Diálogos de celuloide – Balas sobre Broadway (Bullets over Broadway, Woody Allen, 1994)

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DAVID: Os digo que han leído mi obra… les ha encantado. Pero están asustados.

FLENDER: Eso es irrelevante. Irrelevante.

DAVID: No es irrelevante.

FLENDER: Lo que sostengo es… es que no hay un solo artista auténtico que haya obtenido reconocimiento en su época.

LILI: No lo entiende.

DAVID: ¿No? ¿Ninguno?

FLENDER: ¡No! No, no, no.

DAVID: ¡Flender!

RITA: Cierto. Eso es cierto. Muy cierto.

FLENDER: Piensa, piensa, esto… en Van Gogh, o… o en Edgar Allan Poe.

RITA: Exacto.

FLENDER: Poe, eh, murió pobre y aterido con su, con su gato arrebujado a sus pies.

DAVID: Oh.

RITA: Eso mismo, David. No te rindas. A lo mejor la producen cuando hayas muerto.

FLENDER: ¿Sabéis…? Yo… yo… yo nunca he estrenado una obra, y he escrito una al año durante los últimos veinte años.

ELLEN: Eso pasa.

RITA: Sí, ya pasa.

DAVID: Sí, pero eso es porque eres un genio. Y la prueba es que todo el mundo, tanto la gente corriente como los intelectuales, opina que tu trabajo es incomprensible. Eso significa que eres un genio.

RITA: Claro.

RIFKIN: Todos tenemos nuestros momentos de duda. Yo pinto un cuadro cada semana, le doy un vistazo y acto seguido lo rasgo con una hoja de afeitar.

LILI: Porque no tienes fe en tu obra.

RITA: Te ves impelido a hacerlo.

FLENDER: Bueno, en tu caso es una buena idea.

ELLEN: Yo creo en tus obras, David. Siempre he creído en ellas.

DAVID: Sí, claro, cree en mis obras porque me quiere. Pero…

ELLEN: No. Y también porque eres un genio.

DAVID: Pero… porque hace diez años yo… yo… yo saqué a esta mujer de una hermosa vida de clase media en Pittsburgh y a cambio le he dado una vida miserable.

RITA: Oye, Ellen, no lo dejes. Al fin y al cabo es un buen hombre. Las mujeres cometemos el error de enamorarnos del artista. Eh, chicos, ¿me escucháis?

DAVID: Sí. Sí, te escucho.

RITA: Nos enamoramos del artista, no del hombre.

FLENDER: Yo no creo que eso sea un error. ¿Por qué iba a ser un error?

LILI: Son inseparables. Son inseparables…

RITA: Es lo mismo. El artista hace al hombre.

FLENDER: Creo que ella tiene razón, son inseparables. No, no.

RITA: Lo siento.

FLENDER: Esto, esto, supongamos, supongamos que se quema un edificio …

DAVID: Sí.

RITA: Sí.

FLENDER: … y, y tu entras corriendo y sólo puedes salvar una cosa … Sí… elegir entre, entre el último ejemplar de las obras completas de Shakespeare y un ser humano anónimo.

DAVID: No se puede.

RITA: Pero eso…

FLENDER: ¿Qué harías? ¿Qué haríais?

DAVID: No se puede privar al mundo de esas obras.

LILI: ¡No! ¡Ni hablar! Es de locos. No puedes comparar la vida de los seres humanos con sus obras.

FLENDER: Exacto.

ELLEN: Es un objeto inanimado.

FLENDER: No es un objeto inanimado. Es arte. El arte es vida… tiene vida.

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SID: Me alegra que te haya gustado el espectáculo.

KIRBY: Me pareció extraordinario. ¿Y qué son esos rumores que he oído sobre el último novio de Helen? ¿Es cierto?

SID: Sí. Está escribiéndole una pieza a Helen para la temporada que viene.

KIRBY: ¿En serio?

SID: Es una idea que tenía desde hace tiempo.

KIRBY: ¿Sí?

