Cine en serie – Lock & stock

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POKER DE FOTOGRAMAS (II)

Guy Ritchie es director de una sola película. Esto se dice de muchos directores y cineastas, en particular en el caso de Woody Allen, sobre el que decir que lleva rodando la misma película toda la vida es tan tópico como falso. Pero resulta que, en lo que a Ritchie respecta, es una afirmación de lo más ajustada. Aguardando con algo más que escepticismo su proyecto de Sherlock Holmes, cuyas primeras imágenes han de indignar a los buenos seguidores del detective, tanto por la, a priori, pésima elección del casting (Robert Downey Jr. como Holmes y Jude Law como Watson), como por algunas de las situaciones y de las estéticas que muestran las primeras imágenes disponibles, lo cierto es que las tres únicas películas de Ritchie más conocidas y mejor valoradas por crítica y público (la que nos ocupa, Snatch, cerdos y diamantes y RocknRolla) son auténticos clones, fotocopias unas de otras. Una fórmula, inspirada en la moda impuesta en los noventa por el cine de Tarantino, salpicada de algunas notas de costumbrismo y también de típica ironía inglesa pasada por un filtro de lenguaje grueso que funciona y en la que se siente como pez en el agua, nada que ver, afortunadamente, con sus infumables trabajos con su antigua esposa, la pseudo-cantante Madonna, pero que de repetida, va perdiendo fuelle.

En su celebrado debut, Ritchie nos introduce ya en su universo favorito: los sórdidos bajos fondos de Londres, un mundo de gángsters de toda condición, de corredores de apuestas, de jugadores de poker y tipos duros, de matones a sueldo, de esbirros y gorilas, de mujeres imponentes y de carácter, de mucho dinero y de muchos ávidos por conseguirlo. En ese ambiente, Eddie (Nick Moran), un joven jugador de cartas con antiguos problemas de ludopatía, convence a tres amigos suyos (Jason Flemyng, Dexter Fletcher y Jason Statham, en lo que supuso el lanzamiento de su carrera como duro del cine de acción) para poner en común sus ahorros y participar en la gran partida de poker organizada por Harry “El Hacha”, un mafioso del barrio que tiene negocios con los más importantes tiburones del crimen organizado británico. La partida está amañada y Eddie y sus amigos no sólo pierden todo el dinero sino que acumulan una deuda desorbitada que deben pagar en una semana, con sus vidas y el local de copas de su padre como aval. La única solución consiste en asaltar el floreciente negocio de tráfico de marihuana de unos chicos del barrio y llevarse sus cuantiosos ingresos, pero el intrépido cuarteto no sabe que todos ellos, gángsters y traficantes, deudores y matones, cobradores y rufianes, forman parte de un intrincado juego de deudas pendientes, relaciones subterráneas, tratos que no se cumplen y traiciones por interés, en el que las ambiciones de todos se encuentran entrelazadas y son origen y fin de problemas, encontronazos y no pocos disparos.

Ritchie parte así de un clásico, la cadena de acontecimientos violentos originada como consecuencias de deudas de juego impagadas, el sempiterno conflicto entre quien debe dinero, el acreedor, casi siempre un mafioso o un hombre de negocios turbios, y los gañanes que le hacen a éste el trabajo sucio de sacarle los cuartos a quien no los tiene o cobrarse en rotura de huesos y quién sabe qué más. La partida de poker trucada es así el detonante de una hora y tres cuartos de película a pesar de ocupar muy escasos minutos de ella, centrados principalmente en el planteamiento, la reunión del dinero, la –demasiado fácil- manera de introducirse en una partida de categoría y la partida propiamente dicha, aunque luego la cuestión del juego quede aparcada a favor de la lucha entre bandas a través de la reclamación de la deuda y el rocambolesco y dificultoso modo escogido para pagarla. Bien rodada, la escena de la partida de poker concentra todo el interés de la primera parte de la película, pero algo falla para que termine siendo la mejor de la misma: como siempre el destino depende de una carta, pero Ritchie, haciendo que el espectador conozca el trucaje de la partida con antelación, le resta fuerza y poder a una escena que se sostendría por sí sola y adquiriría mayor dimensión en su transcurso si el público no supiera el resultado de antemano: ciertamente, al haber informado al público, en la escena no hay suspense alguno; lo malo es que tampoco hay sorpresa. Y una escena de cartas a vida o muerte sin suspense y sin sorpresa… Si eso añadimos que Ritchie quizá abusa, como es habitual en el director, del tono y la puesta en escena videocliperos, alejándose, por tanto, de los clímax clásicos asociados tradicionalmente a estas escenas, nos encontramos con uno de los grandes defectos del director: que la fachada superficial de sus películas, atractiva y tentadora, oculta muy poco debajo.

