Mis escenas favoritas: Dos hombres y un destino (Butch Cassidy & the Sundance Kid, George Roy Hill, 1969)

Toda una lección de democracia participativa condensada en apenas cuatro minutos. Cuando el cine de género, cuando las películas que aparentemente son de evasión, son mucho más que eso.

6 comentarios sobre “Mis escenas favoritas: Dos hombres y un destino (Butch Cassidy & the Sundance Kid, George Roy Hill, 1969)

  1. Una película maravillosa en todos los aspectos, amigo mío un prodigio visual y emocional, una pareja perfecta para la historia del cine, un George Roy Hill prodigioso e inspirado, es decir, una película que jamás envejecerá porque es moderna, sí, un western con sabor a clásico (el viaje contado a través de fotografías y ese final con fotografía que va adquiriendo poco a poco ese tono a sepia). Lo mismo ocurre al principio que vemos una vieja película a través de un proyector con ese maravilloso sonido hoy perdido en los cines: La banda del desfiladero, todo muy antiguo y lo moderna que llega a ser a la vez. «Para ser feliz no debes profundizar ni tampoco analizar», canta el gran Paul Newman, para luego decir: «Amigo yo veo claro, es el mundo que está ciego», y sin embargo no acierta ni una porque el progreso les pisa los talones a esos dos amigos que se les ocurre mil y una manera para salvarse a excepción de separarse (la única posibilidad de escape). Su humor es refinadísimo. Estos dos amigos están en un puticlub y justo delante de ellos se está organizando su búsqueda y captura. La bicicleta tirada sobre un riachuelo a la vez que sigue girando la rueda del progreso. Butch el sabio, que la caga en aquel banco porque no recuerda como se dice en francés: «Esto es un atraco». Cuando se acaba el viaje y nos van introduciendo en el color en aquella estación de Bolivia (desde entonces no hay otra Bolivia para mi) y Sundance está que trina, sobre todo cuando pisa una buena mierda y Butch le dice a la guapa Katharine Ross: «Ya se le pasará en cuanto hayamos atracado un par de bancos». En fin, que no nos cansamos de ver esta película. ¿Quién no imitó de niño a Paul Newman subido en aquella bici intentando ligar? Gotas de lluvia siguen cayendo en mi cabeza. El cine, por aquel entonces era capaz de hacer esta clase de películas para la eternidad.

    Abrazos y buen finde, amigo.

    1. Ay, querido Paco, qué lujo de comentario, que sintetiza toda la película sin contar apenas nada de ella… Una de las cosas que más me atrae de ella es, como dices, su sentido del humor. La secuencia del salto, por ejemplo, o los comentarios sobre sus viajes de vacaciones (¡¡unos atracadores que se van de vacaciones!!). Es una absoluta gozada que conviene ver al menos una vez en versión original, para ver a Robert y Paul hablando en castellano (el doblaje español los convierte en bandidos que se hacen pasar por franceses; en el original hablan castellano). Pero, cierto, con sus lecciones de francés yo me parto. Qué grande es el cine, puñeta…

      Abrazos, amigo (llego de finde desde el finde pasado, así que…)

  2. ¡Tengo tanto cariño a esta película y tantos momentos grabados en mi cabeza…!
    Me encanta la pareja de Paul y Robert…, qué pena que además de El golpe, no hicieran alguna película más juntos. Tenían mucha química los dos. Y encanto. Pero bueno ese dúo de películas es todo un lujo.

    Beso
    Hildy

  3. Y no os lo perdáis, en un principio Sundance Kid iba a ser interpretado por Steve MacQueen , es más, fue Steve quien le dio el guion a Paul para que le echara un ojo, hasta que al final recayó en un imberbe Robert. La película hubiese sido muy diferente, porque Robert le da un aire de candor, ligero, incluso se le ve en esta escena que has puesto aquí, cuando saluda con la mano y sonríe. Yo no podría ver ahora otro que no fuese Robert, pero cuando te imaginas esta película con Steve…

    Más abrazos

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