Mis escenas favoritas – Smoke

Todos los días 1 de enero desde hace varios años, en lo que va camino de convertirse en una solemne y absurda tradición personal, guardo un par de horas para sentarme tranquilamente a ver Smoke, producción germano-estadounidense dirigida por el taiwanés Wayne Wang sobre un relato del escritor neoyorquino Paul Auster. Esta es mi película de cabecera, la que me levanta el ánimo, a la que acudo como una vieja amiga cuando no tengo a nadie que me eche un cable.

La película contiene unas bellísimas escenas finales, la plasmación fílmica del personal universo creativo del autor, en la que Auggie relata (¿relata, o más bien inventa?) a Paul una historia vivida por él tiempo atrás, que explica como llegó a sus manos la cámara fotográfica con la que cada día a la misma hora hace una foto de la esquina de Brooklyn donde tiene su estanco, y a la que sirve de colofón la rugosa voz de Tom Waits interpretando Innocent when you dream.

El azar, la casualidad, o simplemente, una verdad disfrazada o una bella mentira inventada, el mundo de Auster hecho imágenes para mostrarnos esa extraña y mágica conexión, etérea y abstracta, frágil y voluble (como el humo), pero más firme, fuerte e inflexible que cualquier metal soldado al rojo vivo: la amistad.

Porque, si no puedes compartir un secreto con un amigo, ¿qué clase de amigo eres?. La vida no valdría la pena, ¿verdad?

BUEN AÑO PARA TOD@S desde el peldaño más alto de esta humilde escalera, que es la vuestra.