A partir de ahí, la excesiva articulación de perspectivas y puntos de vista, el ritmo endiablado que en ningún momento decae, la magnífica banda sonora repleta de clásicos y de temazos luego convertidos en canciones de éxito, consiguen camuflar para la mayor parte del público lo plano de una historia que precisa de gran complejidad visual y narrativa para resultar interesante o novedosa, una trama que no carece de inconsistencias y giros tan forzados como increíbles, pero que prácticamente pasan desapercibidos bajo la sucesión de enloquecidos acontecimientos, presentados con gran corrección formal, un sentido del humor que oscila entre la ironía y la comicidad más burda (que acude demasiado al verbo malsonante), una estupenda fotografía y, sobre todo, una labor de montaje para nota.

Guy Ritchie consigue así algo que es propio de los grandes maestros: agradar al público, no dando lo que pide (al menos en su primer trabajo), sino arrastrándolo a su terreno para sorprenderlo, sacudirlo y terminar ganándoselo. Pero, mirándolo en el espejo de los grandes maestros o de aquellos a quienes insiste en emular permanentemente, Ritchie no lo hace a través de unas historias sólidas y convincentes, con personajes profundos o con una carga emotiva o reflexiva importante al estilo del mejor Scorsese del cine de gángsters, sino con ritmo, música, coartadas narrativas, mezcla de violencia y humor y ligereza argumental, al estilo del mejor Tarantino. Con todo, el triplete de Ritchie es lo mejor de su obra, y por lo que se ve en el horizonte, así va a seguir siendo por mucho tiempo. Eso sí, para pasar de director a cineasta tendrá que inventarse algo más que versiones desquiciadas de clásicos de la literatura y cine de pandillas mamporreras.

Post realizado con la colaboración de pokerlistings, una de las mejores páginas de poker online

45 comentarios sobre “Cine en serie – Lock & stock

  1. ¿La misma película una y otra vez o un sello tan inconfundible que parece calcado? Lo cierto es que la primera que vi de Guy Ritchie fue Lock & Stock y fue lo más sorprendente que había visto en la pantalla en mucho tiempo.

    Buen blog. Resulta refrescante encontrar sitios así de vez en cuando.

  2. Bienvenido Félix, muchas gracias.
    Personalmente, el sello de Ritchie cuando rueda «su película» no me parece tan inconfundible, precisamente porque no deja de ser un reciclador y actualizador de estilos que ya hemos visto. Si acaso, su mezcla es de mayor calidad que las emulaciones de otros, pero una cosa está clara: en sus trabajos posteriores, Ritchie se ha encasillado en la misma fórmula, no se sabe si porque ha aprendido de los errores o porque no sabe muy bien qué hacer. Su visión de «Holmes», a priori, me invita pensar en la segunda opción.
    Saludos.

  3. Bueno, puede que Ritchie se repita y que todas sus películas (las principales, claro) tengan la misma base. Pero si gusta, ¿qué hay de malo? Lock & Stock me gustó bastante (confieso que la vi tras haberme gustado bastante Snatch…), pero como dijeron antes, es sorprendente y muy animado. Me gusta.

  4. Natalia, no tiene nada de malo pero, a priori, tampoco de bueno: seguro que has oído la frase «todo lo bueno cansa». Intenta responderte a ti misma a esta pregunta: ¿cuántas películas iguales más de Ritchie puedes asimilar? Por otro lado, el comentario no es más que una apreciación sobre el director y sus limitaciones a la hora de poder ser llamado también Cineasta, así, con mayúscula.

  5. Aquí uno huérfano de base para opinar, porque no he visto ninguna del afamado británico. Sí he visto algún que otro tráiler de su versión de Holmes y me parece que no me va a gustar.

    Por lo demás, solo me resta felicitarte por tu reseña, tan detallista como siempre, que forzosamente recordaré el día que me ponga a ver esta película, porque por poco que pueda, habiendo leído tanto sobre ella, deberé satisfacer mi curiosidad, aunque ya vaya precavido gracias a tí.

