Tributo a Aldo Sambrell (1931-2010), el villano español por antonomasia

SAMBRELL-39Alfredo Sánchez Brell, Aldo Sambrell, es unos de los rostros más habituales y característicos del western europeo de los años sesenta y setenta, y, aunque estamos acostumbrados a verlo secundar a Clint Eastwood, Lee Van Cleef o Rod Steiger en las cintas de Sergio Leone, también uno de los actores españoles más prolíficos (en su filmografía reúne tres centenares de títulos de distintos géneros).

Su vida es en sí una película: hijo de militar republicano exiliado, criado entre España y México, estudiante de arte dramático en Estocolmo, futbolista del Puebla mexicano, del Alcoyano y del Rayo Vallecano, debutante en el cine español con Atraco a las tres, intervino en la pantalla junto a grandes como Ernest Borgnine, Orson Welles, Sean Connery, John Carradine, Yul Brynner, James Mason, Jack Palance, Alain Delon,  Anthony Quinn o Kirk Douglas, lo que lo convierte, a despecho de otros más mediáticos e inflados por la publicidad, en uno de los intérpretes españoles más internacionales y reconocidos.

Recuperamos aquí un corto documental sobre su figura.

8 comentarios sobre “Tributo a Aldo Sambrell (1931-2010), el villano español por antonomasia

  1. Menudo carrerón el bueno (malo) de Sambrell. Uno está tan contagiado de cine americano que solo podemos identificar a esos malos que llevamos tatuados en la memoria: Lee Marvin. Jack Palance. Richard Widmar. Borgnine. Lee Van Cleef, que por cierto, si Aldo hubiera tenido la nariz más aguileña sería casi un doble. Un español duro fue Alfredo Mayo, como por ejemplo en La caza. Este tipo fue un grandísimo actor. Era franquista y su físico también le delataba con ese bigotito… pero malo por doble partida y una sola a su favor: gran actor.

    Abrazos mil

    1. Dicen que es más divertido hacer de malo, no lo dudo.
      Alfredo Mayo tenía carácter, personalidad, presencia. Se veía muchas veces limitado por el horror de personajes que tenía que interpretar, y por las lamentables películas patrióticas que protagonizaba a menudo. Pero también participa en insólitos productos de «screwball» a la española, por ejemplo, o en intrigas negras, o en otro cine setentero con otro cariz, en algunos casos, incluso en proyectos contrarios al pensamiento único de la dictadura. Como tantos otros, hoy la mayor parte de la gente no sabe quién es.
      Abrazos

    1. En efecto. Otros tiempos, cuando los actores aparecían de no se sabe dónde, se lo curraban desde críos en mil oficios, sabían de la vida porque aprendían en la calle. Vamos, que no había series de televisión como cantera para que los convirtieran en ñoños prefabricados.
      Besos

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.