Documental – Sin piedad: el Spaghetti-western

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Cuando en los años 60 el western clásico americano parecía estar ya en definitiva decadencia para los estudios de Hollywood, en Europa surgió un movimiento de recuperación y renovación del género capitaneado por algunos directores italianos, españoles, franceses y alemanes. Sergio Leone fue su mayor exponente, con la «Trilogía del dólar», también llamada «Trilogía del hombre sin nombre», protagonizada por Clint Eastwood.

Pero además de estas coproducciones italo-españolas , y de muchas otras más que las siguieron, rodadas casi siempre en Almería, otras películas francesas y alemanas, filmadas a menudo en exteriores de la Yugoslavia de Tito, contribuyeron a rentabilizar (económicamente, casi nunca artísticamente) un subgénero del western que durante aproximadamente una década mantuvo el estandarte de las películas del Oeste lejos de sus localizaciones clásicas, y cuya importancia reside, además de en legar a la historia un puñado de títulos míticos, en su capacidad para influir, a través de cineastas como Leone, Don Siegel o el propio Clint Eastwood, en el imaginario colectivo americano del género: el western «de dientes limpios y camisas planchadas» de los Ford, Hawks, Hathaway, Mann, Wyler, Sturges, Walsh y compañía, pronto dio paso a otras películas del Oeste de estética más realista (Brando, Peckinpah, Penn, Hill, Hellman, Brooks, Furie, incluso Costner y los Coen, etc., etc.), que ya forma parte indisoluble de los iconos de esta clase de películas.

Este es el origen de esa historia.

23 comentarios sobre “Documental – Sin piedad: el Spaghetti-western

  1. Para mí que estos directores europeos quisieron divertirse, haciendo algo entre el homenaje y la parodia, y les salió algo revolucionario. Yo me alegro de que se atrevieran porque después de ver estas películas, cuando veo a los impolutos personajes de los cincuenta, la verdad, me da grima y rabia de que sus creadores no cayeran en la cuenta de cómo restaban verosimilitud a lo que querían contar ¿cómo es que tanto talento y cuidado en los detalles no les hacía caer en la cuenta en lo anacrónico de la higiene? Claro que tampoco sus conductas eran muy realistas…
    Lo que pasa es que ¡hay cada petardo! ¡y con unos aires de solemnidad! ¡y con una lentitud!…
    No sabía que hubiera un «salchichen-western» y menos que fuera rodado en la Yugoslavia comunista ¡qué bueno!

    1. Bueno, Yugoslavia, en primer lugar, oficialmente era comunista, pero no estaba alineada al 100% con el bloque soviético. Y, por otra parte, no sólo sirvió de escenario a algunos westerns baratos alemanes, sino que fue localización predilecta para no pocas películas bélicas de los 60-70, como «Los violentos de Kelly», por ejemplo, que se sitúa en Francia.
      Por otro lado, digamos que en aquel cine de los grandes estudios no importaba tanto la verosimilitud como la credibilidad (como, por otra parte, debería ser siempre en el cine; eso nos evitaría mucha morralla, especialmente hoy). Eso hace que el detalle estético sea solamente una curiosidad, generalmente insignificante ante la grandeza de los espléndidos productos que el western clásico nos ofrece.
      La verdad es que el spaghetti western ofrece, Leone aparte, pocos títulos de interés, pero alguno hay. Por ejemplo, «Brandy», la primera película de José Luis Borau, justo en 1963, el mismo año en que Leone empezó con lo suyo.

  2. Pues habrá que ver este documental… me trae al recuerdo un documental español que vi hace poco que hablaba sobre los especialistas españoles. Y cómo muchos trabajaron en Almeria y otros empezaron su periplo cuando España se convirtió en ‘escenario cinematográfico’ de Hollywood. El documental descubría a estos hombres que tienen un montón de anécdotas y que en sí mismos son todo unos personajes… El documental se llama MAÑANA PODRÍA ESTAR MUERTO.

    Besos
    Hildy

    1. Sí, sí, muy interesante. También hay un libro de relatos que aúna ambas cosas: «Vivo o muerto. Cuentos del spaghetti western». En él hay precisamente algún que otro relato referido a especialistas y dobles que han trabajado en esas películas. Entrañable y también aleccionador. Te lo recomiendo.
      Besos

  3. Que he estado pensando que esto del spaghetti, sus características realistas, quiero decir, pues no surgen sólo en el contexto del western. Quiero decir que observo que el Cine de todo tipo de los 60 es ya muy realista respecto al de los 50, no solo por la indumentaria y el aspecto, me refiero a las conductas de los personajes que ya no son tan, tan , buenos ni tan, tan, tan malos. En general todo se relativiza ¿no? y aquí vienen mis preguntas. Realmente ¿qué fue lo que motivó que las autoridades permitieran captar ya esta realidad moral? y por otro lado -de cara a la educación de los niños, bueno, y aún de los mayores, el permitir esta ambigüedad moral, ¿supuso una pérdida de control sobre la conducta de los ciudadanos? Esto, sin duda es positivo pero… ¿para los niños? ¡no sé si me entiendes! Quiero decir que la censura sólo permitía finales «recomendables» donde ganaba la heroicidad y la bondad por lo que las pelis casi eran aptas para todos públicos y sin embargo, desde los 60, los mensajes educacionales ya no están tan definidos y salvo las pelis específicas para niños, dichos mensajes no son demasiado aleccionadores. Porque cuando nosotros éramos críos, con las pelis de Sesión de Tarde, en la calle queríamos emular al héroe justiciero que sólo empleaba la violencia justa y necesaria pero con las actuales… En fin que este rollo que te suelto aquí te parecerá un discurso cavernario pero no es tal, que solo es una pregunta. Bueno, dos.