    Saludos.

  6. Gracias, Josep. Aunque si has visto las pelis de gángsters de Scorsese y lo mejor de Tarantino, tienes toda la base para opinar que necesitas, porque esto es más de lo mismo, con otro aire, sin maestría pero con ritmo y oficio.

  7. Es puro artificio, pero entretenido.

    Y en sí, como bien dices, lo que acabo de decir no es ni malo ni bueno, sino todo lo contrario. La cuestión que ayuda a definir la calidad de este cine, radica en descubrir el cauce que se ha utilizado para llegar a conseguir el aplauso, en rascar sobre el esmerado caparazón, para oder descubrir si bajo la superficie engalanada -esa que ya de entrada alienta el «viva» el «bravo» y la etiqueta de vanguardista- existe una dirección de actores interesante, una historia bien escrita, unos perfiles que evolucionan, en fin, todas o al menos algunas de las características que pacíficamente le otorgamos a lo que consideramos buen cine.

    Tan extendida está esta forma de hacer cine, que estarás conmigo en que sin entrar en matices, estas cintas son comparables en cuanto a, digamos su «modus operandi», a las de la saga de «Ocean’s..» de Soderberg. Sin embargo, para mi gusto las de éste último aportan un je ne sais quoi, que las del Sr. Ritchie no tienen.

    En cuanto a tu entrada, Alfredo, te superas día a día.

  8. Gracias, Raúl, tú, que las lees con buenos ojos…
    Apropiada comparativa. Digamos que la diferencia es el glamour, que las de Soderbergh son de guante blanco y éstas se tiran al barro, que las primeras son un gran eufemismo y las de Ritchie llaman a las cosas por su nombre. Como cine, en sus respectivos estilos, ambas entretienen. Pero, como cine, ambas son sólo, nada más pero nada menos, que un divertimento.

  9. Pues la verdad.Después de este soberbio post y de tanto coment sesudo,como que me quedo un poco apabullada.
    Si embargo ,Alfredo,lo que más me seduce es lo que dices de la banda sonora.La pones de magnífica ,repleta de clásicos y temazos luego convertidos en canciones de éxito.
    Recuerdo que en un post ,no muy lejano,hablando de otra peli,decías de Ritchie que era un mendrugo.Supongo que refiriéndote a la peli que ha hecho sobre Sherlock Holmes.
    A mi me hacía ilusión ,pues el tema siempre me ha gustado.Pero con lo que tú dijiste y lo que he leído por ahí arriba debe de ser un «trullo»y se me han quitado las ganas.
    Esta si tengo ocasión la veré.Aunque solo sea por la música,la fotografía y el montaje.
    Saludicos.

  10. El mundo de Ritchie, masculino, y de mujeres masculinos igualemnte, entretiene porque saca una y otra vez ese maravilloso sarcasmo. Me gusta ese mundo masculino que saca el malo que hay en todos nosotros: me gustaría verme como un tipo de dops metros que va dejanbdo gente por ahí regarrada, mientras se cobra una deuda de juego. Puede que sea malo soñarlo, pero no es tan malo cuando los que en realidead lo hacen sojhn unos tipos la mar de aburridos y los de siempre.

    un abrazo,

  11. Jordim, no entiendo muy bien de qué principios hablas. ¿Saltarse a la torera la esencia de unos personajes clásicos? ¿Pervertir la estética que se ha asociado a ellos desde siempre? ¿Desdibujarlos y otorgarles cualidades que no tienen y convertirlos en caricaturas de sí mismos? A mí me parece muy bien que Ritchie juegue, pero que no lo llame Sherlock Holmes. Eso es otra cosa. Debe ser otra cosa. Ritchie se la juega, sí, pero apostando con algo que no es suyo y que debería respetar. Si quiere jugar, que juegue con otra cosa. El problema puede ser que, agotada «su» fórmula, no sepa hacer otra cosa.

