Cine en serie – Legend

MAGIA, ESPADA Y FANTASÍA (XIII)

En pleno apogeo del cine fantástico para adolescentes gracias al bombazo que supuso La historia interminable, Ridley Scott, el director que sin duda más veces ha aparecido (para bien y para mal) subiendo y bajando esta escalera, se marcó en 1985 Legend, uno de los más célebres fiascos de su carrera (dentro de los muchos que tiene) y también uno de los más recordados fracasos financieros del cine americano de los ochenta; una película cuyas virtudes y defectos se han ido agigantando, revalorizando, con el tiempo y que con el paso de los años ha ido adquiriendo un aura mítica que casi la ha convertido en un clásico de culto, sin que, eso sí, tal apelativo venga realmente justificado por el contenido.

Lili (Mia Sara) es una joven princesa, hermosísima (estaría bueno que no lo fuera) e inocente (ídem) que disfruta paseando su almibarada existencia por el maravilloso bosque que se encuentra en sus dominios. Tanto paseo y tanta escapada llama la atención de su familia, así que disimula su afición diciendo que se ocupa en visitar a unos parientes que viven por allí, cuando en realidad acude a ver a Jack (nombre muy poco fantástico para una historia legendaria, a priori), interpretado por un jovencísimo Tom Cruise, un duende o elfo verde que corretea por allí y con el que Lili, moza de lo más pura (hay que ver cómo cambia el sentido una sola letra) e ingenua, tiene una amistad muy especial, mágica, quizá demasiado. Mientras tanto, una cornuda criatura infernal (Tim Curry), una monstruosa encarnación del demonio, cornamenta incluida, se propone sembrar el mal en el mundo extendiendo la noche eterna sobre él; para ello debe acabar con la encarnación de todo lo bueno y digno que hay en el mundo matando al último de los unicornios, un ejemplar blanco que vive en ese mismo bosque, al cual sólo pueden acercarse y dominar los seres puros e inocentes como Lili (qué casualidad), y robándole su cuerno. Por eso, el diablo debe conseguir que Lili se acerque a él y lo mate, antes de, por supuesto, tomarla por esposa (o más bien tomarla a secas). Jack, Lili y otros pequeños amigos lucharán con todas sus fuerzas para que el malo maloso no se salga con la suya.

Vayamos primero con las virtudes: la película, veinticinco años después, sigue resultando visualmente apabullante, hermosísima, de lo más vigente. Casi tres décadas de avances tecnológicos y de efectos especiales no han hecho ni un ápice de mella en la belleza visual que destila, en la minuciosa y preciosista recreación de un mundo de fantasía, tanto en los personajes y atmósferas positivos como en el retrato del mal y de las características que todos asociamos a él (en especial el diseño del personaje de Tim Curry es extraordinariamente efectivo). Scott consigue una puesta de escena sublime en la que la magia y la amenazante y permanente inquietud de la latente y siempre acechante presencia del mal son dos personajes más, todo al servicio de un derroche imaginativo que encuentra una plasmación inmejorable en la excepcional labor de ambientación de los escenarios y de caracterización de los personajes. Por otro lado, la cinta es realmente breve, apenas noventa minutos, cosa que se agradece más todavía en un momento como en el actual en que cualquier tontería filmada con muñequitos y efectos especiales requiere entre dos horas y dos horas y media, si no más, de nuestra paciencia.

El problema, la razón del fiasco, viene sostenida por el argumento y por la forma en la que es presentado. La magnificencia visual no viene acompañada de una complejidad argumental que la apoye y justifique; la narración es plana, maniquea, previsible y facilona, asume una serie de postulados azucarados de la tipología Disney que casi hacen de la película una version en carne y hueso de los clásicos de esa marca, el guión resulta frío, carente de momentos de verdadera tensión o de emociones, románticas o no, realmente destacables, lo que genera distancia e indiferencia por parte del espectador. Los personajes, excesivamente maniqueos, no despiertan simpatía ni antipatía, y nunca llegan a interesar más que las envolventes atmósferas en las que se encuentran. La historia, por tanto, queda a años luz de la ambición formal y deriva en algo convencional, vulgar y tópica, que deliberadamente se aleja de todo aspecto truculento y de cualquier lectura más ambiciosa y se contenta con una bienintencionada blandura sin elaborar al servicio de una moral tan políticamente correcta como superficial.

Por último, recordar que algunas de las tomas en las que Scott muestra el unicornio fueron introducidas en el montaje del director que se reestrenó y comercializó de Blade Runner, innecesario invento comercial que empeora caprichosamente la redondez de la primera versión.

19 comentarios sobre “Cine en serie – Legend

  1. La ví hace mucho tiempo y creo que, a pesar de sus noventaminutos, me aburrió mucho. No pude entrar en el mundo fantasioso que nos ofrece Scott y creo que a partir de esta película comencé a odiar profundamente a Tom Cruise. Con «Misión imposible» acabó de condenarse a mi infierno particular. Lo que sí recuerdo es la calidad visual que mencionas como uno de los pocos aspectos positivos. Puede que aún tenga una copia Beta de esta película…

  2. Me pasó como a Marcos: la vi hace tiempo, de hecho hasta la grabé de la tele porque por las imégenes de fantasía que salían en el anuncio estaba segura de que me iba a gustar, pero los 90 minutos se me hicieron largos, y no comprendía por qué… creo que esperabs que pasara sorprendente, no sé, algo que no supiera que iba a pasar.
    Eso sí, como dices, la atmósfera mola… la recuerdo poco, pero una de las cosas que recuerdo fue una escena donde la protagonista baila con el malo.Esa parte recuerdo que resultaba… no sé, inquietante, como transmitiendo lo que se sentiría al tener tan cerca al «malo». Pero poco más.
    Por cierto, debería estar prohibido hacer así a los príncipes y las princesas, hombre… que luego le dices al niño: «mira, ese de la tele es el príncipe Carlos de Inglaterra» y el pobre chaval se lleva un desengaño.
    Bss.
    Rosa.

