hecho es tan dura que me tocaba pausarla y tomarme un respiro. Este Tim Roth no se viene con medias tintas… otro desquiciado.

    abrazos!!!

  7. Pues nada, nada, Lucía, a verla de nuevo.. Cuidado cuando te inviten a cenar por ahí, sobre todo si tienen un arcón en casa…
    Besos

    Samuel, cierto, pero «Vértigo» también está a su vez influida por otros, como por ejemplo el maestro Buñuel («Él»). Hablaremos largo y tendido de ella en algún momento.
    Saludos

    Iván, a él la que más le gustaba (o al menos eso decía) era «La sombra de una duda» (1943). Pero disfrutaba como un niño con cualquiera de sus trabajos, y desde luego, adoraba otras de sus películas como «Encadenados», por ejemplo. Otras no. Yo creo que terminó más satisfecho de «La soga» de lo que él mismo reconocía, precisamente por todo eso que comentas.
    Un abrazo

    Malvisto, de Alfred todo el mundo tenía pensamientos contradictorios; alababan su genio, pero convivir con él resultaba a veces terrible; sobre todo para las actrices. Sin embargo, todos unánimemente decían maravillas, profesionalmente, de él. En cuanto a ese «¿qué es la vida real?», desde luego, no es lo que el cine muestra, por muy realista que parezca, el cine sólo es un sueño, bello u horroroso, pero un sueño.
    Buena sugerencia.
    Abrazos

  8. Cuando vi esta película me llamó mucho la atención ese baile teatral de personajes sobre un escenario único. Ahora, sabiendo todas las complicaiones técnicas para rodar esto, aumenta, si cabe, mi admiración. Los genios no se contentan con hacer lo que ya saben, siempre intentan ir un poco más allá.

  9. Así es Minerva, y a Hitch le gustaba ir siempre un poco más allá. Hablaremos un día del primer «Frenesí», proyecto frustrado de 1966 (con el mismo título que su film de 1972) sobre un estrangulador de jovencitas. Tuve la oportunidad de ver unos fotogramas y alguna secuencia, y te quedas patidifuso al contemplar las escenas de desnudo y de sexo y la estética tan moderna, tan actual, que Hitchcock pretendía utilizar. A los productores les pareció demasiado… y se la cargaron.

  10. Esta peli la reviso cada dos años, me encanta el modo en que esta rodada, casi sin cortes. Una excelencia. Ah, y GasLight, aunque no sea de Hitchcock, tambien es de mis favoritas… si es que llevas unos dias que me recuerdas lo mejor de lo mejor 🙂

    James Stewart aqui… excelente, que mas se puede decir de el…

    Un abrazo

  11. Un Hitchcock es un Hitchcock.Creo que todavía no se ha dicho todo sobre el inagotable cine del genio.Todo es un gran misterio,como en los grandes cuadros de Velázquez.
    Llevo estudiando durante muchos años las obras de mis tres realizadores favoritos:Hitchcoch,Buñuel y Fellini.
    Un fuerte abrazo,amigo.

  12. AdR, en realidad hay unos cuantos cortes; el hallazgo técnico principal consiste en intentar que tales cortes no se noten, y en algunos lo consigue mejor que en otros. Espero poder mantener el nivel.
    Un abrazo

    Francisco, casi haría falta una vida para cada uno… El misterio es el primer paso, la seducción hipnótica de la imagen.
    Un abrazo enorme

  13. No creo que se trate de una película de miedo. Si hasta el suspenso es una coartada para tratar las perversas relaciones de poder entre los personajes principales. Así como «El caso Paradine» usa la apariencia de una «trial movie» para hablar del amor y las relaciones de pareja, en esta utiliza una estructura de comedia teatral de salón que, de haberle puesto más humor, se habría convertido en una típica comedia inglesa con muertos de cuerpo presente. Años después «Compulsión» trataría casi el mismo tema, también con mucha fuerza, aunque sin la visión estética rompedora de Hitch que, y creo que importa para situarlo en época, se veía amenazado por el creciente auge de la televisión.
    De ahí este magistral «tour de force» de complicada hechura.
    Perfecto John Dall, si no me equivoco, un gran actor con poca fortuna.