  12. Nos volvemos muy moralistas con las historias clásicas. Si la estética se subvierte con respeto, no veo el problema. De eso se trata, de jugar fuerte. Además tengo entendido que ha recuperado aspectos del personaje que en otras películas no se tratatan ni de lejos.
    Con los vampiros a algunos les pasa igual, se suben por las paredes si alguien en una novela les cambia las costumbres (y que conste que a mí la saga Crepusculo me parece penosa), y los vampiros no tienen ninguna moral o costumbres fijas porque… ¡no existen!
    Me parecería mal que se cogiera la figura de Sherlock Holmes (o cualquier otra relevante) para un puto anuncio de publicidad (que seguro que ya se ha hecho), para vender coches o lo que sea. Pero que un director capaz decida llevar una historia de siempre a su estética, es algo que casi define la historia del cine..

    Y digo que Ritchie se la juega porque ya hace tiempo que su faceta acertada siempre nos vende la misma película. Y en cuanto a Seherlock holmes, no te preocupes, seguirá siendo para todo el mundo el mismo figurin ratoncillo de biblioteca de siempre pase lo que pase con esta peli. O incluso, si ésta tiene exito, puede que eso anime a algún adolescente idiota a descubrir los libros.

  13. No se trata de ser moralistas, Jordim, se trata de que me cuenten algo que tenga que ver con Sherlock Holmes si titulan la película Sherlock Holmes. Y si van a contarme otra cosa que la llamen de otro modo. El problema de todo esto es que las subversiones suelen ir más allá de la estética. El argumento de los vampiros no me sirve: son criaturas que no existen, mitos, sí, pero son mitos creados con unas características determinadas y producto de una cultura y de una forma de vida muy concretas; quien lo cambia, casi siempre gratuitamente y sin que aporte nada, puede introducir elementos incongruentes o ilógicos que pueden pervertir el personaje, negándole su complejidad y su bagaje, o incluso dinamitar la trama.
    Repito, no es problema de estética, sino de personajes: ¿has visto alguna vez a Holmes en alguna novela en pelota picada atado a una cama y con un bombín tapando sus partes? Pues Ritchie si ha debido verlo, porque en su película aparece.
    Eso sí, espero que tengas razón y la película haga a alguien acercarse a los libros. Aunque con los tiempos que corren seguro que buscan el cómic…

  14. Claro, y también hay anuncios mejores que ciertas películas. Pero las mejores películas y las mejores novelas son inigualables. Personalmente, no veo ningún moralismo en pretender que Holmes no se deje atar en bolas a una cama en plan vodevil, cuando la persona que lo creó jamás lo retrató así. Es más, Conan Doyle negó su permiso al autor de Arsenio Lupin para que utilizara a Holmes en una breve aparición. Como para perdonarle a Ritchie semejante despropósito…

  15. Con permiso, me meto en el berenjenal (figuradamente hablando) que ameniza la espera al estreno de la última de Ritchie.

    Entiendo que cualquier cineasta o artista puede presentar su interpretación de un mito clásico; partiendo de la consideración de Sherlock Holmes como mito en la novela detectivesca, una interpretación a mi entender modélica es la que hizo Wilder.

    Vistos que han sido los tráilers, no parece que Ritchie haga otra cosa más allá que tergiversar, banalizándolo, un personaje arquetípico por todos conocido: Holmes no es un detective en el sentido físico -aunque no se desdeñan algunas acciones breves y efectivas- pero su magia, lo que hace al personaje célebre, es su enorme capacidad de observación y deducción en base a lo que ha percibido, más allá que cualquiera.

    No es un saltimbanqui, vamos, y ninguno de sus contrincantes sería capaz de dejarlo en pelota picada. Eso es una boutade.

    Comparativamente, casi todas las piezas de Shakespeare han tenido muy variadas interpretaciones, pero desde luego, presentar a Hamlet como un homosexual es ir mucho más allá de la interpretación buscando un público concreto falseando el personaje.

    Y esto de moralina no tiene nada; no hay que confundir el respeto por la obra de un autor con la moralina, del mismo modo que no hay que confundir con la interpretación banalizadora con la libertad creativa.

    Y por cierto, puee que haya cómics (yo los llamo tebeos) mejores que algunas novelas: seguro que sí; porque mira que se editan novelas verdaderamente horrorosas: no hay más que leer a Dan Brown, por ejemplo, y vende millones de ejemplares. Pero no sabe escribir.

    Y seguro que muchos de esos voraces lectores en su vida se han llevado a los ojos una novela de, por ejemplo, Valle Inclán.

    Ni siquiera La Isla del Tesoro de Stevenson.

    Y si leen Alicia… de Carroll, probablemente no la entenderán… ni que vean la película de Burton (que tampoco creo profundice en ese otro mito)

    Saludos.