  3. Me temo, alfredo, que de esta serie no habré visto casi ninguna: esta me olió en su momento a «cuento de hadas» y no hice nada por verla: los elementos que cuentas tan detalladamente tampoco es que me animen a subsanar su falta, pero si alguna vez cae en mis manos procuraré verla, ni que sea para constatar que el niño Tom ya desde sus inicios era un mal actor.
    Saludos.

  4. Estados Unidos tiene una gran cultura respecto a la literatura de ciencia ficción y fantasía.Se puede decir que son unos maestros del género.Pero también se puede apreciar que la mayoría de los directores americanos no han leído nunca a sus propios autores,que son muchos.Y como resultado,acaban copiando lo peor del cuento tradicional europeo,sin entender tampoco lo que el cuento europeo encierra como tesoro.Lo mejor que podemos ver,a veces,es el arte que surge de un director que recrea su propio mundo,como puede ser Tim Burton y para de contar.¿Qué ocurre con todas estas películas que no acaban de funcionar ni con los mejores directores y los actores de moda? El arte de la fantasía requiere unos requisitos que muy pocos están al alcance.Recuerdo cuando vi Dentro del laberinto (1986)de Jim Henson.No funcionó.Lo mejor As the World Falls Down,temazo de David Bowie,pero Lewis Carroll podía seguir durmiendo tranquilamente en su tumba,al igual que Los hermanos Grimm,Perrault,Andersen,etc,con Legend.

    Gran reseña.Un fuerte abrazo.

  5. Cierto, Francisco, realmente ninguno de estos productos termina de funcionar; quizá es porque el cine ofrece de manera explícita aquella capacidad de evocacíón a la que recurre la obra literaria. Que el cine pueda matar la fantasía al retratarla, vamos.
    Gracias. Abrazos.

  6. Acabo de recordar que la vi hace muchos años…(más de los que quisiera). No dejó mucha huella, pero sí que ha vuelto, al leer tu post, ese unicornio envuelto por un halo de luz blanca que hacía que todo se iluminara a su alrededor… Y mira que llevaba tiempo escondida. (sonrisa)
    Besos

  7. Puf, ni me acordaba ya de esa película. TEngo la ligera idea de haberla visto y no habérmela creído. Algo así.
    Supongo que esa magia de determinadas leyendas se escapa al concepto de mundo fantástico de determinado cine americano.
    No sé…y que Cruise me cae fatal, pero fatal. También será eso.
    Kisikos

  8. Pues yo lo recuerdo más por el infame montaje de «Blade Runner» y por un montón de teorías freudianas sobre los unicornios…
    Besos.

    Pues será eso, Inma; a mí me resulta curioso verlo de elfo dando saltitos por el bosque, ahora que va de actor de método… En fin, olvidable, sí.
    Besos.

  9. O no los han leído (al hilo del comentario de Machuca) o los leen mal y no saben interpretarlos. Pero la cosa es que, condicionados por un elemento traductor que podríamos llamar despectivamente «disney», lo bien cierto es que suelen hacer unas mamarrachadas desde el punto de vista de la emoción, de la leche.
    Qué mono estaba Cruise, oye.

  10. Un apelativo de lo más acertado, Raúl.
    Y Cruise, monísimo; le hubieran quedado de perlas unos leotardos tipo Burt Lancaster o Errol Flynn. Seguro que la Kidman se encandiló de él en esta peli, seguro que pensó que quedaría genial colgado del retrovisor del coche…

  11. Es curioso de qué manera ha triunfado Cruise y lo mal que cae por estos lares y lo poco que se aprecian sus artes de ‘actor’. ¿Sentirán lo mismo por otras partes del mundo? ¿Cómo se entiende su éxito y su carrera? Yo nunca he sentido muchas simpatias por el Cruise y mira que el tío se esfuerza, ni tampoco caí en la adolescencia ante sus historias tipo Top gun, Cocktail o Risky Business… me daba un poquillo de grimilla (en Rebeldes o en Taps no captó en absoluto mi atención. Sus personajes me eran antipáticos).
    Tan sólo me gustó en Magnolia. Ahí dije, ostras, hay algo más detrás de Cruise. Y no te miento me lo pasé bien con él en Entrevista con el vampiro, Un horizonte muy lejano, Collateral y como se convertía en un émulo de Torrente en Tropic Thunder.
    Besos
    Hildy

  12. Bueno, supongo que es un triunfo extra-cinematográfico. Rescataría algunos de los papeles que citas junto a, quizá, «Nacido el 4 de julio». Creo que haberse convertido en estrella con la irrupción de un tipo de cine de calidad muy limitada tiene bastante que ver con la apreciación que tenemos del actor, y su encasillamiento en personajes de listillo sabelotodo, autosuficiente y condescendiente nos dice bastante de su persona.
    Besos.

  13. No la he visto y,por lo tanto,no puedo opinar.
    Si pasa a mi lado no dejaré de verla.Más por lo que cuentas de su calidad recreando muy bien el mundo de la fantasía,que por la historia en sí.
    Y ya lo siento, porque seguro que tiene fans por estos escalones,pero a mi Tom Cruise ,no me gusta ni un poquico.
    Estupendo post,Alfredo.
    Saludicos.

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