SID: Interpreta a la madre de Jesús.

KIRBY: ¡Caray!

SID: Es de lo más edípico.

KIRBY:  Sí. Sí.

SID: Jesucristo está enamorado de ella y quiere cargarse al Padre. Imagínate las complicaciones.

KIRBY: Por supuesto.

SID: Y, claro está, estamos hablando con Ira Gershwin sobre la…

KIRBY: ¿Ira Gershwin?

SID: … sobre una versión musical moderna del Jorobado de Notre Dame… Quasimodo Jones.

KIRBY: Es impresionante la nueva vitalidad de Helen. Hasta parece tener la piel más tersa.

SID: Me imagino que las glándulas de mono estarán haciendo efecto.

Bullets over Broadway (1994). Guión de Woody Allen y Douglas McGrath.

8 comentarios sobre “Diálogos de celuloide – Balas sobre Broadway (Bullets over Broadway, Woody Allen, 1994)

  1. Hola, Alfredo, buenos días; una (más) de las (muchas) genialidades del maestro. Recuerdo que con esta peli me pasó algo curioso; empecé a verla con cierta desgana y poco entusiasmo, y acabé rendido y entregado. Eso sí, hace muchísimos años que no la reviso, y quizá sea buen momento para proceder en consecuencia. ¿Buen momento? Cualquier momento es bueno para una peli como ésta… Un abrazo y buen fin de semana.

    1. Es un guión excelente, de los mejores de Allen. Soporta muy bien el paso del tiempo, y tiene algunas chispas de humor realmente delirantes. Pero la gran importancia de la película está en el fondo, y eso es justamente lo que he querido recuperar con este diálogo.
      Abrazos

  2. … Qué bueno. En el primer diálogo termina planteando lo mismo que El Tren de Frankenheimer, la fallida The monuments men o La hora de los valientes de Mercero… ¿Salvar el arte o vidas humanas? La respuesta no puede ser blanco o negro, sí o no… el arte es vida y nosotros también… depende de la decisión de cada uno, de las circunstancias, del momento…, mejor, la verdad, salvar la vida de los seres humanos y el arte también, ¿no? Por eso el tema provoca tantas historias, ¿no? Es un dilema que puede plantearse y cómo resolverlo no es, a simple vista, tan fácil…

    Me pasa lo mismo que a Manuel, hace siglos que no veo Balas sobre Broadway.

    Beso
    Hildy

    1. Es un dilema irresoluble, supongo. Aunque imagino que, en una situación límite real (la aquí planteada es, sencillamente, inconcebible) el ser humano tira sobre todo de instinto. Y el instinto de supervivencia, propia y ajena, puede más que cualquier debate racionalizado sobre esto o aquello.

      Pues hala, hala, a verla otra vez. Qué suerte tenemos, ¿no? Poder ver y una otra vez maravillas como esta y no perderles nunca el gusto…

      Besos

  3. Magníficos diálogos en torno al arte y a los artistas. Ahora bien, algún artista auténtico si que ha conseguido el reconocimiento en vida … En arquitectura ahí tienes a Calatrava, sin ir más lejos …

  4. Es una estupenda película, todavía en la buena época de este geniecillo de Manhattan. También es la primera película producida por la productora fundada por su hermana (es igual que él pero con peluca y los labios pintados) y por una de sus mejores amigas Jean Doumanian. Ay, aquí todavía el viejo Woody experimentaba, buscaba nuevas formas de narrar. Sin ir más lejos, las primeras imágenes donde se ve Time Square en plena década de los locos años veinte son imágenes en blanco y negro rescatadas de la época y retocadas y coloreadas digitalmente.

    Abrazos y buenfinde.

    1. A mediados de los 90, es cierto que el viejo Woody se entrega a novedades visuales de todo tipo, a mi juicio además con muy buen ojo. Pero tiene unos momentos… Como cuando la gran actriz habla de uno de sus exmaridos, otro le pregunta a cuál se refiere, y ella responde: «no sé, el del bigote».
      Abrazos, amigo.

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