    1. Si señor.Eso es distorsionar la obra y el personaje de un gran escritor.Prostituyéndola,y no es moralina,es sentido común.No se puede hacer una versión sobre un personaje con el carisma de Sherlock Holmes de manera burda y de mal gusto.Burtón seguro que es más inteligente que Ritchie y nos muestra una versión de Alicia de una manera ,por lo menos ,mas acorde con el personaje que creó Carrol,y no poniéndola ,por ejemplo,como una terrorista o una paranoica.
      Yo no tengo ,ni mucho menos ,los conocimientos de los que habéis escrito por ahí arriba,pero entiendo que no es ético distorsionar de esa manera a un personaje tan conocido como el detective Holmes.
      Me gusta más tebeos que cómics.Ji Ji.
      Hago este comentario dentro de la confianza que me da escribir en este maravilloso blog,en el cual todo el mundo puede entrar y es tratado y contestado por su creador con absoluta dedicación,cariño y conocimientos.
      Saludicos.

  16. Para empezar el trailer es sólo un trailer; la mayoría traicionan el espíritu de la película que promocionan para atraer a la gente joven. Yo no me atrevería a utilizar la palabra «banalizar» hasta haber visto la película. Y sí, escandalizarse así por ver dos momentos sueltos en un trailer me parece propio de un moralista. Igual que cuando un fanático del cómic se tira de los pelos al ver una foto avance de una adaptación al cine de un cómic que le gusta, y ya empieza a sospechar y a maldecir.
    En esta versión en concreto, no creo que sea tan anacrónico hacer que el personaje salte por una ventana, o que alguien le ate a una cama para que no pueda moverse; son momentos concretos. Al fin y al cabo el motor de las historias de Sherlock era la aventura.Por que esta vez no sea presentado como un pipiolo listillo no pasa nada, ya se ha hecho eso unas cuantas veces.

    En cuanto a lo tebeos… seguro que muchos voraces lectores de Valle Inclán o Stevenson jamás se llevarán a los ojos ciertas joyas reconocidas del comic o de la literatura de ciencia ficción; o de ciertos autores actuales, de los cuales algunos seguro pasarán a la historia.

    Esto es una revisión del mito, que quizá no salve la trayectoria de Ritchie, pero que seguro será respetable como producto de entretenimiento, que es justo lo que eran los libros de Sherlock Holmes, ni más ni menos. Me parece lógico que Conan Doyle defendiera en su momento a su personaje, pero seguro que alguien va a cobrar bien en presente de esta adaptación por la marca Holmes. Personaje literario que por cierto, me parece muy honesto y referencial. Pero tampoco es que estemos hablando aquí de La metamorfosis, 1984, o 2001, una odisea espacial…

    En cuanto al tan demandado respeto por la obra del autor.., creo que su obra está a salvo… aquí hablamos de la nueva película de Ritchie, por lo menos yo. Para mí una mala película nunca empaña un gran libro; igual que una mala secuela de una buena película nunca empaña a su original. Creo que el mito de Holmes seguirá a salvo aunque Ritchie lo convierta en transexual y lo prostituya en las vegas, cosa que quizá alguien acabe haciendo; es lo que tiene el dinero…

  17. Si es cierto que ha hecho 3 veces la misma pelicula, pero que pelicula! Me parece innovador, atrevido y distinto. Su cine me gusta quizás más por el costumbrismo que citas que por el resto.

    Ignoro si es un imitador de Tarantino o tienen estilos similares, pero tengo claro que hace un cine superior al del director americano.

