Cine en serie – Croupier

POKER DE FOTOGRAMAS (V)

La épica del mundo del juego en general, y de la ruleta o el poker en particular, y, sobre todo, el mundo al que suelen asociarse, el ambiente de la noche, los locales de dudosa fama y la galería de tipos humanos que los frecuentan, suelen dar pie a innumerables historias de carácter sórdido y criminal en el que las bajas pasiones suelen exacerbarse. No es, como quedará más que probado más adelante en esta misma sección, el único plano narrativo al que pueden ajustarse las partidas de poker o el juego de ruleta, pero sin duda es uno de los más atractivos.

En este caso nos encontramos con un clásico moderno y oculto y uno de los primeros papeles protagonistas de uno de los guaperas oficiales del cine de hoy, el británico Clive Owen, de belleza atípica respaldada además por infrecuentes, para los galanes de hoy en día, facultades interpretativas (quizá sea uno de los actores de buen ver más desaprovechados de la actualidad), que aquí da vida a Jack, un joven escritor de origen sudafricano al que, a pesar de algún artículo y relato publicado en revistas literarias, se le resiste su primera novela. Para sobrevivir, echa mano del oficio que aprendió junto a su padre en el complejo de lujo y ocio en el que trabajaba, el de croupier, en busca de unas libras con las que salir adelante y de experiencias con que poder enriquecer su narrativa. Entre ruleta, black jack y partidas de poker, vive a tope el mundo de la noche, las relaciones subterráneas con algunos empleados del local que ocultan secretos, el peligro y las amenazas de algunas malas compañías, las fiestas y los casinos clandestinos, los fraudes y trampas en el juego y una mujer misteriosa que le genera unas expectativas de enriquecimiento insospechadas por él y que, como contrapartida lógica, pueden poner en peligro no sólo su vida sino también su relación con su novia de siempre.

Además, la ambientación en un casino de juego proporciona los ingredientes habituales en estos casos: la tensión de una partida de poker, la destreza de un experto en el manejo de naipes que realiza la trampa necesaria en un momento dado para lograr su fin, ya consista éste en no ganar excesivamente o no dejar que el patrón pierda demasiado, la incertidumbre en una carta oculta o una bolita que baila sobre los números, las miradas, los gestos, los tics, todo ese lenguaje subliminal que puede dar pistas sobre las derivas de una partida o que, dominadas y perfeccionadas, pueden ser el mejor indicio en que apoyar el laborioso engaño de un farol (aunque en esta ocasión no asistamos al enfrentamiento entre dos jugadores que luchan por el dinero y el prestigio, sino que se trata de un simple asalariado en busca de emociones fuertes), y, sobre todo, las grandes sumas de dinero que se ocultan en la trastienda, tras gruesas paredes y puertas de acero de primera clase.

Dirigida por Mike Hodges (Get Carter, Pulp, Flash Gordon) en 1998, la película combina diversos estilos y géneros para crear una mixtura entre el cine social, el drama personal y el cine negro de trasfondo clásico. Narrada en off por el protagonista en primera persona y construida como un enorme flash-back que simula el discurso de un detective que reflexiona en voz alta sobre su último caso, Hodges combina los distintos elementos habituales (una mujer fatal, peligrosa y sensual, un dinero fácil de ganar, un crimen como peaje para conseguirlo, el riesgo proveniente de un mafioso que no deja pasar una, y la historia de amor y sexo que pone la guinda al pastel) para crear un híbrido salpicado de algunas reflexiones sociales, incluso en clave personal (las relaciones paternofiliales y de pareja, por ejemplo) y un interesante toque literario; quizá no ofrece aspectos excesivamente novedosos ni puntos de vista realmente originales pero, a pesar de todo, recibió una excelente acogida por la crítica británica y extranjera y supera la media de calidad de una cinematografía que, como la británica, vivió mejores tiempos décadas atrás y, en general, aunque acusa una evidente falta de medios si la comparamos con productos similares procedentes de otras geografías, es su cercanía, su apariencia de realidad, la que quizá le hace saltar barreras hacia un espectador acostumbrado a que este tipo de historias tengan más de fantasía y de pirotecnia rocambolesca que de pedazos de vida que puedan tocarse o sentirse, una cercanía a la que contribuye la utilización de un reparto ausente de caras conocidas (tampoco lo era Owen, al menos en exceso, por aquel entonces) pero que, en la mejor línea de los intérpretes británicos de siempre, resulta solvente y cumple con algo más que oficio.

Cine discreto, sin pretensiones ni alharacas, bien dirigido, interpretado con suficiencia, de guión no excesivamente complejo aunque algo más que simple, que hace gala de la sencillez como una virtud y que, consciente de que no puede permitírselos, huye de excesos, efectismos y gratuidades para componer una historia sencilla y sobria pero eficaz.

Post realizado con la colaboración de pokerlistings, una de las mejores páginas de poker online

14 comentarios sobre “Cine en serie – Croupier

  1. La recuerdo a medias, señal -dado que no hace tantos años que la ví- de que no acabó de gustarme del todo. Por ejemplo, lo la voz del narrador me parece, aquí también, un pequeño desacierto, pues le confiere un halo de profundidad a la película, una textura con pretensiones de clásico del género, que después resulta gratuita y un poco impostada.
    En cualquier caso, entiendo que es una película más que interesante.
    En cuanto a Owen, yo no acabo de decidirme; no sé si sí, o si no.
    En fin.
    Buenos días, Alfredo.