  14. No, Cacho de Pan, no es una película de miedo, sino una especie de divertimento en dos vertientes: uno criminal para el público, y uno en forma de reto técnico y artístico para el director. John Dall, en efecto, tuvo mala suerte. Años después podemos verlo en «Espartaco», como cachorro de Laurence Olivier, algunos westerns, algo de serie B, y poco más.

    Noe, es que los Lunnis, bien mirados, tienen lo suyo…

  15. Hola, encontré tu blog buscando críticas de películas y he visto la reseña de ésta, que ví hace muy poco.

    Estoy totalmente de acuerdo en que a pesar de ser una película muy sencilla y sin grandes pretensiones, tiene un guión fantástico, unos personajes muy interesantes y unos diálogos magníficos y divertidos. Me sentí mal por gustarme la pareja protagonista con lo retorcidos que son, pero es que los tíos tienen carisma (al menos para mí) ^^.

    Y lo de que son gays sí que se nota bastante. Mi madre decía que no, pero hay escenas donde parece que se van a dar un morreo de un momento a otro de lo super cerca que están XD. Lo del «dormitorio», cierto, no me había fijado en eso…Y tambien está el como domina/protege uno al otro y éste se deja (y además dice cosas como «te estoy decepcionando»), algo muy raro si sólo fueran amigos.

    Respecto al personaje del profesor, me cae mal. Porque tú no puedes enseñarle a tus alumnos adolescentes teorías como que «matar es un crimen para la mayoría pero un privilegio para unos pocos» o que «se podrían resolver problemas como el desempleo o la pobreza» y luego tachar a los otros dos de asesinos. Que vale, lo son, por supuesto, pero tú no eres mucho mejor si piensas igual.

    O quizá yo no he entendido bien al personaje pero no me gustó su actitud.

    Ah, y la novia de David es genial tambien. Una mujer muy divertida y «actual» para la época en la que se hizo la película.

    Por cierto, lo de admirado en más de un sentido, ¿te refieres a que les gusta el profe? Diossss, no, qué trauma =_=.

    Bromas aparte, me ha encantado tu reseña y coincido plenamente con tu opinión.

  16. Gracias Laura, en realidad si te fijas ellos lo que esperan es que Rupert les pille. Es una admiración intelectual, pero también ganas de que se introduzca en su juego. Efectivamente, el personaje de Rupert comienza representando todo eso que tú dices, pero evoluciona y rectifica. Ésa es la mayor condena para ellos.
    Saludos

  17. Sí, tienes razón. Se veía claramente que querían que les pillase porque se lo ponen todo en bandeja, supongo que porque pensaban que iba a entenderlo. Y de hecho hasta antes de que vea el cuerpo del otro chico pensaba así, por eso no entiendo ese cambio tan repentino o_o.
    Por otro lado, el final queda muy abierto, ¿no?. O sea, viene la policía y todo eso, pero no se sabe a qué los condenan o incluso s los acaban cogiendo.

    Esta peli me recuerda tambien un poco a la de «Crimen Perfecto», tambien by Hitchcock, porque el protagonista tambien quería hacer un crimen impecable y lo acaban pillando al final. Me encantó tambien esa película ^^

    Besos

  18. El cambio viene precisamente de que una cosa es teorizar, y otra afrontar las consecuencias de los hechos o estar mezclado en ellos, ver el dolor en directo, vaya.
    Creo que la condena es irrelevante. El propio Stewart les advierte: «vais a morir, los dos». En cuanto a si los cogen o no, ellos mismos se sirven unas copas mientras esperan a la policía; se sobreentiende que no huyen.
    «Crimen p.» terminará saliendo por aquí también; no lo dudes.
    Besos

  19. bueno, me siento un poco tonta presentando este comentario pero me interesó demaciado los comentarios en especial los de 39escalones, y si, tienes la razón esta pelicula y otras de Hitchcock dan pie para un análisis psicologico grandicimo en especial si lo miras desde el lado psicoanalista, se puede ver las pulsiones, el ello tratando de salir, y el yo haciendo el intermediario entre el ello y super yo(en los dos personajes peincipales)mm es muy interesante, quisiera que alguien más de su opinion hacerca de esto, mm y lo tengo que confesar es una de las pocos peliclas que me he visto de Hitchcock desafortunadamente mi generación no es muy fanatica de estos film, besos.