  18. Estoy de acuerdo, Jordim, un trailer es sólo un trailer y no vamos a despellejar la película antes de verla (por eso hemos dicho expresamente «a priori»), pero tú mismo das una clave: «atraer a la gente joven». Esa suele ser la coartada para manipular, tergiversar y, casi siempre, estropear personajes e historias. En cuanto a las imágenes, no estamos ni escandalizados ni nos erigimos en guardianes de ninguna moral (sigo sin ver por qué aplicas el término «moralismo» a esta cuestión, no hablamos ni de ética ni de moral, hablamos del respeto a la marca de un autor y su obra). Y, en efecto, la obra de Doyle es todo eso y más, pero no hablamos de que el personaje salte por una ventana, ni de que sea atado a una cama por el asesino; hablamos de un detective clásico cuya base es la inteligencia y la deducción, con un oscuro pasado y unas características personales muy marcadas que condicionan toda su psicología convertido en un presunto «héroe de acción» que pelea, dispara, salta, corre, lucha a espada y a puñetazos, y que está atado a una cama en bolas y con un bombín en sus partes. Y eso no es moralismo, simplemente, no es Holmes, aunque lo llamen así. Es tan estúpido y ridículo como hacer una peli porno con Miss Marple como protagonista. Desde ese punto de vista, no se trata de ninguna revisión del mito porque el mito está perfectamente delimitado en sus obras: hablamos de un personaje de ficción, no de una leyenda popular como Robin Hood.
    En cuanto a la obra de Ritchie como «respetable producto de entretenimiento», los productos de entretenimiento raramente son respetables en estos tiempos, y no se por qué Ritchie va a ser una excepción, sobre todo viendo las imágenes del trailer, su elección del casting, el abuso de efectos especiales (innecesarios: la BBC rueda todos los años decenas de series de época sin necesidad de recrear Londres digitalmente) y unas imágenes (que no son una ni dos) que permiten adivinar que Ritchie ha desvirtuado a los personajes.
    En cuanto al respeto por el autor, no tiene nada que ver con lo que comentas: yo hablo de respeto al lector y al espectador, que es muy distinto. Aunque éstos, mayoritariamente, han aceptado no ser respetados. De ahí que acepten lo que aceptan y que empiecen a descubrir obras maestras y «productos respetables» en todas partes, incluso en los tebeos, cuando, analizados seriamente, pocos productos actuales se sostienen y prácticamente ninguno cuenta nada que no se haya contado antes más y, sobre todo, mucho mejor.

    Johanes, como a ti, me parece atrevido, pero ni innovador ni distinto. Pero estoy de acuerdo contigo en una cosa: evita caer en los peores tics de Tarantino, y eso le honra.

    ¡Viva!

    Carmen, es a lo que voy. Si llamas a un pesonaje Sherlock Holmes, éste está plenamente caracterizado y reconocido por su autor. Si lo que quieres es presentar a un héroe de acción en el Londres victoriano, un frívolo mujeriego y estrafalario, llámalo de otra forma y no pasa nada. ¿Por qué llamar a una película Sherlock Holmes si no vas a contar nada que tenga que ver con él, si vas a caricaturizarlo o insultarlo? Y es una cuestión que, repito, no tiene nada que ver con ningún moralismo. Tiene que ver con el sentido común.
    Saludos.

  19. Yo estoy con Josep y 39 y prefiero al «pipiolo listillo de Sherlock» y a un Watson regordete y con bigote.
    ¿Y decís que este nuevo Sherlock es mujeriego?…entonces sí que no es el de verdad.

  20. Que yo sepa en cuanto a Ritchie, cuando ha estado acertado ha hecho grandes productos de entretenimiento, bastante por encima de la media.

    Y en lo de respetar al espectador, hace tiempo que la mayoría sólo buscan su dinero, excepto cuando se le ofrece algo honesto (que aún pasa).
    Lo siento (o no), pero con Sherlock Holmes se va a jugar igual que se ha jugado con obras de Shakespeare y con muchos otros clásicos, a veces con más fortuna y otras otras veces con menos, tanto en cine como en teatro. Aunque claro, a alguien que dice esto…:

    «yo hablo de respeto al lector y al espectador, que es muy distinto. Aunque éstos, mayoritariamente, han aceptado no ser respetados. De ahí que acepten lo que aceptan y que empiecen a descubrir obras maestras y “productos respetables” en todas partes, incluso en los tebeos»

    …ya no sé qué argumentos sacarle, porque obviamente algo así está dicho sobre todo desde la ignorancia. Los clásicos tienen el gran honor de ser grandes influencias. Y como cualquiera que haya visto una buena película, leído un buen libro, visto una buena obra de teatro o leído un buen cómic (¡¡sí, tebeos!! que horror…), cualquiera de este foro debería saber que los géneros y los mitos ya están todos mezclados en la cultura popular. Lo cual no es necesariamente malo; sólo es una realidad, que a veces da pie a películas o productos muy malos y otras veces ha dado pie a auténticas maravillas.
    Y ya estaba dudando, pero después de ese último comentario lo de «moralista» creo que es el adjetivo más adecuado.