  2. Muy buenas, don Raúl.
    Efectivamente, la voz en off le da un aire de trascendencia que va mucho más allá de la realidad de la película. En cuanto a Owen, me temo que por sus personajes al final, como casi todos, será más bien que no.

  3. Por lo que das a entender, compa Alfredo, esto ni es Casino de Scorsese, ni el Ocean’s eleven de las chorrocientas mil megaestrellas, ni nada que se le parezca. Pinta interesante, pero tampoco para tirar cohetes, con lo cual me temo que será que no (que no la veré, vaya…). Pero tu reseña, como siempre, sí que merece la pena el ratito de lectura, te lo puedo asegurar.

    Un fuerte abrazo y buen año.

  4. Coincido en que el actor me parece uno de los más interesantes de la actualidad. En cuanto al resto, pues no conozco la peli, pero agrupando poker y sus habituales ingredientes, seguro que, si la ponen por la tele, no me la pierdo.

    Saludos,

  5. Pues no, Manuel, no llega a tanto. Incluso deja una acuciante sensación de precariedad por escasez de presupuesto. No es una película para ver pero si casualmente das con ella tampoco te tira para atrás.
    Que sea un año excelente, Manuel.
    Abrazos.

    En esta ocasión hay algo más que poker: ruleta, black jack… No pasará a los anales pero si puede solucionarte una tarde o una sobremesa.
    Saludos.

  6. No la he visto pero lo haré porque, además, «Flash Gordon» siempre me gustó mucho (aunque no tenga nada que ver es el mismo director). Ese ambiente que tan bien expones aquí siempre me ha enganchado cuando veo una película que lo contiene y es admirable que, a pesar de haber sido muy utilizado y estar algo trillado, sigue siendo atrayente.

  7. No la he visto pero sí me resulta interesante el actor Clive Owen. Su filmografía es extraña pero consigue llamar la atención. Le recuerdo en Closer, Hijos de los hombres y Sin City. En tarde tonta fue al único que aguanté en Amar peligrosamente con héroe a lo Clark Gable. Hace poco me quedé con ganas de comprar un dvd de una de sus primeras películas Bent sobre un homosexual en un campo de concentración bajo el régimen nazi. Yo creo que todavía nos tiene que dar buenas sorpresas…
    Besos
    Hildy

  8. Buena manera para empezar este dos mil diez recién estrenado.Estupendo post Alfredo,que bien explicas este ,para nada limpio,mundo del juego.Se pueden tener vicios,pero el que tiene el del juego es mucho más fácil que le arrastre a otros.No la he visto pero no la despreciaré si pasa por mi tele y yo estoy ahí.
    Por cierto ,no sale la foto en la entrada.
    Saludicos.

  9. Hola!

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    Linin del Aguila

  10. Otra que no he visto. A pesar de lo que leo en los comentarios, tu reseña (seguramente mejor que la película) me impulsa a buscarla, ni que sea por ver a Owen en sus inicios.
    Me parece un actor muy desaprovechado: hace pocos días vi The International y me gustó aun menos que Duplicity, que ya es decir. Lleva un mal camino, sin duda: le conviene cambiar de agente artístico, está claro.

    Saludos.

    p.d.: por cierto: el póster sólo alcanzo a verlo en página separada, clikando encima del mismo.

  11. En esta ocasión, Dana, tú mismo te darás cuenta de que es lo mismo de siempre, pero distinto. Primero, porque el protagonista es un aspirante a escritor con rollos sentimentales a cuestas que no tienen que ver con el juego ni con ese ambiente, y segundo por la falta de medios, que les hace buscar soluciones alternativas a lo de siempre. Ya me contarás.

    Cierto, Hildy, es un personaje que, como algún otro, seguramente ha nacido fuera de época. Quiero decir, que en otros momentos del cine quizá pudiera desarrollar alguna cualidad más de las que el presente le permiten.
    Besos.

    Vaya, Carmen, lo siento. Intento arreglarlo (a mí se me ve bien…). Lo del juego es como cualquier otro vicio, si dejas que mande él…
    Saludos.

    Tomo nota Josep, gracias.
    Un actor con potencial devorado por las mediocridades del cine actual. Incluso daría para galán atípico, pero ni por ésas. Efectivamente, lleva las de perder. Como todos.
    Saludos.

  12. Poco puedo comentar al respecto,mi querido Alfredo,porque no la he visto.Confieso que me encantan las películas en donde se juega mucho al póquer de ases,como lo son El rey del juego,El golpe,El hombre del brazo de oro,incluso me gusta la escena de la película dirigida por Richar Donner Maverick,esa timba espectacular en el barco fluvial repleta de actores clásicos y que sólo vemos une mera sombra de lo que son,como Baster Keaton en Sunset Boulevart.
    Magnífico post,amigo.

    Un fuerte abrazo.

  13. Gracias, Francisco. En realidad en esta película se combina un poco todo: novela negra, casinos, poker, ruleta, atracos, mafias y triángulo amoroso. Quizá pretende combinar demasiado para los medios de los que dispone.
    Abrazos.

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