Diálogos de celuloide – Julio César (Julius Caesar, Joseph L. Mankiewicz, 1953)

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BRUTO: Si hay entre los presentes algún amigo de César, a él le digo que el amor de Bruto por César no era menor que el suyo. Si después ese amigo pregunta por qué Bruto se alzó contra César, he aquí mi respuesta: no se trata de que amara menos a César, sino de que amaba más a Roma. ¿Preferiríais que César viviera y que murieran todos como esclavos, o que César estuviera muerto para que todos vivieran como hombres libres? Como César me amaba, lloro por él; como era afortunado, gozo con ello; como era valiente, le honro, pero porque era ambicioso, le maté. Tengo lágrimas por su amor, dicha por su fortuna, orgullo por su valor y muerte por su ambición.

Julius Caesar (Joseph L. Mankiewicz, 1953).

2 comentarios sobre “Diálogos de celuloide – Julio César (Julius Caesar, Joseph L. Mankiewicz, 1953)

  1. Cómo me gusta esta película, cómo me gusta Shakespeare… Y definitivamente creo que el personaje de esta obra es BRUTO… aunque esté rodeado de otros maravillosos. Cuando vi por primera vez esta película reconozco que además de por Shakespeare, lo estaba deseando por ver a Marlon Brando como Marco Antonio. He de reconocer que con el paso de los años y con más visionados, me quedo con James Mason y John Gielgud y sus personajes. Aunque pensándolo bien para que esos personajes estén tan potentes hace falta un Marco Antonio, y Marlon lo borda.

    Besos
    Hildy

    1. Mi querida Hildy, ese es justo el punto de vista de Brando. Él escribió que se avergonzaba de tres interpretaciones que, paradójicamente, casi todos consideramos unas de las más grandes de su carrera: una es esta, otra es «La ley del silencio», y la tercera «Un tranvía llamado deseo». Por el contrario, se gustaba mucho a sí mismo en «Queimada», de Pontecorvo. En fin, aquí deja claro que siente un enorme complejo, como americano, ante los ingleses interpretando a Shakespeare. Brando asegura que los americanos jamás pueden interpretar bien a Shakespeare porque les falta el poso, la tradición, el bagaje que supone la carga histórica de sus palabras, de su inglés, de su filosofía. El americano va más al grano. Personalmente, el momento del discurso ante el cuerpo de César y su grito «¡¡¡¡cuándo tendréis otro como éééééél!!!! me pone mis pocos pelos de punta.
      Besos

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