  21. Perdona, Jordim, pero acabas de cruzar el límite de lo admisible. Si jugamos a calificar opiniones atribuyendo presuntas ignorancias a quienes no están de acuerdo con tu punto de vista, el cual está basado en la aceptación, muy poco exigente por cierto, de cualquier cosa con la coartada del «juego», según la cual todo vale, todo sirve con la excusa del entretenimiento (confundiéndolo, de paso, con el pasatiempo, que no es lo mismo), no tenemos nada más que hablar. Aquí queda tu opinión.
    Repito, porque está claro que no lo entiendes, y no tiene nada que ver con la moral: Sherlock Holmes es la suma de muchas cosas, como dices, pero todo eso, y no otra cosa es Holmes. Todo el mundo que ha adaptado el personaje a cine o televisión lo ha entendido, incluso los creadores de la serie «House», que tanto le deben. Ritchie no parece haber captado el límite entre la adaptación de un personaje y la devaluación del mismo, y tú al parecer tampoco. El problema es tuyo, no mío, y de quienes costeen con su dinero la devaluación de un personaje inmortal y se conformen con un sucedáneo envuelto en efectos digitales al que no faltará quien califique de «entretenimiento» como excusa para colarnos una filfa. Supongo que es cosa del exceso de tebeos.
    Y te lo advierto si quieres comentar aquí en adelante: ten más respeto por las opiniones ajenas o todos empezaremos a poner adjetivos. Y en tus palabras hay hueco para justificar más de uno.

  22. Yo diría que has comenzado tú faltando al respeto, y sí, hablando desde la ignoráncia al no tener remota idea de lo que significa y ha significado el mundo del cómic y su aportación al arte. Creo que defiendes tu postura sin tener toda la versión de la historia. Si alguien ha cruzado el límite has sido tú hace ya unos cuantos comentarios. No puedes defender con tanto ahinco un personaje o al arte en sí mismo tirando por tierra una forma de arte simplemente por no conocerla.

    Y en efecto, en el arte debe haber libertad absoluta. Y cuantos más años pasen más referentes habrá que servirán como referencia e influencia.
    Yo me he limitado a exponer mi opinión. Y he saltado tan sólo cuando has faltado al respeto no solo a una forma de arte que desconoces, sino a todo el que sabe apreciar esa forma de arte.

    Ni tan siquiera soy un gran lector de cómics; pero sí lo suficiente como para reconocer una ofensa cuando la veo. Catalogar el mundo del cómic como un arte no es un punto de vista, es una realidad. Claro que para eso tienes que saber mínimamente de lo que hablas.
    Antes de acusar a los demás de ofender o atacar, hay que mirarse al ombligo.

  23. Bien, dime tú dónde he devaluado yo a los tebeos, ya que no he hecho en ningún momento nada parecido y ni siquiera he dado mi opinión sobre el mundo de los tebeos y lo que representan, no sólo para el arte, sino para cierto tipo de cine, incluyendo obras maestras no sólo de animación. Me he limitado a exponer mi escepticismo (y lo he llamado así) ante las primeras imágenes de la película de Ritchie, y con argumentos sólidos basados en lo cinematográfico, no en mi capricho personal. Porque sí que opino, y habitualmente, sobre el cine basado en adaptaciones de tebeos, como de cualquier cine basado otra obra previa, lo cual es distinto, y es un terreno que conozco a la perfección, lo que es buen cine y lo que no lo es, con lo cual estoy en mi derecho de criticarlo para bien (en el terreno del tebeo, casi nunca) o para mal. Desde ese conocimiento, defiendo mi postura con todos los datos que poseo, que son exclusivamente cinematográficos (los demás, si es un tebeo bueno o malo o la importancia del tebeo en la cultura occidental, me traen al fresco), lo que es buen cine y lo que no lo es. En ese sentido, la ignorancia, si la hay, será tuya; si no soportas que critiquen algo que tú veneras, no leas.
    A partir de ahí, el resto de tu comentario es una pataleta que no tiene nada que ver con lo que yo he dicho ni con mi opinión sobre los tebeos, la cual en ningún momento he expuesto. Así que tu «salto», no sólo está de más sino que está injustificado.

