Diálogos de celuloide: La heredera (The Heiress, William Wyler, 1949)

– Él espera que tú lo mantengas con tu dinero.
– Él no espera nada, padre. No me quiere por eso.
– ¿No? ¿Por qué entonces? ¿Por tu gracia? ¿Por tu atractivo? ¿Por tu mente rápida? ¿Por tu sutil ingenio?
– Él me admira.
– Catherine, llevo meses intentando no ser cruel contigo pero ya es hora de que comprendas la verdad. ¿Cuántas chicas se habrían casado con él en la ciudad?
– Pero me prefiere a mí.
– Oh sí, claro, estoy convencido de ello. Hay cien mujeres más guapas. ¡Mil mujeres más inteligentes, pero tú tienes una virtud que la supera a todas!
– ¿Cuál… cuál es, padre?
– ¡Tu dinero!
– Padre…
– ¡No tienes nada más!
– Me estás diciendo unas cosas terribles…
– No espero que me creas, desde luego. Llevamos toda la vida juntos y no te he visto aprender nada. Con una sola excepción, hija mía, que bordas muy bien. Lo reconozco.

(guion de Augustus y Ruth Goetz a partir de la novela de Henry James y de su adaptación teatral)

Música para una banda sonora vital: ¿Qué fue de Baby Jane? (What Ever Happened to Baby Jane, Robert Aldrich, 1962)

Al hilo del éxito de esta colosal película de Robert Aldrich, Bette Davis disfrutó de una breve y efímera carrera musical, con gira televisiva incluida, cuyo único hito reseñable es el tema que aludía directamente a la película.