Mis escenas favoritas: La vía láctea (La Voie lactée, Luis Buñuel, 1969)

 

Obra inmensa, inagotable, del maestro aragonés Luis Buñuel, sátira del catolicismo y sus herejías, extremadamente bien documentada y absolutamente verídica, que, como es habitual en el genio de Calanda, combina con agudeza e inteligencia la crítica feroz e incisiva con el conocimiento profundo y el riguroso respeto cultural al objeto de sus dardos.

 

Películas sobre la historia de España en La Torre de Babel de Aragón Radio

En la pasada sección sobre el tratamiento que han tenido distintas figuras y épocas de la monarquía británica en el cine se suscitó la cuestión de lo poco y mal tratada que, en general, está en las películas la historia de España. En esta nueva entrega repasamos títulos del cine español y de cinematografías foráneas que se han centrado, como tema principal o como trasfondo narrativo, en episodios concretos de esta historia desde sus inicios hasta la Guerra Civil.

Música para una banda sonora vital: Borsalino (Jacques Deray, 1970)

Vista hoy, resulta difícil entender la enorme repercusión de crítica y público que alcanzó, al menos en Europa, esta película sobre el crimen organizado marsellés en los años treinta del siglo XX, coescrita por su director, Jacques Deray, junto a Jean Cau, Jean-Claude Carrière y Claude Sautet, y que supuso la consagración de la imagen internacional de Alain Delon y Jean-Paul Belmondo vinculada al cine de gánsteres y de acción. Eco de aquella fama, queda la música compuesta para la película por Claude Bolling.

Diálogos de celuloide: la vía láctea (La Voie lactée, Luis Buñuel, 1969)

 

JOVEN MONJE: Hay algo que me inquieta.

INQUISIDOR: Te escucho.

JOVEN MONJE: Me pregunto si quemar herejes no será actuar en contra de la voluntad del Espíritu Santo.

INQUISIDOR: Pero si es la justicia de los hombres la que los castiga. ¡Es el brazo secular! A los herejes no se les castiga porque son herejes, sino por los atentados y actos de rebeldía que cometen contra el orden público.

JOVEN MONJE: Pero así, aquellos cuyos hermanos hayan sido quemados, quemarán a su vez a otros y viceversa. Unas veces unos, otras veces otros, todos estarán seguros de poseer la verdad… ¿Para qué habrán servido todos esos millones de muertos?

INQUISIDOR: Pero, ¿sabe usted lo que dice?

JOVEN MONJE: No sé…

INQUISIDOR: ¿Y por qué insiste?

JOVEN MONJE: No… No… Me someto, padre.

 

(guion de Luis Buñuel y Jean-Claude Carrière)

Buñuel agasajado en Hollywood, en La Torre de Babel de Aragón Radio

Con motivo de la presencia de Luis Buñuel en Hollywood para promocionar el estreno americano de El discreto encanto de la burguesía (1972), George Cukor le ofreció una comida en su casa de Beverly Hills. Entre la asistencia, los presentes en la foto: Robert Mulligan, William Wyler, el anfitrión George Cukor, Robert Wise, Jean-Claude Carrière, Serge Silberman, Billy Wilder, George Stevens, el invitado de honor, Alfred Hitchcock y Rouben Mamoulian. Fuera de la foto de grupo, John Ford. Fuera de la comida por motivos de salud, pero visitado por Buñuel al día siguiente, Fritz Lang. De todo ello hablamos en La Torre de Babel de Aragón Radio, la radio pública de Aragón.

Mis escenas favoritas: El discreto encanto de la burguesía (Le Charme discret de la bourgeoisie, Luis Buñuel, 1972)

Uno de los fragmentos más conocidos de esta obra maestra (otra más) del aragonés Luis Buñuel. En ella se concitan algunos de sus temas y obsesiones más personales (homenaje al Tenorio incluido), más a menudo tratados en sus películas, junto con alguno de sus sueños más repetidos (el encontrarse ante el inmenso auditorio de un teatro y desconocer el papel que debe representar).