Maravillosa partitura de John Barry para esta estupenda reinvención del mito de Robin Hood dirigida por Richard Lester en 1976, que contiene toda la carga de nostalgia, melancolía y romanticismo que destila este epílogo de la recuperada historia de amor de unos talluditos Robin (Sean Connery) y Marian (Audrey Hepburn).
Música para una banda sonora vital: Robin y Marian (Robin and Marian, Richard Lester, 1976)
39escalones 
Ay, la elegíaca y conmovedora “Robin y Marian”. ¡Qué noche la de aquel día! Recuerdo cuando la vi por primera vez en el cine matinal. Toda la chavalería reía cuando aquel grupo se despertaba por la mañana en mitad del bosque tirándose pedos. Sin embargo nadie siguió la flecha que se perdía en el horizonte al final de la película. Creo que el cine es eso. Todavía queda gente que busca el lugar donde cayó esa flecha aún a sabiendas de que sigue su curso con el mismo impulso con la que fue lanzada. ¡Socorro para los últimos estrenos de la semana! ¡Y el mundo marcha! Help! ¡Que King Vidor nos asista! ¡Y que John Barry le ponga música!
Abrazos mil y buen finde.
Ay, la elegíaca y conmovedora “Robin y Marian”. ¡Qué noche la de aquel día! Recuerdo cuando la vi por primera vez en el cine matinal. Toda la chavalería reía cuando aquel grupo se despertaba por la mañana en mitad del bosque tirándose pedos. Sin embargo nadie siguió la flecha que se perdía en el horizonte al final de la película. Creo que el cine es eso. Todavía queda gente que busca el lugar donde cayó esa flecha aún a sabiendas de que sigue su curso con el mismo impulso con la que fue lanzada. ¡Socorro para los últimos estrenos de la semana! ¡Y el mundo marcha! Help! ¡Que King Vidor nos asista!
Abrazos mil y buen finde.
Vale, vale, me queda claro, no hace falta que me lo repitas…
Fíjate que esta película es del año que yo nací, así que no pude verla en pantalla grande en su momento. Me gustan muchas muchas cosas de esta película. Su capacidad para desmitificar sin perder un ápice de encanto o de interés. Lo bien que están todos los intérpretes, en especial Richard Harris y Robert Shaw. Y la música, claro. Ese tono elegíaco y melancólico… Me gustan mucho las películas sobre mundos que desaparecen.
Un abrazo
Joer, es que no se me publicaba y luego me he dado cuenta de que aquí hay eco.
Richard Harris ya había trabajado con Lester en «El enigma se llama Juggernaut» de 1974. Así que te gustan la pelis sobre mundos que desaparecen. A mí también. Es extraño; ahora está desapareciendo lo poco bueno que queda en el mundo y nadie dice nada.
Más abrazos.
No pasa nada, así queda bien claro.
En esa peli estaba también Omar Shariff como capitán de barco. Una versión algo siniestra de la ya de por sí siniestra «Vacaciones en el mar», con el capitán aquel y el tipo que ponía cócteles de piña colada. Qué horterada… ¿Ves? Ese mundo no me importó que desapareciera. Mejor visitarlo de la mano de Foster Wallace.
Abrazos
Ay, qué tiempos. Sin selfis y mucha piña colada… Ahora sí que me voy.
El horror, el horror… Por cierto, en un capítulo aparecía Chiquito de la Calzada. Toma ya.
Mi querido Alfredo: tus últimas entradas son sobre películas que amo con locura. Tanto Forajidos como Robin y Marian. Forajidos es por uno de los motivos que amo con locura el cine negro… y a Burt Lancaster.
Robin y Marian tiene para mí una de las declaraciones de amor más hermosas del cine. Me gusta coleccionarlas.
Beso
Hildy
Bueno, bueno, dejemos la locura aparte… Peliculones, en cualquier caso.
¿Que coleccionas declaraciones de amor? ¿Pero esto qué es? Espero que hayas incluido en tu lista la de Río Bravo, cuando Chance le dice a Feathers que la detendrá por escándalo público si se pone el calzón rojo ese y ella llora emocionada porque para ella es lo mismo que una declaración de amor…
Besos