Inolvidable partitura de Mario Nascimbene para este clásico del cine de aventuras ambientado en la Edad Media, obra de Richard Fleischer. Una epopeya brillante y colorista de cuyo rodaje el vídeo adjunto ofrece un buen puñado de imágenes (en blanco y negro).
Este peliculón lo vi en aquellas mágicas sesiones de los domingos por la mañana. Por aquel entonces los llamaban “cine infantil”, término que se sacó de la manga aquella gente de provincia que parecía surgida de uno de los guiones de Azcona. “Los Vikingos” se convirtió en una de mis favoritas, junto a “El temible burlón” y “El halcón y la flecha”. Hoy la gente cree más en los políticos que en los grandes personajes. Yo sigo creyendo más en Burt Lancaster y Nick Cravat que en todos los políticos juntos de este perro mundo.
Aquí, el inmortal Kirk Douglas (lo digo en todos los sentidos) fue el productor y Richard Fleischer vuelve a dar en el clavo. ¡Pero qué películas, tío! Filmada en los fiordos noruegos y en las costas de Bretaña. ¡Qué escenarios! Acantilados de cientos de metros, con auténticas naves vikingas acercándose a ellos en mitad de la bruma y la tempestad. En aquel cine se equivocaron creyendo que era una película destinada al público infantil. Cuando la vi de nuevo años después me di cuenta que era un producto adulto, romántico, lleno de vigor, sexo y violencia. Recuerdo que cuando salí del cine quise prenderle fuego a mi casa y a mi colegio. Lo de los cuernos, siempre viene más adelante. Hablando de cuernos, amigo mío; esta película tiene un brillante trabajo de investigación histórica. Por ejemplo, los que la vimos de niños aprendimos que jamás llevaron cuernos en sus cascos. Luego odié la serie de dibujos animados “Vickie el vikingo”. Menuda gilipollez. Nos fliparon las ropas, sus armas, sus casas, cómo comían y qué; cómo eran sus fiestas, sus relaciones amorosas, su organización política. Todo se estudió exhaustivamente. Yo quería ser pirata, pero después de esta película quise ser vikingo. Solo me quedé (más adelante) con los cuernos.
El rodaje de esta película fue un infierno. Lo que vemos es de Fleischer y lo que no se ve podría haber sido filmado por el puto Thor. Tuvieron que colocar motores a las naves vikingas para poder dominar los vendavales. Ya te digo, un rodaje infernal del que salió otra de esas obras irrepetibles como el Apocalipsis de Coppola. Es imposible encuadrar por el oleaje. Por otra parte, nadie ha podido demostrar que los vikingos asaltaran las costas de sus enemigos únicamente con tiempo soleado. De ahí, que la magnífica fotografía sea un milagro. Por cierto, el director de fotografía es el gran Jack Cardiff, el mismo que fotografió “Las zapatillas rojas”. En fin, cine por un tubo. Borges dijo que a los señores de la Real Academia Española optaron por llamar a los vikings, vikingos. “Espero que a Kipling no le llamen kiplingo”.
¡Salve y usted lo pase bien!
Buen finde y un abrazo.
Jajajaja… Es una película sensacional. Hace unos meses estuve en unas jornadas en las que uno de los ponentes hablaba sobre exactitudes e inexactitudes de las películas ambientadas en la Edad Media. Algunas, muy pocas, salieron bien paradas, entre ellas, muy destacada, esta (junto con El señor de la guerra, con Charlton Heston con el pelo cortado con cacerola).
Cardiff fue mejor director de fotografía que director a secas.
Abrazos, y buen finde.
No recordaba esa estupenda música, tan epopéyica como la propia película que hace demasiado tiempo no veo.
De niño un par de veces (virtudes de los reestrenos en los cines de pueblo, algo que ya no se estila en un tiempo dominado por la inmediatez de un presente inmaduro) y luego en un pase televisivo.
Pero tengo en mente una sesión doble sabatina o dominical con ésta y con El hombre que pudo reinar.
Lo malo es que luego a ver quién es el guapo que va al cine por dos semanas largas….
Un abrazo.
Son dos de las más hermosas películas de aventuras que se han hecho nunca. A ver quíen es el guapo, diría yo, que se hace un programa doble hoy en día con lo que hay en la cartelera…
Abrazos
Cómo disfruto con esos extractos de guiones de película, el rescate de bandas sonoras o con los vídeos de fotografías de rodaje o momentos concretos… y luego esos comentarios llenos de reflexiones y recuerdos.
Volver una y otra vez a diversas películas que te han ido marcando, y cuyos nuevos visionados ofrecen matices, detalles y más matices.
Beso
Hildy
¡Y eso que no hemos desarrollado el tema de los cuernos de Paco! 🙂
Memoria sentimental, mi querida Hildy. Al final el cine es tan grande por algo tan pequeño pero tan crucial como eso.
Besos
Absolutamente maravillosa. Si me hablan de la Edad Media en el cine mi memoria se retrotrae a «Los vikingos», «Robin y Marian» y «El señor de la guerra» como paradigma de unos tiempos no tan oscuros como la historiografía nos pretende contar pero, al mismo tiempo, exentos efectivamente de todo glamour. El señor Douglas qué olfato tenía para los proyectos cinematográficos.
Sólo decir que si hoy en día se intentase hacer una película de este tipo, ninguno de sus actores principales tendría los santos coj… de pasar por manco o quedarse sin un ojo. A eso yo lo llamo implicarse al cien por cien en el proyecto.
Un abrazo.
Muy bien visto. Lo del ojo, digo… Efectivamente, una de las grandes diferencias a la hora de hacer cine en los distintos periodos en relación con el nuestro, en cuanto al cine «de estrellas» se refiere, es que las películas han pasado a estar al servicio del intérprete, en lugar de lo que siempre debió ser, el intérprete estar al servicio de las películas. La confusión de lenguajes, el del cine con el del marketing y la publicidad, a la hora de logar el objetivo de la audiencia máxima, ha generado un efecto totalmente pernicioso. Así, los guiones ya no se construyen desde dentro, presentando unos acontecimientos que generan emociones auténticas, sino desde fuera, describiendo esos acontecimientos y representando dramáticamente esas emociones.
Probablemente, junto con algunas películas europeas (Andrei Rublev, Alexander Nevski, se me ocurren ahora), son las tres grandes representaciones de la Edad Media en pantalla.
Un abrazo