  20. La-la tortuga, gracias por tu visita y comentario. Efectivamente, el cine de Hitchcock es de un profundidad psicológica extraordinaria, acentuada con las propias filias y fobias del director (en cualquiera de sus biografías editadas podrás comprobar cuánto hay de él mismo en su cine).
    Si lees alguna de sus biografías y luego observas su filmografía desde la perspectiva psicoanalítica que citas, su cine adquiere una nueva dimensión.
    Un abrazo.

  21. Tengo que hacer un trabajo sobre este película, pero no entiendo mucho de cine. ¿Alquien me puede decir que estructura (planteamiento, nudo y desenlace) tiene la soga?? por favor!

  22. Muchas gracias, pero podrías darme unos poco más de datos(cómo va avanzando la trama desde que cometen el asesinato hasta que al final llega la policía (desde mi ignorancia me pregunto ¿no sería la llegada de la policía el desenlace?).

    Otras cosas que me han pedido porque mi profesor debe pensar que somos expertos o algo es sobre el tratamiento del tiempo (flash-backs, flash-forward, tiempo cronológico, saltos temporales, tiempo circular, etc.). ¿Podrías decirme qué emplea Hitchcock para este film? Creo que el tiempo es cronólogico y que no hay flash-forward, creo que tampoco da saltos temporales y no tengo ni idea si se da tiempo circular. Vamos que estoy muy, pero que muy perdida.

  23. Gpa, ¿has visto la película? Tú misma puedes ver cómo la película avanza desde la comisión del asesinato hasta el final, y puedes ver que hay tres momentos: el asesinato y la preparación de la cena, con la pareja de jóvenes (homosexuales, aunque en la película no se diga, pero se sugiere) y la criada en casa, es el primer acto. El segundo empieza con la llegada de los invitados hasta su marcha. El desenlace (no confundir con la conclusión) tiene lugar con la vuelta de Rupert al piso y la lucha del ratón y el gato que establece con los jóvenes.
    En cuanto a las otras cosas que mencionas, Hitchcock rodó la película con la intención de que fuera a tiempo real, esto es, como el teatro, de tirón, y por tanto no hay ni saltos en la acción ni flashbacks. Es un tiempo puramente cronológico (nota que cuando el rollo de película se le acaba, para cortar y meter un nuevo rollo en la cámara, funde en negro en la espalda de cualquiera de los invitados, para comenzar ahí a filmar con el siguiente rollo). El tiempo de la película es lineal, de principio (a media tarde) al fin (madrugada), sin saltos adelante ni atrás.

  24. Me inclino más por otras peliculas del maestro del suspenso.Es esta un experimento que puede llegar a tener muchos elogios pero al fín la pelicula resulta aburrida por sus extensos y permanentes dialogos, que hace que el espectador se pierda de detalles que podrían resultar más significativos que las multimples intervencioens de los prsonajes. Total hay que ver de todo y esta cinta en especial tiene un lugar preponderante en la historia del cine.

  25. Me parece, María Luisa, que no andas bien encaminada. La película no resulta aburrida; tú te aburres, que es distinto (el aburrimiento es una cualidad humana, no de las cosas). Sin duda prefieres un tipo de cine más dinámico, más de acción. En mi opinión, si te dejas llevar por la psicología de los personajes, por lo que buscan, lo que intentan lo que quieren eludir, no puedes aburrirte nunca. Precisamente el quid de la cuestión está en por qué dicen lo que dicen; el suspense, el misterio, el juego del ratón y el gato, ahí es donde está el suspense (que no suspenso).
    Gracias por comentar.

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