Diario Aragonés – Los Idus de Marzo

Título original: The Ides of March
Año: 2011
Nacionalidad: Estados Unidos
Dirección: George Clooney
Guión: Grant Heslov y George Clooney, sobre la obra teatral Farragut North, de Beau Willimon
Música: Alexandre Desplat
Fotografía: Phedon Papamichael
Reparto: Ryan Gosling, George Clooney, Paul Giamatti, Marisa Tomei, Philip Seymour Hoffman, Evan Rachel Wood, Jeffrey Wright, Max Minghella
Duración: 101 minutos

Sinopsis: El joven director de comunicación de campaña del principal candidato a las elecciones primarias del Partido Demócrata se enfrenta a una serie de acontecimientos que ponen en juego su idealismo y le revelan la naturaleza real de la política y de los hombres que intervienen en ella.

Comentario: Los productos que tienen a George Clooney tras la cámara son desde luego, con alguna excepción (llamada Ella es el partido, una abominación), muchísimo más interesantes que los que cuentan con él solamente delante de ella. En Los idus de marzo, título que directamente remite a la tragedia shakespeariana sobre Julio César (y su adaptación al cine por Joseph L. Mankiewicz en 1953), la traición, y la advertencia que un augur ciego lanza al dictador romano (“¡Guárdate de los Idus de Marzo!”), para acercarse desde una óptica demoledoramente crítica a la poco escrupulosa carrera de quienes viven de la política (los políticos profesionales pero también los asalariados de los partidos o los periodistas) a fin de conseguir el poder o beneficiarse de él.

La película cuenta pocas cosas que no se hayan visto ya antes. Un muchacho idealista, ocurrente, un hombre de recursos con inventiva, imaginación y espontaneidad suficientes como para manejar los distintos resortes de la mercadotecnia política y los bajos instintos, ambiciones y temores de quienes participan o asisten a la competición por la nominación presidencial (Ryan Gosling), se mueve fundamentalmente por la firme creencia en la personalidad, la capacidad y la competencia de su candidato, Mike Morris (George Clooney), sabedor de que, ante la incapacidad por parte del Partido Republicano para ofrecer a un oponente solvente que pueda enfrentarse a él, la victoria en las primarias demócratas equivale prácticamente a obtener el pasaporte a la Casa Blanca. La fe en su candidato corre paralela a su devota amistad por su mentor personal en el mundo de las campañas electorales, Paul (Philip Seymour Hoffman), un veterano de las convocatorias a comicios a lo largo y ancho del país. En su trabajo diario, en el que se apoya en un joven ayudante (Max Mighella), no falta el romance con una joven voluntaria en la campaña (Evan Rachel Wood) ni el juego del ratón y el gato con la prensa (encarnada por Marisa Tomei), utilizándola para sus fines, aliándose con ella cuando es conveniente y temiéndola, sintiendo su amenaza o prefiriendo ocultarle datos si la situación lo exige. Tampoco le es ajena la observación a distancia de las actividades del otro candidato y de su jefe de campaña (Paul Giamatti) en su común pretensión de hacerse con el apoyo de uno de los políticos clave del Partido Demócrata (Jeffrey Wright). En suma, contado así, nada que no aparezca lo suficiente en el cine político norteamericano como para resultar novedoso, revolucionario o distinto.

La virtud de Clooney reside en la más que correcta (técnica y narrativamente) traslación a imágenes de un guión que consigue [continuar leyendo]

9 comentarios sobre “Diario Aragonés – Los Idus de Marzo

  1. Pues eso, Roberto, te cuentan lo de siempre, lo que ya sabes, pero lejos de la tensión y la intensidad de, por ejemplo, «Todos los hombres del presidente», por citar una.

    El reparto es de lo mejorcito, pero desaprovechado en buena parte. Por ejemplo, lo que hace Tomei no hace falta que sea Tomei.
    Por otra parte, mira tú quién va a hablar…

  2. A ésta ya le tenía ganas y ahora todavía más.
    Coincido con lo que dices de Clooney: mejor detrás que delante de la cámara, aunque a veces tengo la sensación que va un pelín como de sobrado, como del más listo de la clase.
    El reparto, desde luego, es para nota y son muy capaces: para mí Giamatti está pelín sobrevalorado, pero sigue siendo un buen característico.

    Un abrazo.

  3. Va de listillo sí, como si el careto y la percha hubieran tenido que impregnar, por fuerza, también el genio. Que no es el caso…
    Pero como director, exceptuando la innombrable, es muy resultón. Y sí, Giammati es excelente en minutos cortos, y aquí vuelve a serlo.
    Un abrazo

  4. Por actores y argumento cuando menos interesante sera. Pero hay algo que siempre me ha resultado curioso del cine americano mas o menos relacionado con la politica. Los protagonistas, suelen ser siempre del partido democrata, nunca del republicano y si lo son alguna vez. No salen casi nunca bien parados. Simple curiosidad. Saludos y feliz año

  5. Pues supongo que por la misma razón que las películas acerca de la guerra civil suelen reflejarse desde el lado republicano; porque, de entre dos malos, siempre hay uno peor.
    Saludos, y feliz año.

  6. A ésta, como a tantas otras (qué poquito voy al cine…), le tengo muchas ganas, compa Alfredo; las referencias acumuladas son numerosas y todas muy buenas, y a mí Clooney es un tipo que, en general, me resulta convincente, tanto delante como detrás de las cámaras. Por lo demás, y aun cuando la temática y su tratamiento estén, ciertamente, muy sobados, nunca deja de asombrarme la facilidad con que los usamericanos son capaces de acerar la crítica política sin que les tiemble el pulso (y sin que al establishment parezca importarle lo más mínimo; será por lo absolutamente igual que sigue todo a pesar de obras como ésta…). Por cierto, ¿qué tal Gosling, del que no haces mención expresa, y que me parece uno de los actores más interesantes del panorama actual de aquellos parajes…?

    Un fuerte abrazo y feliz año.

  7. Pues Gosling, amigo Manuel, depende. En «Drive» me gusta bastante, su hieratismo y escasa expresividad encajan bien con ese personaje silencioso, contenido, introspectivo. En «Los Idus de Marzo» tampoco está mal, aunque quizá su personaje resulta más plano y previsible. Pero, con todo, al personaje de listillo ocurrente y sagaz le da un aire más auténtico del que estamos acostumbrados, por ejemplo, en ese monigote llamado Tom Cruise.
    Eso sí, esa facilidad de la que hablas de los americanos para hacer crítica política tiene un límite del que nunca pasan; es decir, que se permite la crítica pero hasta cierto punto. Y ahí, ni siquiera Los Simpsons se atreven.
    Abrazos, y Feliz Año para vos.

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