Música para una banda sonora vital: El cantor de jazz (The Jazz Singer, Alan Crosland, 1927), y ¡Felices Fiestas!

El punto en que todo cambió o, «esperen un momento, todavía no han oído nada». El cine sonoro vino para quedarse a partir de este momento, la interpretación de Al Jolson del clásico Toot, Toot, Tootsie!, que además sirvió también como tema de apertura para una de las muchas obras maestras de Woody Allen, Balas sobre Broadway (Bullets Over Broadway, 1994).

Aprovechamos este alegre y marchoso tema clásico para desear a todos los escalones lo mejor para estos días festivos y para el año 2023, que falta hace.

Cine en fotos – El cantor de jazz (The jazz singer, Alan Crosland, 1927)

The New York Premiere of THE JAZZ SINGER, October 6, 1927

Y el cine empezó a hablar… Aunque lo único que estaba previsto es que empezara a cantar (y a silbar), y fueron unas palabras de Al Jolson no incluidas de inicio en el plan de rodaje, pero de lo más acertadas (aguarden un momento, todavía no han oído nada), las que constituyen el primer diálogo de la historia del cine.

Diario Aragonés – The artist

Título original: The artist
Año: 2011
Nacionalidad: Francia
Dirección: Michel Hazanavicius
Guión: Michel Hazanavicius
Música: Ludovic Bource
Fotografía: Guillaume Schiffman
Reparto: Jean Dujardin, Bérénice Bejo, James Cromwell, John Goodman, Penelope Ann Miller, Missi Pyle, Malcolm McDowell, Ed Lauter
Duración: 100 minutos

Sinopsis: George Valentin es una estrella del Hollywood dorado de la etapa del cine mudo. Con la llegada del cine sonoro en 1927 su suerte empieza a declinar al mismo tiempo que Peppy Miller, antigua figurante de sus películas, se convierte en la actriz del momento.

Comentario: La película de Michel Hazanavicius esin duda valiente, una audacia que viene respaldada por el magnífico resultado final. De producción francesa, aborda la cuestión, ya tratada múltiples veces en anteriores películas -especialmente en dos grandes obras maestras como El crepúsculo de los dioses (Sunset Boulevard, Billy Wilder, 1950) o Cantando bajo la lluvia (Singin’ in the rain, Stanley Donen y Gene Kelly, 1952)-, del efecto que el paso del cine mudo al sonoro tuvo en la carrera de muchos directores, productores e intérpretes del Hollywood clásico, y de cómo, a la manera del futuro crack del 29, sólidas y muy bien remuneradas carreras en el cine derivaron prácticamente de un día para otro en la ruina, la pobreza, la marginalidad e incluso, en no pocas ocasiones, el crimen, la cárcel, el suicidio o el asesinato.

El guión de Hazanevicius particulariza esta historia en el caso de un actor ficticio de nombre George Valentin (Jean Dujardin), arquetipo que representa la imagen, algo más que inspirada en Douglas Fairbanks, del típico galán del cine de aventuras y acción de la época, entre altivo y algo payaso, bailarín, comediante y atleta capaz de innumerables prodigios físicos en la pantalla. En él se personifica la postura de algunas grandes figuras que, como Charles Chaplin, se resistieron todo lo posible a introducir el sonido en sus películas -Chaplin no “hablaría” en la pantalla hasta nada menos que Tiempos modernos (Modern times, 1936), u otras que, como Buster Keaton, simplemente no encontraron su lugar en el nuevo panorama y se hundieron en la depresión, la ruina y el alcohol. Por el contrario, Peppy Miller (Bérénice Bejo) personifica el efecto contrario (aunque innumerables actrices padecieran la caída en desgracia por la ausencia de una voz pareja a su presencia en pantalla, algo que acarreó no pocos suicidios a base de barbitúricos y somníferos en su día), el rápido ascenso del gracejo de la expresión unido al carisma ante la cámara [continuar leyendo]