  24. Pues claro, hace mucho que dejé de ser un crío y no leo tebeos desde entonces, excepto Mortadelo y Filemón, que son lo más. Ah, y Rompetechos, claro. A mí no se me ocurriría hacer comentarios de cine en un blog de tebeos, no sé a qué viene aquí hacer una apología de los tebeos, con los que, por cierto, no se ha metido nadie. A no ser que consideres la nueva película de Ritchie un personaje de tebeo, en lo que, vistas las primeras imágenes, estoy de acuerdo. En fin, te sugiero que vayas a hablar de tebeos a un blog de tebeos; aquí no nos importan ni lo más mínimo, salvo cuando dan el salto al cine: historias demasiado planas, maniqueas e infantiloides. De críos.

  25. Jordim, no digas chorradas. En vez de dedicarte a molestar hablando de tonterías que no vienen a cuento del post publicado, ve a algún sitio donde te rían las gracias. Los argumentos que has expuesto no vienen a cuento porque no responden ni tienen nada que ver con los expuestos más allá de la pataleta que te ha dado con los tebeos, con los que, repito, no se ha metido nadie.
    Para haber visto tanto cine en tu plato de sopa, aún no has dicho nada sensato sobre lo que supone adaptar a un personaje a la pantalla sin denigrarlo o caricaturizarlo; al contrario, aplaudes su devaluación en aras de una presunta libertad creativa que no esconde más que la falta de ideas propias y de talento autónomo. Están muy claros tus argumentos y está claro el «cine» que te gusta. Así, entre comillas. Prueba a ver cine fuera de la sopa.

  26. Pues te recomiendo ver la tripleta de Ritchie al completo: acción, humor, ritmo vertiginoso, buena música, alguna actuación reseñable. Buen coctail. Eso sí, las tres son muy muy parecidas en estilo y en historia.
    Un abrazo.

  27. Viendo las críticas tan grandes que habéis hecho hacía Sherlock Holmes me veo obligado a defenderla. No es una mala pelicula, es más, me encantó. Creo que merece una oportunidad porque verla no es en absoluto desagradable. Yo he leido todos los libros y llevo sientiendo devoción por el personaje desde que me llevaron de chico al museo de Baker Street en Londres. Puede que Ritchie halla transformado al personaje, pero su esencia sigue ahí así cómo la de todos los secundarios y situaciones de las novelas. Hay miles de guiños y homenajes que demuestran que ha hecho bien los deberes. En cuanto a la visión contemporanea, me recordó mucho a los antiguos dibujos ánimados y estoy seguro que a nadie se le ocurriría criticarlos.
    No sé, es una buena pelicula, creo que de lo mejor que hay para ver ahora mismo dentro del género al que pertenece, que puede llegar a gustar a quien no conozca a sherlock holmes y hacerlo aún más a quienes les encante el personaje.

  28. Buen intento, Francisco, pero no cuela. Hay una antítesis en lo que dices: «no es una mala película, es más, me encantó». ¿Y? ¿Qué tiene que ver que te guste para que sea buena o mala? ¿Qué tiene que ver el gusto con la calidad? ¿Acaso crees que son cuestiones proporcionales? Pues no, no lo son, y si lo piensas bien tú mismo te darás cuenta: ¿cuántas grandes obras maestras te aburren y cuántas películas del montón, bobas o absurdas, te hacen pasar un buen rato? Por ejemplo, yo me lo paso en grande con Bud Spencer y Terence Hill. ¿Son buenas películas por ello? En modo alguno.
    Ritchie no ha traicionado al personaje; directamente lo ha obviado, lo cual es distinto. Y, por supuesto, no estoy para nada de acuerdo en que «es una buena película», puesto que su guión está lleno de trampas, simplezas y banalidades que Conan Doyle (ni los dibujos animados) se hubiera permitido. Desde luego, su género tampoco me parece que sea digno de ser visto en las carteleras (de hecho es la sublimación de la serie B, o C, en detrimento del auténtico cine). En lo que sí estoy de acuerdo es en lo último que dices: con que sólo una persona acuda a los libros tras ver ese engendro, ya es algo. En lo demás, me remito a estos dos textos:

    http://www.cinissimo.com/critica-sherlock-holmes-de-guy-ritchie/

    https://39escalones.wordpress.com/2010/02/05/un-caso-para-sherlock-holmes-el-problema-de-la-adaptacion-literaria-al-cine-a-proposito-de-el-perro-de-baskerville/

    Bienvenido, gracias, y un saludo.

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