    1. Es muy interesante lo que dices, Carlos. Efectivamente, en los 60 hay un principio de transformación, que alcanzará la cima en el periodo 1967-1980, en el que el cine americano parece que va a ir por otro lado. En efecto, se vuelve más realista, más pegado a las personas y a la sociedad que el «acartonado» cine anterior. Pero no es cuestión de que las autoridades controlen el cine, sino que la antigua fórmula de los estudios se viene abajo porque no conecta con los gustos de una sociedad moderna que ya no responde a los antiguos estímulos. Pide cosas nuevas, huye de lo anterior, y eso fuerza al negocio a transformarse y a ofrecer otra clase de productos. Esa eclosión se llamó Nuevo Hollywood, y duró trece años, desde «Bonnie y Clyde» hasta «Toro salvaje». Te recomiendo un libro espléndido, titulado «Moteros tranquilos, toros salvajes», que habla precisamente de todo esto.
      Ahora bien, en cuanto a los niños y la influencia que en ellos pueda tener el cine, dices algo también muy interesante: los críos antes eran capaces de discernir, interpretar y seleccionar. Hoy no saben hacerlo ni siquiera muchos mayores. ¿Qué ha pasado? Pues precisamente lo mismo que acabó con el Nuevo Hollywood, es decir, la maniobra que emplearon los estudios para recuperar el poder y dictarle al público, y no al revés, el cine que debía ver: Spielberg, Lucas, la cultura del blockbuster, la publicidad y el márketing y el culto al «Dios taquilla». A mayores inversiones -en efectos especiales, en publicidad, etc.-, menores riesgos a fin de recuperar la inversión. Es decir, historias más simplonas, pobres, maniqueas y vulgares. Cuando el cine se vuelve banal, el público se vuelve ocioso. Cuando las facultades no se utilizan, se atrofian. Es lo que ha pasado con el cine de Hollywood, en su mayor parte, y también con su público, en su mayor parte. Muy interesante todo esto, pero excede el tamaño de un comentario, como ves.

  4. Ahora tenemos el spaghetti western en nuestra contidianidad,en nuestra rutina.La cutredad de las acciones.La suciedad de los lugares:cines,trabajo,la casa de los suegros,los escaparates de los bancos,etc.La chulería,el desierto mental,las persecuciones más rampantes,y,la banda sonora la pone los móviles y Sergio Leone nos mira y se ríe.

    Abrazos mil

      1. Jajaja…. ¡homme, Alfredo, eso no es muy justo para el gran Wallach!
        Es verdad lo de Yugoslavia: me acuerdo del hartón de reir que nos dimos en el cine, sin pensar que era tan raro como Almería y, no lo neguemos, ¡Esplugues de Llobregat!
        Me apunto ése documental para verlo con calma este verano…
        Un abrazo.

  5. De verdad que no lo es, Josep, en efecto, porque cumplir, cumple.
    Pues, no te lo pierdas: en Pinseque, un pueblo de Zaragoza, un grupo de entusiastas hizo alguna que otra película del Oeste en pleno desierto zaragozano, con un único caballo y varias motos (filmando en plano medio, para que no se viera el manillar…). Tremendas, de verdad.
    Abrazos

  6. Gracias por descubrirme este documental. Es increible la cantidad de entrevistas y material de making of que tiene (aunque destroza el final de El gran Silencio), lastima que no esté mas organizada la información.
    Podrías decirme quiénes son los tres personajes de la derecha de la fila de atrás del dibujo. Me ha encantado, ya lo tengo de fondo de pantalla.

    1. Tienes razón, es poco sistemático, aunque el contenido es más que intersante.
      Pues mira, no había terminado de fijarme en la foto… De los tres de atrás a la derecha, el del centro se me escapa. El que está a su izquierda es Giuliano Gemma, supongo que en cualquiera de sus películas («El retorno de Ringo». «El día de la ira», o, más probablemente, «Adios, gringo»). El de la derecha, es el gran Eli Wallach, Tuco en «El bueno, el feo y el malo». El que falta no lo tengo claro; puede ser Cuchillo, el de «Corre, Cuchillo, corre».
      Saludos, y gracias por parar por aquí.

      1. Gracias por la rapidez de respuesta 😉 Eres un hacha. He investigado en Google Imagenes y Giuliano Gemma está clavadito en el cartel de «La muerte de un presidente». Tomas Milian como Cuchillo luce el mismo atuendo y apariencia. Y Tuco era para que me confirmaras. Me encantan estos dibujos donde se junta todo lo mejorcito.
        Un saludo

  7. holaa entre aquí por la imagen y quisiera saber quien es el personaje que esta entre sartana y el rubio…y tmb si se puede saber el que esta entre trinity y ringo…pues los desconozco -_- osera el personaje del actor anthony steffen??

    gracias y
    saludos!!

    santana76

  8. Vi ayer un trozo de «El Coyote» de Marchent, varias escenas: una batalla en la que se superponían imágenes y otra parte más cómica en la que el prota hace de petimetre recién venido de Europa para despistar a los yankees…me sorprendió la factura, que me pareció holliwodiense, incluso, y no me habría importado nada haberla visto entera.

    1. Hay que seguir de cerca a los hermanos Romero Marchent (Joaquín, Rafael y Carlos). Algunos de sus westerns, en plena era Leone, son espléndidos. Te animo a que recuperes algunas de sus películas. Antes llega la muerte, por ejemplo.

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